Ruiz presume de que la salud no ha empeorado durante la crisis
Los grandes indicadores sanitarios mejoran, aunque las rentas más bajas utilizan más los servicios públicos, según un estudio
"La envergadura de la crisis de la crisis no se ha traducido de forma proporcional en el empeoramiento de la salud [de los catalanes] ni del sistema sanitario". Satisfecho se ha mostrado el consejero de Salud de la Generalitat en funciones, Boi Ruiz, durante la presentación del informe Efectos de la crisis económica en la salud de la población en Cataluña. El estudio muestra como los grandes indicadores de salud --como la esperanza de vida o la mortalidad, que mejoran-- "resisten" el impacto de la crisis, aunque también señala como las rentas más bajas utilizan los servicios con mayor frecuencia y tienen más sensación de tener mala salud.
Los responsables de Salud pasan de puntillas sobre los datos de aumento de los suicidios
El estudio lo ha presentado el director de la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña, Josep Maria Argimon, que ha insistido en "no hacer causa-efecto" en la relación entre crisis y salud. Argimon ha recordado además que el 80% de factores determinantes de la salud recaen fuera de los servicios sanitarios.
En vista de los datos, el secretario de Salud Pública, Joan Puigdollers, se ha congratulado de que "el modelo sanitario catalán ha dado respuesta a las necesidades de los ciudadanos de Cataluña", de la buena relación entre departamentos, y ha celebrado que "la cohesión social funciona de maravilla".
El plan de choque, "asumible"
El consejero de Salud en funciones, Boi Ruiz, ha considerado "asumibles
y sensatas" las medidas en materia sanitaria (14 del total de 35) que recoge el plan de choque social incluido en la propuesta de acuerdo de Junts pel Sí a la CUP para poder formar gobierno. "No dice nada que no hayamos dicho antes", ha afirmado, en relación a aspectos como reducir las listas de espera. Ruiz ve el plan "factible siempre y cuando cuente con el presupuesto previsto".
Tanto Puigdollers como Argimon han pasado de puntillas sobre los datos que hay sobre suicidios, los últimos de 2013, que indican que Salud contabilizó 537 muertes por suicidio, la cifra más alta registrada. Este dato supone un incremento del 6% con respecto a 2012 y hasta un 44,7% desde el inicio de la crisis en 2007 (cuando se registraron 371 decesos por esta causa, según el Registro de Mortalidad de Cataluña).
En el aspecto en el que han reconocido un empeoramiento de la situación es en la población más vulnerable, que Salud puede contabilizar fijándose en las 300.000 personas de menor renta, que son las que están exentas del copago sanitario: parados de larga duración o perceptores de rentas de inserción. En este sentido, han reconocido que presentan peores indicadores de “salud autopercibida”, que van más al médico –precisamente para preguntar si están enfermos--, los ingresos hospitalarios son superiores (un 1,5% más) y la cifra de atendidos de este segmento en centros de salud mental se multiplica por 3,5%. El estudio también constata como la población desempleada presenta mayor consumo de tabaco y alcohol.
A modo de síntesis, el consejero ha concluido que “la crisis se traduce en dos elementos: menos renta de la población y menos recaudación pública”. Y ha zanjado: “El peor problema sanitario que tenemos se llama paro”.
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