El misterio del delfín de la Casa de Campo
Los investigadores del Seprona están sorprendidos porque nunca se han encontrado con un caso similar
Hasta los investigadores del Seprona están sorprendidos porque nunca se han encontrado con un caso similar. El misterio rodea el hallazgo ayer de un delfín, ya casi descompuesto, en la Casa de Campo de Madrid. ¿Quien era su propietario? ¿Cuál es su procedencia? ¿Por qué se dejó casi a la vista?
De momento, todas las hipótesis están abiertas, ya que lo único que ha quedado claro es que no pertenece a ningún zoo, delfinario o recinto similar de España, que no hay muchos, tal y como han confirmado a Efe fuentes de la Policía Municipal de Madrid.
Un viandante no daba crédito ayer a sus ojos cuando los perros con los que paseaba por el mayor pulmón de la capital olisquearon y descubrieron al cetáceo, envuelto en una malla metálica, cerca de la tapia que rodea la Casa de Campo, donde precisamente se encuentra el Zoo de Madrid, que no ha echado en falta a ningún animal de su delfinario.
Inmediatamente, la Policía Municipal se hizo cargo del caso y, hasta que no se esclarezca, lo que sí parece es que la procedencia del animal es ilegal, toda vez que se trata de especies muy controladas y que suelen portar un microchip que los identifica.
Por ahora, y hasta que se le practique la necropsia, el cadáver del delfín permanece en el Centro de Protección Animal (CPA) de la carretera de La Fortuna, conservado en congelación y a la espera de los especialistas del Ministerio de Economía que se encargan de hacer cumplir en España el CITES (convenio sobre comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora, por sus siglas en inglés).
La necropsia determinará el tiempo que lleva muerto y la investigación abierta tras el atestado, su procedencia. Mientras tanto, expertos del Seprona consultados por Efe también se llevan las manos a la cabeza ante este caso que les resulta raro. Y eso que han visto todo tipo de animales abandonados, incluso los más exóticos. Solo ha aparecido algún delfín varado en playas. También alguna orca, pero nunca hasta ahora a cientos de kilómetros del mar.
Ya descartado que proceda de un zoo o delfinario, la hipótesis más probable es que este cetáceo pertenezca a una colección privada, aunque a nadie le suena que alguien haya dado de alta un animal de estas características, que, en principio, solo están localizados en España en esos recintos de ocio o en centros de cría con fines científicos y educativos.
De hecho, en España son pocas las colecciones privadas de animales declaradas a las autoridades. Tampoco es probable que pertenezca a un circo, porque desde hace muchos años ninguno lleva delfines en sus números. Y no sólo por la dificultad de su traslado, sino por todo el montaje de la piscina móvil que sería necesario para la exhibición.
En cualquier caso, recuerdan las fuentes consultadas, los circos están dejando de tener animales, del tipo que sea, para sus funciones. Un delfín, como mamífero que es, puede vivir bastante tiempo fuera del agua, pero necesitaría un cuidado especial. Además de alimentarle, es imprescindible mantener su piel húmeda de forma constante para que no se reseque ni supure, evitando así que contraiga una infección que le lleve a la muerte.
Por eso, también les extraña a los expertos investigadores que algún particular haya podido tener el delfín encontrado ayer en una casa normal. A la dificultad de ofrecer unas buenas condiciones de mantenimiento se suma, dicen a Efe las fuentes, el carácter de estos cetáceos, que tienen un comportamiento gregario y que pueden dejarse morir al deprimirse por sentirse solos.
No parece probable tampoco que alguien pescara una cría, por supuesto de forma ilegal, y la mantuviera en un recinto particular mientras crecía. En suma, el misterio envuelve la historia del delfín de la Casa de Campo. Una malla metálica envuelve su cadáver. De ésta ya ha sido despojado para empezar esa historia por su final: cómo y cuándo murió. Y tirando de ese hilo, a lo mejor descubrimos cómo y dónde empezó su vida.
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