El conflicto de Valeo: de la imposición a la negociación
La reapertura de la negociación es una victoria de un colectivo de trabajadores y trabajadoras que han sabido defender su empleo
El pasado 23 de julio se inició uno de los conflictos laborales más importantes de los últimos años. El anuncio del traslado de la producción de Martortelles a Zaragoza amenazaba el empleo de 250 personas en la planta de Martorelles y ponía a prueba la capacidad de respuesta y movilización de los trabajadores y trabajadoras de Valeo
El comité de empresa, con mayoría de CCOO, ha liderado un proceso de movilización que ha penetrado la opinión pública y las redes sociales despertando la solidaridad de miles y miles de ciudadanos identificados con los 250 trabajadores y trabajadoras, nuevas víctimas de una decisión empresarial que, amparada por la reforma laboral más regresiva del último periodo democrático, les dejaba en desamparo a ellos y a sus familias.
Desde el primer momento CCOO planteó reivindicaciones que permitían abrir las vías de solución del conflicto: medidas industriales, laborales y sociales; y la retirada del procedimiento administrativo abierto por la empresa. Una batería de propuestas opuestas frontalmente a las de la empresa, que se centraban en de trasladar toda la plantilla a Zaragoza o despedirla, en base al cálculo de la última reforma laboral de 20 días por año con el máximo de una anualidad.
La unidad de toda la plantilla y del conjunto del comité de empresa alrededor de unos objetivos claros y concretos, más el trabajo técnico, jurídico y sindical, impecable, han conseguido que la dirección de Valeo se convenciera de la posible nulidad de la decisión empresarial y se viera obligada a reconducir la situación abriendo la negociación con el comité de empresa. Este era el escenario que la empresa no debía de haber abandonado nunca y que hubiera ahorrado mucho sufrimiento a las familias afectadas, durante todo el verano incluyendo sus vacaciones, y el deterioro de la imagen de la compañía por su falta de sensibilidad social.
La reapertura de la negociación es una victoria de la lucha de un colectivo de trabajadores y trabajadoras que han sabido defender su empleo, con organización, compromiso y dirección sindical de sus representantes. Sin embargo, el conflicto no ha concluido y así lo han entendido tanto CCOO y el comité de empresa, como el conjunto de la plantilla, que mantiene la huelga indefinida para seguir exigiendo a la multinacional la respuesta a las reivindicaciones que siguen vigentes: soluciones industriales, laborales y sociales.
La negociación ahora debe tomar el protagonismo. Este es el principal sentido de la movilización: conseguir recomponer las posiciones entre las partes, equilibrando la negociación, cuando las empresas no quieren atender los planteamientos de los trabajadores y quieren imponer autoritariamente una decisión. El viejo binomio de la lucha sindical: movilización-negociación.
Este conflicto evidencia que cuando hay dirección y compromiso sindical, como han demostrado CCOO y el resto de sindicatos en el comité de empresa, y con la plantilla unida, es posible forzar que se abra el espacio de negociación y evitar la imposición unilateral de la dirección de la empresa. Ahora la utilidad sindical debe demostrarse manteniendo la misma eficacia en la negociación. Solo así la lucha sindical tendrá utilidad para la plantilla. En las próximas semanas el objetivo es llegar a un acuerdo que contemple los tres pilares de sus reivindicaciones.
Desde CCOO estamos convencidos de que los trabajadores y trabajadoras lo conseguirán, han demostrado inteligencia colectiva, tenacidad y compromiso con sus planteamientos. Tres valores imprescindibles para defender sus intereses.
Joan Carles Gallego es secretario general de la CC OO de Cataluña y Javier Pacheco, secretario general de la federación de Industria del sindicato.
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