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Barcelona inicia los trámites para desalojar a los Legionarios

La teniente de alcalde Laia Ortiz ha pedido que se anule la cesión de los terrenos a esta asociación en Sant Andreu

Legionarios desfilando en los cuarteles de Sant Andreu.
Legionarios desfilando en los cuarteles de Sant Andreu. Albert Garcia

“Exaltan el militarismo y son completamente ajenos a las dinámicas sociales y comunitarias de Sant Andreu”. Estos son los dos argumentos que ha esgrimido la teniente de alcalde y concejala de Sant Andreu, Laia Ortiz, para pedirle por carta al delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca, Jordi Cornet, que inicie los trámites para cancelar “la cesión temporal” de los cuarteles de Sant Andreu a la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Barcelona. En 2013, después de que el Consorcio de la Zona Franca comprara este espacio al Ministerio de Defensa, se decidió cederles temporalmente 5.000 metros cuadrados para que pudieran ensayar sus desfiles con el Cristo de la Buena Muerte.

La polémica cesión, que se aprobó mientras presidía el consorcio el entonces alcalde de Barcelona Xavier Trias, provocó mucha indignación entre algunas entidades de Sant Andreu, donde se organizaron numerosas movilizaciones en contra.

La carta de Laia Ortiz, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, recuerda el “fuerte rechazo” que provocó la cesión y aprovecha para reclamar que “se agilice la urbanización de los terrenos y la construcción de los equipamientos previstos en este espacio”. En los terrenos que ahora ocupan los cuarteles está prevista la construcción de dos edificios para ancianos, un centro cívico, una guardería y un edificio administrativo, entre otros equipamientos sociales. Las obras ya se han presupuestado, pero el espacio que ocupan los legionarios todavía no está afectado. Aun así, el nuevo equipo de gobierno lo tiene claro: “No nos gusta su presencia y sabemos que a los vecinos tampoco, sentenció Ortiz.

El presidente de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Barcelona, Jesús Cañadas, dejó claro que si deben abandonar los cuarteles para que empiecen las obras no opondrán ninguna resistencia pero que si deben irse “por la cara”, será distinto. “De aquí solo nos saca un juez”, aseguró.

Los 30.0000 fusiles de los cuarteles

Los cuarteles de Sant Andreu jugaron un importante papel durante el alzamiento franquista del 1936. Los militares que ocupaban las instalaciones decidieron sumarse a la revuelta y organizaron dos grupos de cuatro baterías para salir a combatir a los milicianos antifascistas. Eran 350 e iban fuertemente armados, pero no tuvieron mucho éxito: en Santa Coloma, en el Ensanche, en Sant Andreu... una a una fueron cayendo todas las columnas. Los milicianos y la Guardia de Asalto aprovecharon que la defensa de los cuarteles había quedado limitada a los requetés y a algunos voluntarios y empezaron su toma.

Sin el grueso de los militares, los fascistas no pudieron resistir el avance de los republicanos, que cada vez eran más. El 20 de julio, dos días después del alzamiento fascista, los milicianos y la Guardia de Asalto lograron someter a los requetés. Una vez dentro, se hicieron con 30.000 fusiles, que más tarde fueron utilizados en el frente de Aragón. Los cabecillas que habían organizado la revuelta fueron asesinados.

Cañadas lamentó la imagen que los medios de comunicación y algunos políticos dan sobre los novios de la muerte y aseguró que tienen buena aceptación en Sant Andreu. “Hay mucha gente del barrio que viene a vernos”, defendió y reivindicó el papel de la legión. “La gente tiene que entender que las guerras no las hacen los militares, las hacen los políticos” .

Cañadas reconoció que, anteriormente, había personas de extrema derecha que utilizaban las instalaciones pero aseguró que ya no es así. “Si viene alguien de extrema derecha, se lo guarda para él. Aquí hay sindicalistas, personas de PSOE, de Ciudadanos...”, dijo.

Además de pasear al Cristo de la Buena Muerte, los legionarios también organizan “el día de la rosa por Sant Jordi” y han convertido en huerto una parte del inmenso descampado para que personas con deficiencias intelectuales planten hortalizas, según Cañadas.

Desde que esta asociación a favor de los legionarios ocupa los cuarteles se han producido algunos enfrentamientos con antifascistas o independentistas. En el Consejo Plenario que mañana se celebra en Sant Andreu, la CUP tenía previsto recordar al gobierno municipal su promesa electoral de anular la cesión del espacio a los legionarios y destinarlo a “otras asociaciones”.

La carta mandada al delegado del Estado en el Consorcio de la Zona Franca no tendrá efectos inmediatos. El próximo pleno se reúne en junio y será allí donde se debatirá la propuesta de Ortiz. En este consorcio, en el que se encuentran representadas todas las administraciones además de sindicatos y patronales, no se vota nunca. “Las propuestas se debaten y se llega siempre a un acuerdo”, según fuentes de la institución.

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