El PP catalán afronta las generales con la peor expectativa de voto en 25 años

Los populares empiezan la campaña para las elecciones generales más difícil en Cataluña de las seis últimas convocatorias. El partido ha preparado una caravana “modesta”, con la que pretende frenar la caída de votos —de 19 a 11 escaños en el Parlament en los comicios del 27-S— que le ha supuesto la competencia de otros partidos no catalanistas como Ciudadanos. El candidato, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, avisó ayer de que será beligerante contra Mas: “Va de éxito en éxito hacia la hecatombe”.

Lo cierto es que su partido también cae. Según el último sondeo del CIS, publicado ayer mismo, el PP solo sacará cuatro diputados en Cataluña. No tenía un resultado tan bajo desde 1989, la segunda legislatura en la que el socialista Felipe González se hizo con la victoria. La formación es consciente de que no podrá alcanzar ni de lejos, sus hitos históricos en Cataluña: Doce diputados en las generales del 2000 que le dieron mayoría absoluta a Aznar y los once de 2011, los pasados comicios, que auparon a Rajoy a la Moncloa y otorgaron la mayor cuota de poder al partido. El ministro, consciente de la situación, pidió a los militantes presentes que se esforzaran en la campaña. "Todos somos necesarios, vamos a ganar a las encuestas", explicó.

 Según la misma encuesta, el partido no tendrá representación ni en Lleida ni en Girona. En contra que el PP nacional, en Cataluña los populares no se adentrarán en el mundo rural, donde dominan los partidos independentistas. En principio, la formación solo prevé cuatro actos fuera del área metropolitana de Barcelona: en las tres capitales restantes y en Hospitalet del Infant (Tarragona) El director de campaña, el polémico Xavier García Albiol, explicó ayer que el partido prevé gastarse unos 350.000 en los comicios.

 Bajo el lema España amb seny, el partido se presenta intentando arrebatar a Ciudadanos los máximos votos posibles. "Votar a Rivera es votar al PSOE, al paro y a la crisis", dijo la aún presidenta del partido, Alícia Sánchez-Camacho. El propio Fernández Díaz alertó de los posibles pactos postelectorales para formar Gobiorno y puso como ejemplo la situación de bloqueo en Cataluña. "España no es una broma ni el Gobierno está para hacer experimentos de política. Oigo a quien dice que votará a unos para que gobiernen otros. Si queréis que gobierne el PP, votad al PP", añadió.