Mas exige “independencia” a los jueces ante la cúpula judicial

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha reivindicado este lunes que la “independencia de la justicia” es el “sustento fundamental de la democracia”. Seis días después de ser imputado por desobediencia al organizar la consulta independentista del 9-N, y en un escenario complicado –rodeado de toda la cúpula judicial– Mas ha rechazado, sin mencionar directamente su imputación, “cualquier utilización partidista de la justicia” porque puede “mermar” la “calidad democrática”.

Durante la inauguración de la reunión anual de la Unión Internacional de Magistrados, que este año se celebra en Barcelona y congrega a más de 250 jueces de todo el mundo, Mas ha alabado que se debate sobre la independencia judicial “en un país como Cataluña, que tiene un largo compromiso con la democracia”. En un discurso en el que ha trenzado el inglés, el francés y el español, Mas ha dado a los jueces la bienvenida a Cataluña, “una de las naciones más antiguas de Europa”, y ha recordado la “larga tradición judicial” del país, que tiene su propio código civil.

A diez días de declarar como imputado por un presunto delito de desobediencia, Mas ha coincidido en el acto con toda la cúpula judicial española, incluidos la fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, y el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes. Al igual que el presidente catalán, Lesmes ha hecho alusiones indirectas a la situación política en Cataluña y a la causa abierta contra Mas: “Hacer respetar la ley nunca se puede considerar una afrenta”.

Lesmes ha reivindicado la independencia judicial que Mas ha reclamado en su discurso. “Nuestras decisiones ni están ni pueden estar condicionadas por su contenido, o por los tiempos en que se adoptan, ni por las razones oportunistas o caprichosas, o en virtud de intereses de otros poderes públicos”, ha dicho Lesmes. “Los ciudadanos tienen que confiar en la justicia y en los jueces, y han de tener la seguridad de que no tenemos más principio rector que el que establece la ley”.

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) imputó a Mas el pasado martes, apenas dos días después de las elecciones catalanas y en pleno debate sobre la posibilidad de que vuelva a ser investido presidente. Los independentistas consideran que se trata de un juicio “político” y creen que la fecha elegida para imputarle –junto a la exvicepresidenta Joana Ortega y la consejera de Enseñanza, Irene Rigau- no es inocente.

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, dijo entonces que Mas no había sido imputado antes para “no interferir” en la campaña del 27-S. Catalá también ha hablado en la sesión inaugural del congreso, pero ha evitado nuevas alusiones y se ha limitado a hacer suyas unas palabras pronunciadas por el Rey, Felipe VI. “El respeto a la ley” –ha recordado citando al monarca- es la fuente de legitimidad y la exigencia para una convivencia democrática en libertad”. Catalá ha recordado que ese respeto “nunca puede ser un trámite o un formalismo”.

El discurso de Catalá, como los del resto de autoridades, ha sido tímidamente aplaudido por un Mas frío y distante con la cúpula judicial pero cálido con los jueces asistentes, a quienes animó (en inglés) a “disfrutar” de Barcelona. En la mesa de oradores, Mas ha estado cruzado de brazos la mayor parte del tiempo y no ha intercambiado palabras con Lesmes, que ha presidido el acto en el edificio del Caixaforum.

La fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, ha recordado que “ningún poder es ilimitado” y ha defendido la necesidad de “aplicar la ley en la más estricta imparcialidad”. Pablo Llarena, presidente de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura –que organiza el acto- ha señalado el “pleno sometimiento del poder político a la ley” y ha rechazado la “politización” de la justicia.