_
_
_
_

7.800 citas en media hora

Más de 700 solteros se reúnen en Cibeles para conocerse en tres minutos, con suerte desigual y algún que otro despiste

Vista cenital del 'Speed Dating' celebrado ayer en el Palacio de Cibeles.
Vista cenital del 'Speed Dating' celebrado ayer en el Palacio de Cibeles.GUILLERMO G. BALTASAR

Si usted se llama Javier, tiene 26 años, estudia un máster y participó ayer en un evento de citas rápidas en Madrid, sepa que le están buscando. Manuel, uno de los chicos con los que habló, quiso darle su teléfono. Pero se entretuvo un momento y cuando se giró ya no estaba. Ayer, este editor de 24 años se tiraba de los pelos: “Nos gustamos, pero le perdí la pista luego entre la gente y lo peor es que me olvidé de pedirle el teléfono. Era un chico muy guapo. Vamos, que me he enamorado”.

Todo esto que cuenta Manuel sucedió en apenas tres minutos. Podría parecer poco tiempo, pero hay estudios que le dan la razón. Y autores como Camille Lavington, experta en márketing, que van más allá y aseguran que se disponen únicamente de tres segundos para causar una buena impresión. Ése no sé qué que qué sé yo que hace que alguien sonría tras una mirada rápida o un sencillo “hola, ¿qué tal?”.

Justo así empezaron muchas conversaciones ayer en el patio acristalado del Palacio de Cibeles. Allí se dieron cita 780 solteros (o eso decían) para celebrar el inicio de la primavera y probar suerte. En el horizonte, además de encontrar el amor o un sucedáneo aceptable, estaba superar el récord mundial de este tipo de citas rápidas (o speed dating, como se conocen en el mundo anglosajón).

“Me basta un vistazo”

Y se consiguió, o así al menos lo anunció Dani Mateo, presentador del evento (y del programa televisivo El intermedio): en total, hubo 7.800 encuentros —10 por asistente—. Aunque no todos completaron la ronda; hubo mayoría femenina y algunas citas fueron a tres bandas. E incluso hubo quien se quedó, entretanto, deshojando el WhatsApp. Aunque ninguno de los asistentes pagó nada por tratar de convertir esos tres minutos en toda una vida.

A una amiga de María le ocurrió justo eso. “Fue un poco lo que me animó a venir; ella conoció a su marido en una de estas citas rápidas, pero vamos que no he visto a nadie, así, que me guste”, se lamentaba esta comercial de 37 años, al inicio, por encima del bullicio y la música.

Por momentos, aquello parecía un cotillón de Nochevieja. Sonó Bandido, En tu fiesta me colé o You sexy thing. Todo muy de la época de los asistentes, entrados en la treintena muchos de ellos. Aunque la organización también dispuso otro grupo para gente de 18 a 30 años. Y un segundo filtro para ordenar al público por orientación sexual. Se trataba, vaya, de que hubiera las máximas opciones de celebrar la primavera.

Entre los solteros: informáticos, estudiantes, ingenieros, administrativas e incluso una responsable de recursos humanos que se comportó como tal. “A mí me basta echar un leve vistazo para saber cómo es esa persona. Es mi trabajo. Para mí esto es como un experimento sociológico”, reconocía Aiza, de 38 años. Aunque por pedir: “Pues a uno tipo nórdico, así grandote, no le diría yo que no. Pero, eh, yo busco formar una familia y aquí no veo a nadie con esa intención así que creo que me voy a ir”. A su lado, Eric, de 32, asentía con sorna: “No ha habido feeling, pero hay cerveza gratis”.

Para entonces, casi al final de la velada, Carla se había convencido también de que había madrugado “para nada”. “Soy una chica de gustos sencillos: leer, ver series, salir a correr. Y quiero a alguien similar. Pero cuanto más sencillas parecen las cosas, más difíciles son”, teorizaba esta funcionaria. Carla, según dice, es decana en este tipo de encuentros: “He ido a más citas de estas rápidas. Me gustan más que Tinder. Aquí al menos, si no te gusta alguien, le das puerta a los tres minutos. No tienes que aguantarlo”.

La alternativa a Tinder

Carla —49 años, un divorcio “dolorosísimo”, un hijo de 17— se refiere a una aplicación de móvil que se ha puesto de moda para conocer gente. Prima hermana de tantas otras de ligoteo y también de páginas de contacto como Meetic o eDarling. Todas ellas destinadas a reducir, de una forma u otra, la lista de solteros mayores de 20 años en España: 16 millones, según el Instituto Nacional de Estadística. “Nunca antes fue tan fácil conocer gente y, sin embargo, cada vez somos más solteros. Es curioso”, añadía Carla.

Y olvidarse de pedir el móvil a quien te gusta, desde luego, no ayuda. Pero una cosa está clara: por cómo lo cuenta, a Manuel, el chico enamorado de Javier, le sobraron dos de los tres segundos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_