El PSC finiquita la “excepcionalidad” y vaticina su despegue electoral

Los socialistas catalanes consideran que las elecciones del domingo suponen un punto y aparte en su imparable descenso y que a partir de ahora mejorarán los resultados y volverán a ser una fuerza indispensable de la política catalana. "Se ha cerrado el período de excepcionalidad y en las generales obtendremos más votos. Vamos de remontada", proclamó este lunes Miquel Iceta, primer secretario del PSC tras la ejecutiva del partido.

Para ilustrar su optimismo, recordó que cuando en el mes de junio acudieron a solicitar un crédito para financiar la campaña, la entidad bancaria limitó su importe ante la previsión de que solo obtendrían ocho diputados en las elecciones autonómicas, y finalmente han sido 16.

Iceta reconoció que Ciutadans "ha penetrado" en el electorado tradicional del PSC en el área metropolitana de Barcelona, pero vaticinó que parte de ese voto y de otras formaciones volverá a ser de los socialistas. "Vamos a jugar muy fuerte con Pedro Sánchez", dijo Iceta para razonar su afirmación y anunció que el líder del PSOE regresará el próximo viernes a Barcelona.

"Sabe que no puede ser presidente del Gobierno de España sin tener las ideas muy claras sobre la situación de Cataluña", precisó Iceta, quien anunció que este martes se reunirá el consejo de política federal del PSOE para analizar la situación catalana.

Por otra parte, el líder del PSC ha descartado la entrada de su partido en cualquier gobierno de coalición con la CUP, Esquerra y Catalunya Sí que es Pot, como propuso este lunes el líder de Podemos Pablo Iglesias. "Es una propuesta extemporánea y excéntrica, que desconoce la política catalana", dijo Iceta.

El líder del PSC entiende que corresponde a la lista de Junts pel Sí intentar formar gobierno con la CUP para aplicar su programa. "Han ganado las elecciones y deben hacer una propuesta de Gobierno y agotar los plazos", ha dicho el líder del socialismo catalán, que ya ha anunciado que el PSC votará en contra de la investidura de Artur Mas.

Los socialistas se abstuvieron hace cinco años y facilitaron la investidura, aunque a las pocas semanas ya se habían arrepentido por el incumplimiento del pacto acordado con CiU, tal y como ha recordado Iceta.