Nuevo rumbo en CulturArts y el Consorcio de Museos Valenciano

El consejero de Educación, Cultura y Deporte, Vicent Marzà, ha presentado este jueves a los nuevos responsables de CulturArts, Abel Guarinos, y del Consorcio de Museos Valenciano, José Luis Pérez-Pont. Ambos han asegurado que los ejes de sus mandatos, para los que han sido elegidos mediante concursos públicos, serán el contacto con el público y la vertebración territorial, extendiendo al conjunto de la Comunidad Valenciana la actividad cultural de la Generalitat.

Guarinos fue gerente de Moma Teatre, uno de los impulsores del festival Mim de Sueca y ha desarrollado durante años su actividad como técnico de la Administración en el área cultural. "Sabemos de donde venimos y también hacia dónde queremos ir", ha afirmado tras recordar que el titulo del proyecto con el que ha sido elegido para el cargo fue "El público es el protagonista".

Pérez-Pont es licenciado en Derecho, doctor en Bellas Artes y ha sido presidente de la Asociación Valenciana de Críticos, desde la que mantuvo un fuerte enfrentamiento con la exdirectora del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) Consuelo Ciscar, ahora imputada por varios supuestos delitos como consecuencia de su gestión.

Marzà ha considerado sus nombramientos un paso más en "el cambio en la forma de hacer las cosas" que anunció a su llegada al departamento. Un nuevo rumbo que pasa, ha declarado, por "democratizar" el acceso a la cultura tanto desde el punto de vista de las barreras económicas como de las territoriales. "Damos un paso más en nuestra propuesta global del Plan Estratégico Cultural, para demostrar que los instrumentos deben estar al servicio de los objetivos culturales. Un buen empujón a la política cultural meditada y orquestada desde la transparencia y la participación", ha añadido el consejero.

"Por una vez decir las cosas claras y trabajar en una situación de emergencia ha sido una siembra que me permite estar ahora donde estoy", ha dicho Pérez-Pont en referencia a la etapa pasada, en la que, ha dicho, pareció que la vía para avanzar profesionalmente era "callar y bajar la cabeza".

El nuevo responsable de CulturArts, que pasará a llamarse Instituto Valenciano de Cultura, ha adelantado que tiene la intención de conectar "escuela y cultura"; "emocionar a los ciudadanos y fortalecerlos culturalmente"; "multiplicar el número de espectadores" y esforzarse para que estos sean "críticos", a la vez que estimular la industria valenciana del sector.

A preguntas de los periodistas, Guarinos ha considerado que la propia creación de CulturArts, como un gran "holding" no respondió a un diseño para favorecer la cultura, sino a la reestructuración del sector público a la que el anterior Consell se vio forzado por la crisis, por lo que su diseño es mejorable.

A la espera, como Guarinos, de presentar con más detalle los proyectos concretos que quieren llevar a cabo, Pérez-Pont ha señalado como metas la profesionalización de los cargos de responsabilidad en los museos. El "diálogo fluido" con la sociedad, para que no solo sea la Administración la que dicte el rumbo cultural, y posibles "acuerdos de autogestión" para que desde ámbitos no oficiales pueda ocuparse puntualmente o a más largo plazo espacios que hoy están "infrautilizados".

La voluntad de territorializar irá de la mano de acuerdos con las tres Diputaciones, los tres principales Ayuntamientos y, en el futuro, "con otras instituciones" si estas se muestran receptivas. Pérez-Pont ha destacado la importancia de acceder a los fondos europeos dadas las limitaciones de la Generalitat y la de establecer relaciones más allá de las fronteras valencianas y españolas, especialmente en el seno de la Unión Europea.

El proceso de selección

La selección de los nuevos responsables —se han presentado 10 candidaturas a director de CulturArts y 13 a gerente del consorcio de museos— se ha realizado por parte de comisiones compuestas por cuatro miembros de la Consejería de Educación y Cultura, cuatro representantes de la sociedad civil, y cuatro expertos en las materias. Los elegidos ocuparán los cargos durante cinco años con la posibilidad de un periodo más como máximo.