Una Mercè de récord
El Piromusical cierra una fiesta mayor de Barcelona que atrajo a 1,8 millones de personas
Tres mil litros de agua por segundo bailando al ritmo acompasado del sonido de la pirotecnia y del pop-rock y la rumba catalana, amén de una buena muestra del repertorio de Joan Manuel Serrat (50 años en el escenario) marcaron el Piromusical que cerró ayer en Montjuïc las fiestas de la Mercè, que registraron récord de asistencia: 1,8 millones de personas han participado en las 500 actividades programadas por el Ayuntamiento, 300.000 más que el año pasado. Ada Colau, primera alcaldesa de Barcelona, destacó la afluencia a la Ciutadella, donde casi 400.000 personas vieron los espectáculos.
También con ese denominador, el de masivo espectáculo apto para (casi) todos los públicos, podría resumirse la oferta de la Mercè musical, donde parece importar más la presencia de grandes masas de ciudadanos que la música. El centro de la ciudad registró menor afluencia que otros años, mientras que la playa de Bogatell ha vuelto a mostrarse idónea para conciertos multitudinarios de corte más juvenil a pesar de las molestias circulatorias y la lejanía de los colapsados transportes públicos.
La plaza de Catalunya, antaño escenario de grandes conciertos populares de afluencia masiva, ha perdido peso en la programación lo que ha contribuido a desplazar público hacia otras zonas. Pese a ello, el apabulle rumbero de Sabor de Gràcia pasará a ser uno de los momentos estelares de una fiesta caracterizada por la discreción, la ausencia de estrellas (Maria del Mar Bonet suspendió su concierto por una faringitis) y la práctica inexistencia de nombres internacionales que marcarían la diferencia, informa Miquel Jurado.
Con nueva dirección de Marc Campillo, la oferta del Barcelona Acció Musical (BAM) se cerró, por su parte, con una programación demasiado larga (los escenarios montados invitaban a no dejarlos vacíos de domingo a miércoles), pero que ha ofrecido actuaciones de interés, desde el clasicismo de Michael Rother al folk de Ryley Walker (actuación sensacional), pasando por el acento local de Beach Beach, el funk sintético y amojamado de Lonelady, la marcianada inasible de Wand o el optimismo melódico y tenue de Vetiver... Son algunos de los nombres, junto a Nueva Vulcano, Miquel Serra o Senior, de una oferta que apunta interés al poner el acento en las músicas del mundo como contrapunto a la anglosajona dominante, informa Luis Hidalgo.
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