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Barcelona muestra un primer tramo del Baluard de Migdia

El plan recupera parte de la muralla del XVI y dos canales junto a la estación de Francia

Blanca Cia
Parte de las excavaciones arqueológicas acondicionadas para ser visitables junto a la estación de Francia.
Parte de las excavaciones arqueológicas acondicionadas para ser visitables junto a la estación de Francia. CARLES RIBAS

Difícil es remover un metro cuadrado de tierra a no demasiada profundidad o meter una excavadora en buena parte de Ciutat Vella sin que afloren vestigios de la antigua ciudad. Eso es lo que ocurrió hace 10 años cuando empezaron a mover tierras para la construcción de una promoción de viviendas en un gran solar de 18.000 metros cuadrados que había ocupado la estación de Cercanías de Renfe. Cuando la máquinas entraron descubrieron un importante conjunto de restos arqueológicos, de diferentes etapas, desde material de cerámica y ánforas del siglo III hasta una considerable sección de 60 metros del Baluard de Migdia a diferentes estructuras ferroviarias del siglo XIX. A la espera de que acaben las obras, el Ayuntamiento exhibió ayer un primer tramo de esa Baluard ya rehabilitado.

El proyecto urbanístico se paralizó y se modificó para proteger los restos arqueológicos. Los trabajos aún no han concluido pero que ya permiten una visualización parcial de lo que se encontró: un importante tramo del Baluard de Migdia y de la muralla, ambos del siglo XVI; la contraescarpa, de principios del XVIII y parte de la sección de dos canales: uno de ellos respondería a una canalización auxiliar del Rec Comtal y la segunda —no identificada— que cruza la superficie del foso que se ha abierto con las excavaciones. Parte de esa trama de la antigua Barcelona se halló, también, en un solar cercano que solo está separado por las vías: entre la estación de Francia y el paseo de la Circumval·lació, donde está previsto que —algún día— se construya la Biblioteca Provincial.

El análisis de los hallazgos ha permitido delimitar que el mar llegaba hasta ese punto en el siglo III, que era apto para la navegación hasta mediados del siglo XV, época en la que se construyó una escollera. Los trabajos arqueológicos dieron con los restos de un navío medieval. La tierra ganó territorio al mar y en esa zona se construyó el Baluard de Migdia y la fortificación marítima entre los siglos XVI y XIX. La parte en la que ya ha terminado la intervención y se puede ver se ha definido con un perímetro de balconadas desde las que se pueden contemplar restos arqueológicos y unas rampas que permitan el acceso al foso para que se pueda mantener el conjunto y, también, con la idea de hacer visitas guiadas.

Justo al lado de ese solar, los trabajos prosiguen y supondrán una inversión adicional de cerca de 650.000 euros. Será cuando concluya ese acondicionamiento cuando se podrá tener una visión de conjunto de los restos ya que ahora las vallas y las máquinas de los trabajos lo impiden.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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