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Absueltos dos policías denunciados por el ‘dolçainer’ de Obrint Pas

El tribuna considera "levísimos" los "indicios de culpabilidad" El músico mantiene que le recriminaron al hablar valenciano

Ignacio Zafra
El grupo Obrint Pas en una actuación de 2010.
El grupo Obrint Pas en una actuación de 2010.

La Audiencia de Valencia ha absuelto a dos policías a quienes el dolçainer de Obrint Pas, Miquel Lluis Gironés, había denunciado como presuntos autores de un delito de detención ilegal, un falta de lesiones y otra de amenazas y vejaciones. Unos hechos que, según Gironés, estuvieron vinculados a de que se dirigiera en valenciano a los policías tras haber tirado unos papeles en el suelo, algo que ellos han negado. Los magistrados consideran que los "levísimos indicios de culpabilidad" contra los agentes no bastan para desvirtuar la presunción de inocencia.

La fiscalía solicitaba que los agentes fueran condenados a 10 años de inhabilitación y a pagar una multa de 10 años. La acusación particular pedía tres años de cárcel para los agentes. Los agentes defendieron su inocencia en el juicio celebrado hace dos semanas.

La Sección Quinta de la Audiencia de Valencia considera probado que el 25 de marzo de hace dos años Gironés se encontraba en su automóvil en el barrio valenciano de Benimaclet y arrojó o dejó caer unos papeles, lo que le fue recriminado por los dos policías que estaban de patrulla. Gironés les dijo que se le habían caído de forma accidental mientras buscaba algo en la guantera. El músico se identificó. Los agentes registraron el coche y llamaron la atención sobre un estuche del maletero que contenía la dolçaina, el instrumento que Gironés tocaba en el grupo, que se retiró de los escenarios en 2014.

La sentencia recoge la versión de los policías: que al comenzar a registrar el automóvil el músico se puso nervioso, empujó a uno de ellos y fue esposado, llevado a comisaría y liberado horas más tarde sin sufrir daños. Gironés mantuvo, por su parte, que uno de los policías intentó abrir el estuche del instrumento forzándolo, extremo que trató de impedir, que le recriminaron por dirigirse a ellos en valenciano y que a continuación lo detuvieron y recibió varios manotazos en la cara.

"Tanto el denunciante como los denunciados acusados mantienen sus versiones con igual contundencia y veracidad no pudiendo apreciar con la inmediación judicial la realidad del hecho denunciado", consideran los jueces.

"Si bien contamos con algún indicio de poder ser verdad tal agresión en la cara", prosigue la sentencia, no ha resultado "acreditado" que las lesiones se produjeran tras la detención. Gironés no acudió al médico hasta el día siguiente, cuando el facultativo apreció una "contusión mandibular", y no denunció los hechos hasta un mes más tarde. Tampoco considera suficiente el tribunal la foto que los amigos del músico le hicieron, porque no ha quedado probado que la imagen se tomara, como sostienen, al salir de comisaría. Ni la declaración de un vecino que observó la detención desde un quinto piso una vez que ya se había empezado la discusión.

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"Ninguno de estos argumentos se sostienen para poder fundar una condena en derecho dada la inmediación judicial, la existencia de versiones contradictorias, dando a ambas el mismo valor", señala el fallo para justificar la absolución. Contra la sentencia cabe recurso.

Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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