Un joven afronta 12 años de cárcel por maltratar a sus padres

Rafael Q. F. torturó a sus padres durante al menos cuatro años. Los malos tratos, físicos y psíquicos, culminaron la tarde del 8 de noviembre del año pasado, cuando el joven clavó tres veces su navaja junto al abdomen de su padre, que a punto estuvo de morir. La Fiscalía pide 12 años y medio por intento de homicidio, lesiones y violencia doméstica a Rafael, que esta semana se sienta en el banquillo de los acusados.

Desde 2010, el acusado “sometió a sus padres al constante padecimiento” de insultos —“eres una bruja, una mala madre, tú no eres mi madre”— y amenazas de muerte. Los ataques fueron en aumento y, tres años después, “les amedrentó con la exhibición de una navaja”, según el relato de hechos de la Fiscalía. El joven, concluye el ministerio público, “ha alterado de forma grave la paz familiar”.

El intento de homicidio ocurrió en el comedor del domicilio familiar, en Lliçà d’Amunt. Rafael empezó a increpar a su madre por la comida: “Vaya mierda de comida, qué porquería, me estáis envenenando desde que era niño, eres una mala madre”. Después, le pegó un puñetazo. El padre del joven intentó que dejase de molestar y se tranquilizara, pero Rafael se volvió entonces contra él. “De forma repentina y guiado por un claro propósito de acabar con la vida” del padre, dice el fiscal, cogió la navaja que llevaba en el bolsillo y se la clavó. Rafael “solo cesó al ver la abundante sangre de su progenitor”, insiste el fiscal.

Pese a las lesiones, los padres no reclaman ninguna indemnización a su hijo, que afronta dos años y medio de prisión por violencia doméstica, un año por lesiones y otros nueve años por homicidio en grado de tentativa. El fiscal también pide que se prohíba al joven acercarse a menos de un kilómetro de sus padres, al domicilio y a sus puestos de trabajo, así como a comunicarse con ellos, durante los próximos cinco años.