Sánchez sondeó a Junqueras sobre el apoyo de ERC a la investidura
Cuando el presidente de ERC le dijo que quería un referéndum, el sondeo se zanjó de inmediato
El PSOE, Ciudadanos y Podemos llegan este jueves a su cita a tres para explorar un pacto de investidura en un clima de reproches y desconfianza. La reunión secreta entre el líder socialista, Pedro Sánchez, y el de ERC, Oriol Junqueras, fue recibida ayer con malestar en el partido de Albert Rivera, que pedirá explicaciones al PSOE.
Sánchez preguntó directamente a Junqueras qué pedía a cambio de apoyar su investidura, según fuentes del entorno del líder republicano. Cuando Junqueras le respondió que quería un referéndum de autodeterminación, el sondeo se zanjó de inmediato, añaden dichas fuentes. Sánchez planteó la cuestión durante una reunión secreta entre ambos el pasado 15 de marzo, a la que asistió el primer secretario del PSC, Miquel Iceta. El líder del PSOE ha negado a EL PAÍS que abordara con Junqueras su posible apoyo.
Tanto Sánchez como Junqueras se habían mostrado claros en sus declaraciones previas a la cita, desvelada por 8TV: el líder socialista afirmaba que no contaba con los independentistas para las conversaciones previas a la investidura. Los republicanos siempre repetían su única condición para hablar: negociar los términos de un referéndum sobre la independencia de Cataluña.
Pese al distanciamiento, ambos se vieron en secreto, aunque nada ha variado. Según fuentes del entorno de Junqueras, Sánchez preguntó por las condiciones de un posible apoyo a su investidura. Cuando el líder republicano le respondió que solo valoraría un voto a cambio de una consulta sobre la secesión, el secretario general socialista descartó cualquier acuerdo.
Iceta estuvo presente
Los datos de la reunión
La fecha. La reunión entre el líder de ERC, Oriol Junqueras, y el del PSOE, Pedro Sánchez, se celebró el 15 de marzo.
El lugar. El espacio elegido para la reunión fue un "sitio tranquilo" en Barcelona.
Pedro Sánchez: "Somos políticos que no nos conocíamos y hay que enmarcar dentro de la normalidad esa conversación".
Oriol Junqueras: "Hablamos con todos y en todos los formatos. Siempre lo hemos hecho y siempre lo haremos".
Carles Puigdemont: "No me molestó la reunión".
El entorno de Sánchez ofrece una versión algo diferente sobre el motivo de la entrevista. No acudió a Barcelona a preguntar qué condiciones pondría ERC a cambio de su voto porque de antemano conocía que el referéndum iba a ser el requisito para obtener el apoyo de los nueve diputados republicanos.
En el curso de la reunión sí se habló de la investidura y se constató que las posiciones eran inamovibles. Sánchez expuso su tesis sobre los cambios que deben registrarse en la relación entre el Gobierno de España y la Generalitat e insistió en la necesidad de recuperar el diálogo entre ambas Administraciones.
A la reunión acudió también el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, según confirmaron medios socialistas. El político catalán sostuvo el miércoles en Onda Cero que es “más normal” reunirse que la incomunicación con la Generalitat que atribuyó a Mariano Rajoy. “Dialogar no es vender los principios”, sostuvo Iceta.
En la cita, que duró más de dos horas, los interlocutores hablaron de la situación económica y política de Cataluña. Sánchez considera que debería darse mayor apoyo a las infraestructuras catalanas y mejorar su financiación. Ahora bien, el PSOE asegura que no ha variado su rechazo a que en Cataluña se celebre un referéndum para preguntar por la desconexión con el resto de España. “Digo dentro lo mismo que fuera”, aseguró Sánchez al ser preguntado por la reunión.
Tanto el socialista como Junqueras se esforzaron el miércoles en quitar importancia al cónclave. “Somos políticos que no nos conocíamos y hay que enmarcar dentro de la normalidad esa conversación”, defendió el secretario general del PSOE.
El secretismo de la cita molestó al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, quien se enteró de ella por los medios de comunicación. Antes del pleno del Parlament de el miércoles, Puigdemont habló por teléfono con Junqueras para reprocharle que no le hubiera comunicado nada. El jefe de filas de ERC se escudó en que era un asunto de partido que en nada afectaba al Ejecutivo autónomo. El president dio el episodio por cerrado. “No me ha molestado”, respondió al ser preguntado en Catalunya Ràdio.
Sánchez ya rechazó un referéndum catalán de independencia en su reunión previa con Puigdemont, en la que el president insistió en la necesidad de esa convocatoria. También en la cita que sí hizo pública con los diputados de ERC en el Congreso. Fuentes del entorno de Sánchez señalaron que, además del rechazo expreso mostrado al referéndum por el comité federal del PSOE, repetido en el acuerdo con Ciudadanos, sus “propias convicciones” le impiden abrir la puerta a la consulta.
El cónclave ahora desvelado ha aumentado la inquietud en sectores territoriales del PSOE, que consideran que Iceta prepara el camino para defender el referéndum tras sugerir que “dentro de cuatro o cinco años” podría convocarse. Así se haría si los catalanes rechazaran mayoritariamente una reforma constitucional que se votase en el conjunto de España.
“Incompatible” con el socio de Gobierno
El secretismo de la reunión entre el líder del PSOE, Pedro Sánchez, y el de ERC, Oriol Junqueras, despertó el miércoles suspicacias en la dirección de Ciudadanos, que pedirá explicaciones a su socio socialista. “Es bueno que la gente hable, pero una reunión en esas condiciones de secretismo con quien quiere romper España, conlleva riesgos”, advirtió José Manuel Villegas, vicesecretario general del partido emergente.
¿Cómo considera Ciudadanos que Sánchez sondeara el apoyo de ERC a su investidura? “Si esto fue así, como hipótesis, creo que sería un error por su parte”, respondió Villegas. “Querer contar para formar un Gobierno con aquellos que quieren romper España es un error”, recalcó. “Es incompatible que ERC y Ciudadanos apoyen al mismo Gobierno”.
Juan Carlos Girauta, portavoz de Ciudadanos, y Antonio Hernando, del PSOE, enviaron en marzo cartas conjuntas a todos los partidos pidiéndoles la apertura de negociaciones. Solo quedaron excluidos los nacionalistas. “Y no es casualidad”, dijeron fuentes de Ciudadanos.
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