Casa Tarradellas vende su parte del matadero de la polémica en Vic

El conflicto laboral en los mataderos de Vic ha llegado al Parlament de la mano del PSC -ayer interpeló a la consejera de Trabajo en el Pleno- y ha salpicado a una de las grandes marcas del sector: Casa Tarradellas. La popular y exitosa empresa, con productos tan famosos como las pizzas y su espetec, forma parte del accionariado de uno de las instalaciones donde en las últimas semanas los trabajadores han denunciado las condiciones laborales que sufrían. La firma ha puesto a la venta su parte del accionariado en Esfosa, uno de los mataderos donde se originó el conflicto.

EL PAÍS publicó la semana pasada un reportaje sobre las condiciones laborales en las que trabajan los inmigrantes que conforman las plantillas de la industria cárnica catalana, centrada en la comarca de Osona. La mayoría lo hace en régimen de cooperativista. Un eufemismo técnico que en realidad esconde la obligación de pagarse la cuota de autónomos, una mensualidad de 50 euros, la ropa de trabajo y el material con el que despiezan a los cerdos. En muchos casos, los sueldos no superan los 800 euros y las jornadas superan las 10 horas. En el caso de Esfosa, el conflicto laboral explotó tras una huelga del comité de empresa a causa de la remuneración de los festivos. Sin embargo, el paro destapó también, según los trabajadores, el trato racista que, en algunos casos, reciben muchos de los empleados y las mafias de contratación que los Mossos investigan el entorno de otras empresas como Baucells.

Al trascender dicha información, algunas calles amanecieron con pintadas contra Tarradellas y los trabajadores exhibieron pancartas señalanado a la empresa. La compañía, símbolo de la industria cárnica catalana, toma distancia en este escándalo y ha puesto a la venta su paquete de acciones del 20% en el matadero Esfosa. Oficialmente la explicación es esta: “Especialitats Vic Carn ha comunicado que pone a la venta sus acciones de Esfosa en sintonía con la voluntad de la empresa de seguir apostando por otra categoría de su negocio, la de refrigerados (pizzas y masas frescas)”.

El asunto ha llegado ya al Parlament de Catalunya. El PSC interpeló ayer a la consejera de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia, Dolors Bassa, y ha presentado una propuesta de resolución para llevar el tema a la comisión del Parlament. La consejera no ocultó la preocupación del Govern en este tema. “Uno de los problemas más graves son los falsos autónomos en el sector de las cárnicas. Los conocíamos desde hace mucho tiempo.[…] La ley de cooperativas permite que lo hagan así. No tenemos brecha por la que entrar. Según la ley, mientras hagan dos reuniones de trabajadores al año y estén firmadas, es correcto. Así que los falsos autónomos se apuntan a una cooperativa así y desde Inspección de Trabajo no podemos hacer nada. Pero todos sabemos que la realidad es otra”, señaló Bassa en sede parlamentaria.

Según la consellera, los empresarios reconocieron que en algunas empresas hay dificultades y que estaban dispuestos a solucionarlo. “Pero no será un tema fácil ni lo resolveremos en 15 días, pero nos hemos puesto a ello”, concluyó.