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La paquetería de envíos a Ecuador realizó ofertas masivas a sus clientes antes de cerrar

OGC firmó en febrero compromisos de entrega con fecha cerrada ante el nerviosismo de sus clientes

Ecuatorianos afectados por el cierre de la empresa de paquetería OGC.Vídeo: Samuel Sánchez

Los afectados por el cierre, sin previo aviso, de la empresa de paquetería OGC sospechan que su clausura fue "premeditada". En enero, los clientes comenzaron a recibir llamadas telefónicas de forma reiterada. La compañía les ofertaba diferentes promociones para que realizaran envíos a Ecuador, el único país en el que operaba. En febrero, OGC firmó compromisos de entrega con fecha cerrada ante el nerviosismo de sus clientes. Muchos de ellos habían mandado en agosto paquetes que aún no han recibido.

Nancy Tenezaca, de 44 años y 15 de ellos en Madrid, porta varias facturas con las que demuestra haber pagado 430 euros por dos envíos en octubre a Ecuador que nunca llegaron. Supone que sus bienes permanecen retenidos en uno de los 43 contenedores que están confiscados en el puerto de Guayaquil. Se quejó a la empresa en varias ocasiones. El 5 de febrero, OGC la calmó firmándole un compromiso de entrega de lo enviado en un máximo de 60 días y regalándole un envío de 30 kilos (el mínimo permitido) gratis.

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Algo similar le ocurrió a Cladis Romero, de 53 años, 20 en España. La compañía que desde el lunes no le coge el teléfono la estuvo llamando desde enero varias veces al día para que realizara nuevos envíos. No es el único caso, Eduardo Angulo, un desempleado de 61 años (20 en Madrid) dice que "picó". "Me llamaban mañana, tarde y noche, al menos 10 veces al día". Eduardo hizo dos envíos de ropa y zapatos para sus hijos y sus nietos porque “allí [en Ecuador] son caros". Nunca llegaron a su destino.

La impresión de Darwin Castro, de 40 años (18 en Madrid) es que el cierre de OGC no fue casual. "Estaba premeditado" porque tienen constancia, por trabajadores, de que "se han llevado los ordenadores y han destruido documentos", insistió este miércoles en la rueda de prensa en la que participó en la Embajada de Ecuador en España. Darwin es uno de los seis representantes elegidos por los afectados por la clausura de OGC. Según los cálculos de la plataforma que han creado, los damnificados por un cierre que consideran de "estafa" superarían los 8.000 compatriotas. La Asociación Hispano-Ecuatoriana Rumiñahui estima que son 2.000, mientras que la Embajada de Ecuador en Madrid no dispone de cifras ni prevé hacer una relación por el momento. 

Los damnificados quieren recuperar sus bienes y su dinero. Para eso han hecho un llamamiento a otros ecuatorianos afectados en España y Europa. Les piden unirse a la plataforma y reclamar sus pertenencias de forma conjunta. Contarán para ello con la ayuda de la Embajada de Ecuador. Su titular, Miguel Calahorrano, ha estado reunido este miércoles con medio centenar de afectados. Tras ese encuentro, anunció en una rueda de prensa que les prestará ayuda, pero no precisó en qué va a consistir. Calahorrano sí explicó que su delegación no se personará en la causa de forma particular.

Apoyo de la embajada

El embajador ha instado a los damnificados a organizarse para luchar en mejores condiciones. "Sabemos de lo que hablamos. No es la primera vez que ocurre algo así. En 2011 ya pasó algo similar con Vicza (otra empresa de paquetería que, como OGC, solo realizaba envíos a Ecuador)". Calahorrano ha asegurado que las personas que han perdido sus bienes tendrán el apoyo de la delegación ecuatoriana, aunque no ha precisado sí pondrá a su disposición un equipo jurídico. "Tenemos que estudiar el caso", ha resaltado.

"Es lamentable que haya empresas que, a sabiendas de que nuestra comunidad es trabajadora y que sufre una serie de adversidades para abrirse camino, no tengan en cuenta el significado del esfuerzo que hacen", ha subrayado el representante del Gobierno ecuatoriano en España. Calahorrano ha indicado que deben ser las autoridades españolas las que lleven el caso al hilo de las denuncias presentadas, ya que la empresa fue constituida en España, aunque sus propietarios y la mayoría de los trabajadores son ecuatorianos. La delegación, sin embargo, no tiene potestad para llamarles a declarar. "Ya teníamos señalamientos (constancia) de lo que hacía esta empresa hace tiempo. Parece que había irregularidades", ha explicado el embajador. Al no tenerlas documentadas no pudieron hacer nada al respecto. Calahorrano ha pedido a sus compatriotas que, antes de contratar un servicio de envíos, estudien bien la compañía con la que lo hacen.

Para María Piedra (52 años, 23 en España), otra de las afectadas, se trata de una situación injusta: "Mis compatriotas se esfuerzan cada día para tener algo con lo que volver a Ecuador". Ha pedido que el presidente del país, Rafael Correa, de instrucciones para que el problema se solucione y no suceda como con la empresa de paquetería Vicza, que en 2011 cerró también inesperadamente y sus miles de afectados aún no han recuperado sus pertenencias. Bañada en lágrimas, Marlene Rivera (32 años, 16 en España) explica que ha enviado electrodomésticos a su país por valor de 5.000 euros. "He trabajado de día y de noche sin poder disfrutar de mis hijas, que están allí. Me he quitado de muchas cosas para hacer estos envíos. Había pensado volver este año y ahora no va a poder ser".

Posible delito económico

Fuentes de la embajada sostienen que el caso de OGC tiene muchas similitudes con el de Vicza, una empresa que efectuaba envíos a Ecuador certificando que los bienes eran usados y por tanto no están sujetos al pago de impuestos en el país latinoamericano. Estas han precisado que si se puede demostrar que la compañía ha procedido así, se habría incurrido en un delito económico en Ecuador, ya que se habría mandado como menaje del hogar (que está exento de impuestos) objetos que no lo son. Este delito se sumaría a los que se hayan podido cometer en España, que es donde tiene su sede central la empresa. Los contratos que realizaba OGC a sus clientes precisaban que todas las pertenencias debían ser "categorizadas como usadas, salvo que el cliente diga lo contrario". Ahora se intenta esclarecer si OGC tenía una empresa filial en Ecuador, ya que su compromiso era entregar personalmente en los domicilios de sus usuarios los paquetes contratados en Europa.

El domingo se volverá a reunir la plataforma de afectados por el cierre inesperado de la empresa de paquetería OGC, que realizaba envíos a Ecuador de forma exclusiva y que operaba en España, donde tenía cinco oficinas, y diferentes países de Europa. El embajador les ha ofrecido una sala del consulado, donde estaría presente algún miembro de la delegación ecuatoriana en España. Los damnificados, sin embargo, prefieren reunirse antes sin autoridades para ponerse de acuerdo en diferentes cuestiones, aunque han agradecido con énfasis el apoyo que les brinda la embajada de su país.

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