Barcelona mantendrá la ayuda de 1.200 euros para menores pobres
El Gobierno de Colau tendrá que buscar una partida adicional para ampliar la cobertura
La convocatoria de la ayuda de 100 euros al mes que el Ayuntamiento de Barcelona otorga a los menores de 16 años en situación de vulnerabilidad social se mantendrá este año y servirá de embrión para la puesta en marcha de la renta municipal complementaria propuesta por la alcaldesa Ada Colau durante la campaña electoral. La renovación de esta prestación, sin embargo, no será automática y las familias tendrán que volver a solicitarla, explicó una portavoz del Consistorio.
La Tenencia de Alcaldía de los Derechos Sociales declinó informar sobre el número final de beneficiarios de la ayuda, que se definió en el mandato anterior tras un pacto entre el Gobierno encabezado por el convergente Xavier Trias y los socialistas. Según los últimos datos, de junio del año pasado, había un total de 7.609 beneficiarios. También había unas 2.000 solicitudes pendiente de cobro, pues se había agotado la partida inicial, y otras 2.500 estaban aún en trámite.
El dinero, que se entrega a través de la tarjeta Barcelona Solidaria, solo se puede dedicar a alimentación, ropa o material escolar. La condición para poder acceder a la prestación es que los ingresos de la unidad familiar sean menores a 5.975 euros al año, el Indicador de Renta de Suficiencia de Cataluña (IRSC). Se tomó como base incial el número de niños que tuvieran derecho a beca comedor y posteriormente los servicios sociales tramitaban las solicitudes, por ejemplo, de los menores de hasta 3 años.
La prórroga presupuestaria obligará al Gobierno a aprobar una partida adicional para aumentar los 9,2 millones de euros que ya figuraban en las pasadas cuentas municipales y así ampliar la cobertura. Laia Ortiz, segunda teniente de alcalde, explicó que la idea es que la entrega de la renta infantil pueda hacerse con un trámite mucho más sencillo y a través, por ejemplo, de las oficinas de atención al ciudadano, para así darle un carácter menos asistencialista.
El Ayuntamiento, sin embargo, espera que la prestación para los menores termine siendo reemplazada por la renta municipal complementaria que Barcelona en Comú llevaba en su programa electoral y que hacía parte de su plan de choque. Ortiz explicó que en el primer trimestre de este año se encargarán los estudios iniciales sobre esta nueva ayuda, orientada para las familias bajo el umbral de la pobreza, y que se espera que se pueda incluir de cara a los Presupuestos de 2017. Se calcula que inicialmente implicaría destinar 25 millones de euros.
La idea es que la renta, de carácter variable, compense los ingresos de las unidades familiares hasta llegar a unos 600 euros, el equivalente al 60% de la renta media de Barcelona. Se trata de una política que genera ciertas dudas sobre cómo, por ejemplo, se compatibilizaría con la renta mínima de inserción que otorga la Generalitat. La renta barcelonesa, además, duraría hasta que el Parlament apruebe una renta ciudadana para toda Cataluña.
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