El extesorero de los Hermanos Pobres desviaba dinero a Perú

Vicente Samán, el extesorero de la orden seglar Pía Unión de los Hermanos Misioneros de los Hermanos Pobres y denunciado por fraude, desvió “importes cantidades de dinero” a diversos allegados de Perú, país del que era originario. Lo hacía en detrimento patrimonial de la orden, que gestiona residencias de ancianos y centros ocupacionales. Así lo explicó ayer en Vigo el comisario que intervino las cuentas de la orden por mandato del Arzobispo de Barcelona Juan José Omella.

Las investigaciones de la curia barcelonesa y de los Mossos d'Esquadra por un presunto delito económico dentro de la orden se extendió a Galicia, donde Samán también había estado durante unos tres años. El lunes pasado, cuando el comisario llegó a Vigo, descubrió que una familia había denunciado al provincial de los Hermanos Pobres, el hasta ayer hermano José Donaire, por adueñarse presuntamente de la herencia de una mujer con discapacidad. La Fiscalía pide para él una pena de prisión de dos años y seis meses, más una multa.

Donaire, que fue expulsado de la orden por Omella, no habría actuado solo en la modificación del testamento de la enferma. Si bien de entrada no hay una conexión aparente con los desvíos de dinero de Samán, fuentes del Arzobispado “no descartan” que haya relación entre ambos casos. Las diócesis de Barcelona y de Tui-Vigo se han personado en la causa contra Donaire, que sigue en libertad.

El obispo gallego Luis Quintero aseguró que, como en Barcelona, las actividades sociales que realizaba la orden estarán garantizadas.El comisario, por su parte, aseguró que se seguirá con las investigaciones tanto en Galicia como en Cataluña, los dos sitios donde los Hermanos Pobres tienen su obra y de cuyos gobiernos recibe varias subvenciones públicas. La orden tiene un total de 17 hermanos.

Registro en Barcelona

El pasado miércoles los Mossos detuvieron en Barcelona a Samán y el jueves los agentes registraron la residencia del Guinardó en busca de más pistas. La policía catalana se incautó de material informático donde pueden estar las claves del fraude cometido por el ex hermano, que sigue detenido.

Desde el Arzobispado creen que aún es pronto para cifrar la cantidad que Samán supuestamente habría desviado aunque dicen que se trata de una “con varios ceros”. El comisario explicó que el caso se descubrió por casualidad a principio del año, cuando el entonces tesorero intentó vender un inmueble propiedad de la orden. El registrador de la propiedad hizo una calificación negativa de la operación ya que no tenía el permiso de la curia barcelonesa. Los Hermanos Pobres, que no hacen votos ni de pobreza, castidad u obediencia, dependen directamente del Obispado donde se funda la orden, en este caso Barcelona.

Omella decidió entonces vigilar más de cerca los pasos de la orden y nombró una visita extraordinaria, una especie de auditoría que revisó las cuentas y con la que afloraron las irregularidades que terminaron en la denuncia ante los Mossos, la detención del extesorero y su expulsión de la orden. El hermano José María Sanz, superior general de la orden, de 88 años, aceptó que le había prestado 100.000 de una donación a Samán para que su madre arreglara su casa, afectada por un terremoto.