Los socorristas de Cruz Roja llevan su protesta al interior del Ayuntamiento
Una treintena se concentra dentro del Consistorio para exigir que no haya despidos
Una treintena de socorristas de Cruz Roja y afiliados de CGT se concentran desde esta mañana en el interior del Ayuntamiento de Barcelona para exigir que el cambio de la gestión del servicio de salvamento en las playas no suponga el despido de las 70 personas que hasta el año pasado lo realizaban. La concejal de Urbanismo, Janet Sanz, y la alcaldesa, Ada Colau, han intercambiado algunas palabras con los manifestantes, que aseguran que no saldrán del Consistorio hasta recibir una respuesta que les "guste".
Sanz les ha propuesto reunirse el próximo lunes, pero los manifestantes han decidido en asamblea permanecer en el edificio hasta entonces. Los socorristas quieren que el Ayuntamiento garantice que todos serán subrogados por la nueva empresa encargada de velar por la seguridad de las playas: Pro-Activa Serveis Aquátics. La plantilla actual está compuesta por 45 empleados fijos discontinuos y otros 25 temporales. El pliego de condiciones de la licitación incluye una cláusula que dicta la subrogación del primer grupo, pero "si hace falta".
Los manifestantes han recibido esta mañana a los políticos que entraban en el edificio con gritos de "subrogación". CGT ha denunciado que Pro-Activa afirmó el pasado jueves que no subrogaría "a nadie". El sindicato ha lamentado que, "ahora que por fin se ha mejorado la situación de este colectivo", sus puestos de trabajo están en riesgo. Un portavoz ha explicado que hasta hace poco el sector dependía mucho de voluntarios y que "nadie tenía contratos indefinidos".
Los empleados de Cruz Roja se acogen al convenio de la sanidad privada. Si al final pasan a formar parte de Pro-Activa, temen que esta les aplique el mismo que usa para su plantilla: el de instalaciones deportivas, que determina condiciones inferiores en materia de salarios y descansos.
Los trabajadores exigen que la Administración local tome parte en el conflicto e inste a la contrata para que este cambio de gestión no suponga ni despidos ni rebajas de sueldos. Colau les ha dicho que "están trabajando en ello", mientras que Sanz les ha respondido que el Ayuntamiento "no puede hacer nada", según han asegurado los manifestantes.
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