Prat atribuye la lesión de Ester Quintana a una “intervención policial”
El exjefe de los Mossos reitera ante el tribunal que no autorizó el lanzamiento de pelotas de goma el 14-N
El exjefe político de los Mossos d’Esquadra, Manel Prat, ha admitido este lunes por primera vez que la policía causó las heridas a Ester Quintana durante la huelga general del 14 de noviembre de 2012. “Estoy convencido de que las lesiones de Ester Quintana fueron producidas por una intervención policial”, ha reconocido en su declaración, como testigo, ante el tribunal que juzga a dos mossos por esas heridas. Prat, sin embargo, ha puesto en duda que los dos agentes que se sientan en el banquillo sean los responsables del suceso. Y ha reiterado que en ningún momento autorizó, aquella jornada, que se lanzaran pelotas de goma.
El Departamento de Interior negó, inicialmente, que los Mossos hubieran reventado el ojo izquierdo de Quintana. Hasta julio del año pasado no reconoció, y solo veladamente, que las lesiones fueron provocadas por un proyectil lanzado por los antidisturbios. Entre otras cosas, abonó a Ester Quintana una indemnización de más de 260.000 euros. Interior llegó a dar hasta seis versiones distintas de lo ocurrido. Prat ha defendido que lo hizo así por falta de información, pero ha reconocido algunos errores. “Los primeros informes que recibimos por el cuerpo policial no lo decían así. A medida que se va investigando se va viendo que esta lesión solo puede ser debida a la intervención policial. El propio cuerpo policial ha reconocido que no se hizo suficientemente bien”.
Prat estaba en la sala de mando cuando ocurrieron los hechos. Según ha explicado esta mañana, conoció las lesiones a Quintana a las 21.30 horas, apenas una hora después de que se produjeran. “Pedimos si alguien había lanzado pelotas de goma, y se nos dice que no”. “[Autorizar el lanzamiento] era una responsabilidad que recaía sobre mí, y yo no la había dado”.
Lo que obligó a Interior a cambiar su versión fueron las sucesivas imágenes que aparecieron en internet. Cuando la investigación judicial ya estaba a punto de concluir, un informe de Asuntos Internos abrió nuevas incógnitas. El informe reveló que miembros de la furgoneta 414 de los antidisturbios (que no están entre los acusados) mintieron sobre su posición en la zona del paseo de Gràcia donde ocurrieron los hechos. El documento también apunta que un agente de ese equipo realizó “unos lanzamientos antes y después” de la lesión de Quintana “sin seguir los protocolos”. El exdirector general de la policía les abrió por ese motivo un expediente disciplinario y les cambió de destino, algo que no ocurrió con los el subinspector y el escopetero que están siendo procesados.
El hallazgo permitía, a juicio de Prat, abrir nuevas líneas de investigación y apuntar como responsables a otros agentes. El juez de instrucción, sin embargo, descartó seguir esa senda. Prat se ha mostrado comprensivo con la decisión: “El juez, y lo entiendo, consideraba que los hechos ya estaban suficientemente comprobados”. El exjefe de los Mossos ha insistido en que lo que ocurrió realmente esa noche sigue siendo una incógnita. “Desde el primer momento, se ha intentado buscar por todos los medios la prueba gráfica de lo que ocurrió. Y me sabe mal porque las imágenes existen, y creo que algún día saldrán”, ha dicho en alusión a medios de comunicación que, según esa tesis, tendrían en su poder más imágenes de las que habrían declarado tener.
“Los primeros interesados en saber qué pasó allí y aclarar las responsables oportunas somos nosotros”, ha alegado Prat. A preguntas de la acusación, ha explicado que el caso Quintana no fue “en exclusiva” el motivo que le llevó a dejar en cargo, aunque ha admitido que sí fue una de entre “muchas” otras razones.
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