Cadaqués destina 65.000 euros a abrir el Corral de Gala
La esposa de Dalí seleccionaba en el aprisco los modelos del pintor
El Ayuntamiento de Cadaqués (Alt Empordà) hará este año la primera inversión en la rehabilitación del conocido como Corral de la Gala, antiguo corral de cabras de un pastor que Salvador Dalí le compró en 1953 a su musa y esposa. El edificio se convirtió en su espacio de intimidad, donde ella seleccionaba los modelos de Dalí y después él los utilizaba para sus performanceso fiestas. Estaba previsto que abriera sus puertas en l 2015, pero el proyecto de rehabilitación, con un presupuesto de más de 400.000 euros, no encontró financiación.
El pleno municipal de Cadaqués, en el que equipo de gobierno de ERC tiene mayoría absoluta con seis ediles frente a los cinco de CDC, acaba de aprobar el presupuesto para el 2016, que incluye una partida de 65.000 euros para llevar a cabo una actuación urgente que permita reabrir este espacio daliniano. “La actuación es para que pueda ser visitada o se puedan hacer actos concretos allí”, explica el alcalde, Josep Lloret, que recuerda que “de momento, en el Corral de la Gala no se ha podido organizar nunca nada porque está en un estado precario”. Considera, sin embargo, que es “uno de los lugares dalinianos que tiene que poderse visitar, hacerse visitas guiadas o algún otro tipo de actividad”. Una vez hagan esta primera intervención, iniciarán conversaciones con la Fundación Gala-Salvador Dalí para incluirlo en la ruta daliniana que forman el Teatro Museo de Figueres, la casa de Port-lligat (Alt Empordà) y el Castillo de Púbol (Baix Empordà).
La previsión del anterior Consistorio convergente, de enero de 2014, era abrirlo a mediados de 2015, convertido ya en un espacio dedicado al pintor ampurdanés, para completar el mapa del universo daliniano. Las dificultades para encontrar financiación han ido posponiendo este proyecto que ahora el actual gobierno republicano pretende desencallar.
El Ayuntamiento de Cadaqués compró el Corral de la Gala, situado en lo que eran las afueras del casco urbano, al Estado y a la Fundación Gala Salvador Dalí en 1998. En 2001 se restauró el altillo y la cubierta, pero estas primeras reformas no pudieron seguirse en 2004 por falta de inversión. En 2014, cuando se cumplían 25 años del fallecimiento del genio, se intentó que el proyecto se hiciera realidad, pero sin éxito.
Dalí lo compró a un pastor trashumante de Queralbs, Pere Bonada, en 1953 y en 1957 lo estrenaron. Era el espacio de intimidad de Gala, donde además de seleccionar los modelos para el artista hacían sus celebraciones. En 1969, la musa del genio ampurdanés creyó que este lugar, aunque lejos de Port-lligat, no lo estaba lo suficiente para tener intimidad. Entonces compraron el castillo de Púbol (Baix Empordà), a 80 kilómetros de Cadaqués, y ella pasó allí largas temporadas.
El corral es un edificio con un solar de unos 1.500 metros cuadrados, situados en la calle Solitari de Cadaqués. Está construido con un material típico de la zona, la piedra seca de pizarra, al que se accede por un patio, donde originariamente pastaban las cabras. Lo forman tres estancias diferenciadas. Pasada la puerta principal, de madera, se accede a una primera sala presidida por una inmensa chimenea diseñada por el artista. Otra estancia acoge, encastado en una de las paredes, un gran escudo con la flor de Lys y, en otra pared, un gran cabezal.
Visualmente, el cabezal, que costará de reconstruir por falta de imágenes que lo inmortalizaran, estaba en otra sala, pero creaba un juego que lo situaba de gigante cabezal de la cama que Gala tenía en el altillo de la primera estancia. Dalí también añadió un anexo que se convirtió en la tercera sala y que utilizó de cocina. La diseñó a su manera: ventana rectangular y torcida.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.