Se armó el belén en Sol

Un inmenso belén de 150 metros cuadrados y tres toneladas de peso preside desde ayer un patio del edificio de la Casa de Correos, en la Puerta del Sol. El nacimiento, con 500 figuras, ha sido obra de medio centenar de artesanos (algunos de ellos con la categoría de maestros) de la Asociación de Belenistas de Madrid. Solo el montaje ha supuesto tres días a pleno rendimiento y han tenido que intervenir una treintena de personas.

La asociación comenzó a debatir en febrero los motivos que iba a elegir. “El año pasado, cuando terminamos una visita al anterior belén, una niña nos preguntó por qué el niño Jesús había nacido en Toledo. Eso nos hizo replantearnos el de este año”, explica el expresidente de este colectivo Ángel Ibáñez. En 2014 se celebraba el cuarto centenario de la muerte de El Greco y se reprodujeron motivos de la ciudad manchega.

En la distribución han participado una arquitecta y dos diseñadores. A partir de sus bocetos, en los que se han tenido en cuenta pesos, dimensiones y ubicación, se pusieron a trabajar medio centenar de socios a un ritmo de cuatro o cinco horas al día. Entre ellos hay cinco maestros belenistas, categoría que se consigue por la experiencia y la pericia acreditadas para montar los nacimientos. La leyenda de este año es “Hemos seguido su estrella” y tiene representaciones tradicionales como la anunciación de la virgen, la sagrada familia o Herodes y su guardia, junto al faro de Alejandría o la reproducción del templo de Egipto. “En total habrá unas 10.000 horas de trabajo, en las que se han puesto mucha dedicación y mucha artesanía”, señala Eugeni Barandalla, presidente de la Asociación de Belenistas de Madrid (670 socios), la más grande de España. Muchos de los artesanos están ya jubilados, por lo que han podido dedicar más tiempo a la tarea.

Para el montaje se han utilizado 500 kilos de corcho, 250 metros cuadrados de musgo, una tonelada de arenas y gravas de distintos colores y dimensiones (polvo de mármol, piedra triturada, grava y arena lavada, entre otras) y más de 30 especies vegetales. También se han empleado 3.000 tornillos, 200 bombillas y más de un kilómetro de cable. Un detalle: tan solo el agua que representa el mar pesa una tonelada.

El belén estará abierto hasta el próximo día 6 de 10.00 a 21.00, salvo los días 24 y 31 de diciembre, que cerrará a las seis de la tarde. El 1 de enero no se abrirá. Una vez que se desmonte, todo el material pasará a los almacenes de la asociación, que guarda todos los belenes anteriores. “Este año tiene un carácter más bíblico, aunque se tratan ya temas como la astrología, con un planetario”, añade el presidente.

Las dimensiones de este nacimiento contrastan con el que se ha instalado en la sede del Ayuntamiento en Cibeles. Este consta de 30 figuras —frente a las 200 de los conjuntos históricos presentados en los últimos tres años— y de un espacio reducido, de 2,8 por 2,8 metros. Pertenece a la colección privada del artesano José Luis Mayo Lebrija. “En esta ocasión se han querido primar las piezas que dan vida a los belenes”, señalan fuentes de la Concejalía de Cultura.