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El distrito mimado de Colau vota a Ciutadans

El partido de Rivera supera a la izquierda y se impone a Junts pel Sí en Nou Barris, el área más pobre de Barcelona

Clara Blanchar

Nou Barris se levantó ayer, como es habitual, con una nueva romería de vecinos y activistas dispuestos a parar los cuatro desahucios que había previstos en la zona. Se consiguieron aplazar todos. Es el distrito más pobre de Barcelona (con una renta de 56 sobre una media de la ciudad de 100); tradicional feudo socialista; con una potente red de entidades agrupadas en la plataforma Nou Barris Cabreada; el segundo que más votó a la alcaldesa Ada Colau, y el que ésta eligió para estrenarse parando desahucios… Esta vez, los vecinos de Nou Barris convirtieron a Ciutadans en la fuerza más votada. Fue el único distrito de Barcelona donde no ganó Junts pel Sí. La clave: el factor identitario. Nou Barris aparcó el eje social, leyó las elecciones del domingo como plebiscitarias y votó no.

Ciutadans cerró la campaña en Nou Barris, en la plaza de Virrei Amat, entregada a su líder, Albert Rivera, con vecinos asomados a los balcones y al grito de “sí que se puede”, el que popularizó la PAH parando desahucios, tal y como relataba la crónica de este diario. Su propaganda electoral ofrecía ayudas de hasta mil euros por hijo, guarderías y libros de texto gratis, prometía transparencia, apoyo a los autónomos y abrir quirófanos cerrados. “Nuestras propuestas sociales en educación y sanidad son intocables”, defiende el secretario de Organización y diputado electo, Fran Hervias: “Y sin duda el distrito ha apoyado también el mensaje de una Cataluña dentro de España y Europa, que tanto PSC como PP han vendido, pero que ahora sufren desgaste por su pasado”.

Lo paradójico es que Ciutadans no tiene arraigo en el distrito. Tiene tan poco, que durante la jornada electoral del domingo tuvo que mandar apoderados de otros puntos de España. Tan poco, que en el debate electoral que organizó Nou Barris Cabrejada semanas atrás no participó nadie de Ciutadans, pese a que fueron invitados. Lo explica Albert Recio, uno de los activistas más veteranos del barrio de La Prospe y de las plataformas vecinales. “Es un partido virtual”, opina.

“Han ganado el pulso identitario”, resume Recio. “Les ha votado la gente que no se siente catalana, porque el factor renta, las clases sociales, también tienen que ver con el origen nacional, las oleadas migratorias son las que son, y se mezclan como ocurre en L'Hospitalet o Santa Coloma”. Recio, que el domingo ejerció de apoderado de Catalunya Sí que es Pot, explica que había vecinos extrañados de que en las papeletas “no pusiera ni ni no”.

Conflicto identitario

La nula implicación de la alcaldesa Ada Colau en la campaña de Lluís Rabell y el poco tirón del líder de Podemos, Pablo Iglesias, en la complejidad del tablero electoral catalán, también han pesado en el voto de Nou Barris, subrayan Recio y otras voces, como la del consejero del distrito, Manuel Cubero. También destacan que, tanto PSC como CSQP “han salido relativamente bien parados”, con porcentajes de voto en el distrito del 18,4% y el 13,8%, respectivamente. Junts pel sí obtuvo el 21,8%.

En Pedralbes ganó Junts pel Sí y en Vallbona, Ciutadans

16 vecinos de La Clota de Barcelona votaron al PP. Y 66 de La Marina del Prat Vermell a Catalunya Sí que es Pot. A este detalle baja el informe por barrios de las elecciones del domingo. Las tablas de los 73 barrios retratan el comportamiento electoral de la ciudad. Y cruzadas con otras variables, como la renta, se observa cómo los mayores índices de participación (más del 80%), se registraron en barrios acomodados; o que los barrios donde menos gente fue a votar fueron el Raval, la Zona Franca y dos de los más pobres de la ciudad: Ciutat Meridiana y Trinitat Vella, donde no se alcanzó el 50% del censo. En el barrio más rico, Pedralbes, ganó Junts pel Sí. Y en el más pobre, Vallbona, Ciutadans.

Junts pel Sí ganó en 58 de los 73 barrios. En los 15 restantes, se impuso Ciutadans. Aquí acaba la variedad en lo que al partido más votado se refiere. La coalición ganadora obtiene su récord en porcentaje de votos en los barrios del Putxet y el Camp d'en Grassot, con el 48%. Apenas obtuvo un 14% en Roquetes. Ciutadans aparece como un partido transversal en la variable de renta de sus votantes. Obtiene porcentajes superiores al 28% tanto en La Marina del Prat Vermell como en Pedralbes.

El PSC, tercera fuerza en la ciudad, tiene sus mejores resultados en Ciutat Meridiana y Torre Baró, con un 25% y un 24% de los votos. En cambio, los socialistas apenas cosechan el 4,1% en Tres Torres. Respecto a la CUP, concentra los mayores porcentajes de voto en Gràcia (18%) y el Gótico (17,2%) y en cambio sólo le votó el 3,1% de los electores de Les Tres Torres. En cuanto a Catalunya Sí que es Pot, su principal granero es La Prospe (16,9%) acompañado de Canyelles, Roquetes o Verdum. El PP, donde más apoyo recibe es en Pedralbes, 17%, y donde menos, en Vallvidrera y Poblenou (menos del 5%).

El ascenso de Ciutadans en las últimas tres convocatorias electorales ha sido imparable. El partido de Rivera obtuvo un 8,7% de los votos en las europeas de 2014 (sexta fuerza, 4.545 votos, con menor participación); un 12,7% en las municipales del pasado mayo (tercera fuerza, 8.474 votos); y el 22,7% el domingo, la suma de 19.552 votos. Está por ver qué resultado obtendrán en diciembre en las generales: si seguirá creciendo o Nou Barris volverá a votar a la izquierda.

Ayer de buena mañana en la concentración para detener el desahucio de Luisa Maberliz y Bladi, dominicanos que ocupan un piso en el barrio del Verdum, los asistentes coincidían en el peso del voto identitario como determinante en la victoria de Ciutadans. “El distrito ha votado en clave plebiscitaria, aunque la renta también ha pesado, ahí están los resultados de Iceta y Rabell”, afirmaba Francisco Garrobo, hoy en la CUP-Capgirem pero con un breve paso por Ciutadans, “hace diez años”. Garrobo subrayó además que Ciutadans “nació como partido no nacionalista y ha virado hacia el nacionalista español”.

Fili Bravo, el veterano presidente de la asociación de vecinos de Ciutat Meridiana, Ciudad Desahucio, calificaba la victoria de la candidatura de Inés Arrimadas de “absurda, incongruente, solo explicable como rechazo a la independencia”. En la misma línea opinaba Salva Torres, de la asociación 500x20: “Las elecciones se han planteado como un conflicto identitario y la gente no se ha visto reconocida en el eje social, que no ha tenido visibilidad ni en TV3 ni en los unionistas”.

Activista hasta hace pocos meses y hoy consejero del distrito por Barcelona en Comú, Manuel Cubero, también conviene que Nou Barris “ha votado en clave plebiscitaria” y apunta que las constantes apariciones de Ciutadans en cadenas con buenas audiencias en el distrito, como La Sexta, Tele 5 o Antena 3, han pesado en el voto. Cubero compara el fenómeno de Ciutadans en Nou Barris con la irrupción del partido en Andalucía: “De no tener nada, a entrar a saco”.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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