"Ya estamos trabajando para el nuevo Museo de la Sociedad"
Xavier Llobera (Andorra, 1959) fue nombrado en octubre director del Museo de Arqueología de Cataluña (MAC) tras dimitir el anterior director por criticar las decisiones del Departamento de Cultura y Medios de Comunicación de crear un museo de la sociedad que integrará a los de Arqueología, Etnología y de Historia de Cataluña, y por el traslado de la escultura de Esculapio a Empúries.
Pregunta. ¿Cómo afronta su cargo sabiendo que en 12 años el MAC ha tenido siete directores?
Respuesta. No pretendo jubilarme en Cataluña, lo haré en mi pueblo. Tengo casi 50 años y me quedan 15 de vida laborable. La mayoría de los directores anteriores han dimitido, fue su opción.
P. Usted es ciudadano andorrano. ¿Cómo explicaría su elección: por capacidad, por confianza o porque ya no quedaba nadie aquí que quisiera serlo?
R. Había cinco candidatos. He de reconocer que era el preferido del director general, pero tenía un perfil mixto como arqueólogo y como gestor. Además, estudié en la Autónoma y he excavado aquí.
P. ¿Ha sido el impulsor del proyecto de unión de los tres museos?
R. No. Pero estoy a favor.
P. Para justificar la disolución del MAC se ha dicho que está formada por colecciones diversas. ¿No sería suficiente con un nuevo enfoque museográfico?
R. Un museo tiene que crecer y cambiar sus colecciones. Cuando empecé me propuse que el museo explicara la historia de Cataluña desde el paleolítico hasta el siglo X, pero con las colecciones y el museo actual no es posible explicar esta time line de forma coherente. Estamos trabajando para conseguirlo, sea en un museo nacido de la fusión de tres o en un nuevo museo nacional de arqueología. Ya hemos empezado. Estamos acabando las obras en las salas de prehistoria y vamos a exponer materiales nuevos del final del paleolítico que hemos traído.
P. ¿Están reformando salas pese a que en 2014 no estarán aquí?
R. Habrá que ver lo de 2014, pero yo no puedo jugar con eso. Al final de la legislatura se decidirá si el proyecto sigue adelante, dónde se hará el nuevo museo y con qué recursos. Pero eso no detiene la vida de este museo. Nuestro primer objetivo es dignificar las salas. Vamos a gastar 400.000 euros en dos años para cambiar la museografía, crear un discurso nuevo, mejorar las vitrinas y dignificar la presentación. De todas formas, ese trabajo no se perderá, será transportable y servirá en el nuevo museo. Ya estamos trabajamos para el nuevo Museo de la Sociedad de forma teórica [el director muestra un grueso informe llamado Museo Nacional de Historia, Arqueología y Etnología de Cataluña] y práctica.
P. ¿Se han solucionado los problemas de goteras del edificio?
R. En marzo empezarán las obras valoradas en dos millones de euros. No se puede entregar el edificio así al Ayuntamiento.
P. Tienen las peores cifras de visitantes de los grandes museos de Barcelona (24.968), y han descendido el 8,6% en 2008. ¿Es por el traslado de Esculapio?
R. No. Tiene que ver con muchas cosas. Había cuatro salas en obras desde hacía años. La gente se cansa. El museo se hace viejo y poco atractivo. Además, en difusión no se aumentará un euro hasta que no esté adecentado.
P. ¿Cómo se coordina el trabajo con las otras sedes del MAC?
R. Todas las sedes tienen director, menos Barcelona, la más compleja. Uno de mis objetivos es acercarme más al territorio, pero me tengo que sacar de encima Barcelona; se come todo mi trabajo.
P. ¿Nombrando un director?
R. Si puedo sí, desde luego. Ya lo estoy organizando.
P. Los seis millones que se invirtieron en el centenario de Empúries ¿han servido para conocer mejor el yacimiento?
R. Ahora se conoce más fuera de España. Empúries sigue siendo la niña bonita del MAC. Este año se restaurará el foro romano, se excavará en tres sitios y una empresa hará un estudio con radar para estudiar el urbanismo oculto.P. ¿Cómo valora el Plan de Arqueología (Piacat), que elabora el Departamento de Cultura?
R. La arqueología catalana vive un momento de consenso. El Piacat será una buena opción, a mi gusto un poco light; le falta caña de los arqueólogos contra la Administración.
P. ¿Ha introducido cambios en su despacho?
R. Sólo he cambiado la mesa antigua por una nueva.
P. ¿La de Bosch Gimpera?
R. No estaba claro que fuera de él; además, era incómoda para trabajar y yo he venido a trabajar.
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