Mascarell presenta el museo de la arquitectura sin el plácet municipal
El consejero de Cultura no descarta que el centro acabe construido fuera de Barcelona
La incertidumbre política que vive Cataluña le sienta bien al consejero de Cultura Ferran Mascarell. Si el resultado electoral hubiera permitido nombrar a un nuevo presidente de la Generalitat, el gobierno sería otro. Como no ha sido así, la legislatura vive una prórroga que ha permitido a Mascarell, como consejero en funciones, presentar algunos de los proyectos que estaban en marcha. El lunes fue el portal de la fotografía catalana, embrión del Centro Nacional. Ayer, el Museo de Arquitectura y Urbanismo de Cataluña (Mauc), un proyecto que Mascarell ha defendido hace años y del que dio a conocer sus grandes líneas, sin llegar a concretar los plazos, el presupuesto e incluso el lugar con seguridad, donde se materializará dicho museo.
En la sede del Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC), junto a los coautores del proyecto, Antoni Nicolau y Fernando Marzá y el consejero en funciones de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, Mascarell explicó que el centro, tal y como ya había avanzado este diario en julio de 2014, contará con las colecciones y el archivo del COAC, que dispone de una biblioteca de 200.000 volúmenes y un archivo de 2 millones de documentos; que contará con una exposición estable de 2.500 metros cuadrados y otros 1.000 para exposiciones temporales y que el museo se ocupará en siete ámbitos: alimentación, vivienda, energía, ciudad, poder, servicios, vacaciones/turismo.
Pabellones multiusos
Cuando en abril de 2013 salto la noticia de que los antiguos pabellones de la Fira de Alfonso XIII y Victoria Eugenia (construidos por Puig i Cadafalch para la Exposición de 1929) se apuntó que acogerían la colección de arte de la baronesa Carmen Thyssen. Una opción que fue decayendo con el tiempo hasta no hablarse de ella, sobre todo, por el desacuerdo económico entre La Caixa, que debía financiar la operación y la coleccionista, que pedía cinco millones de euros anuales por el alquiler de las obras. En mayo de 2014, Antoni Vives, concejal de Habitat Urba, dio a conocer que uno de los pabellones sería para el Museo Nacional de Arquitectura, una vieja aspiración tanto del alcalde de entonces Xavier Trias y del consejero Ferran Mascarell.
En enero de 2015 Mascarell anunció que otro de los pabellones se destinaría para el Centro Nacional de la Fotografía, un proyecto, todavía virtual, que se presentó el pasado lunes. El anterior concejal de Cultura Jaume Ciurana explicó en marzo pasado a la oposición que lo acusaba de dejar que liderara el proyecto a Mascarell, que los pabellones también acogerían "un gran hall para celebrar grandes exposiciones, ya que la ciudad no cuenta con un lugar idóneo". Durante un tiempo sobre la mesa también estuvo la posibilidad de que las 200 obras ofreció Sean Scully a la ciudad se expusieran en este lugar, junto al MNAC. Al parecer, el artista irlandés pidió a cambio de las obras un museo propio, pero desde el consistorio Trias se le convenció (también a sus representantes) que las era mejor mostrarlas en los pabellones.
Sin embargo, la protagonista de la presentación fue Berta Sureda, la comisionada de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona; ausente pese a que estaba anunciada en la convocatoria, reafirmando la postura de no secundar, sobre todo construir, nuevos proyectos en la ciudad, sino consolidar los ya existentes. “El Ayuntamiento ha pedido un tiempo para estudiar el proyecto y hacerlo suyo. Será entonces cuando se podrá abordar la segunda fase, más ejecutiva, que será a partir de la primavera”, aseguró Mascarell, consciente que sin la participación municipal su museo de Arquitectura corre el riesgo de quedarse en un cajón —como le ha ocurrido a otros proyectos como el Museo de la Sociedad, que lanzó hace años Joan Manuel Tresserras y que el Plan de Museos recogió.
“Nadie lo ha explicado”
Desde el Ayuntamiento aseguraron ayer que la presencia de Sureda no estaba prevista y que, además, “no se conoce el proyecto ni nadie lo ha explicado”, aunque, quieren matizar que no se está en contra de este proyecto ni del resto de los planes que hay para los dos pabellones de la Fira situados junto al MNAC en los que se quiere instalar también el centro de fotografía y ampliar el citado museo para realizar sus exposiciones temporales. “Se estudiará uno a uno”, defienden.
La no vinculación clara del Ayuntamiento barcelonés con el proyecto hizo que durante la presentación no se hablara de otros posibles fondos; entre ellos el importante archivo creado durante dos décadas por la Fundación Mies van der Rohe (municipal) o las licencias urbanísticas concedidas en la ciudad en los últimos 200 años. Además, en un momento dado, Mascarell explicó que “pese a que inicialmente se había hablado de ubicar el museo en los pabellones de Montjuïc, podrían buscarse otras ubicaciones, incluso fuera de Barcelona”.
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