“¿Cómo podemos volar si el avión no tiene alas?”

Suele haber variedad en la oferta del Mercè Arts de Carrer (MAC), los espectáculos que desembarcan durante la Fiesta Mayor en el parque de la Ciutadella y conviven con los habituales de lugar: los que tocan los bongos, los que practican tai-chi, los que venden latas y mojitos, los novios que hacen el reportaje fotográfico, las familias de fuera de Barcelona que salen del Zoo y los grupos de turistas en bici.

Este 2015 la variedad riza el rizo. Desde el viernes pasado y hasta el jueves es posible, en pocos metros de distancia, ver tangos, atraciones infantiles, hip-hop, danza, circo, marionetas, juegos ambulantes, una cúpula donde con proyecciones que se disfrutan tumbado... y ojo: un avión, tamaño natural, plantado en la plaza de la Cascada. Para los expertos: es un DC-9. Sin alas.

Concebido como una Navecultural por el escultor de Huesca Eduardo Cajal, el avión es el gran atractivo de este MAC. Donde más gente hay guardando cola. Sorprende y merece la pena la espera. Dentro, el colectivo PlayMID proyecta —gracias a 200 metros de pixel-leds— el espectáculo Porta Estelar. El aviso de que no es apto para epilépticos da una idea de por dónde puede ir la cosa. Efectos de luz y sonido que llevan al público de viaje y a los niños a preguntar “dónde estamos” cuando acaban los pases, de cinco minutos.

Ayer a mediodía, había un chaval tan alucinado, que entre las vibraciones y la luz, le preguntaba a su madre qué cómo podía ser que estuvieran “volando si el avión no tiene alas”.

Un ‘mapping’ con vecinos y vecinas

Es como ver una foto de carné de identidad aumentada descomunalmente hasta poder apreciarla en buena parte de la fachada del Ayuntamiento de Barcelona. Los ciudadanos que enviaron sus fotos para formar parte del mapping que este año se proyecta cada noche de la Mercè podrán comprobar el resultado.

Las caras de unos 500 barceloneses se reflejan entre las ventanas y balcones de la Casa Gran en los dos últimos minutos del mapping Retrats de Barcelona, hasta formar algo parecido a un mosaico. La proyección, producida por Boolab, dirigido por Javier Guitérrez y guion de Jordi Teixidó, explica la llegada de un grupo de alienígenas a la ciudad de Barcelona en plena fiesta de la Mercè.

Santi Vilanova, uno de los integrantes de PlayMID, un colectivo de artistas afincados en varios pueblos del Empordà, explica que cuando recibieron el encargo del Instituto de Cultura de Barcelona de crear un espectáculo dentro del DC9 y viajaron a Huesca para visitarlo, lo vieron “clarísimo”. “Somos fans de las películas de ciencia ficción y Stanley Kubrick es el referente de este montaje”, cuenta admirado de la reacción del público de cada pase. Hay quien grita, quien guarda silencio, quien baila sentado en el suelo. Y claro, estamos en La Mercè, también abuelas de pie que se abanican y que son acomodadas por la Tripulació de MAC Airlines, el grupo de elegantes azafatas y apuestos pilotos que amenizan los embarques, desembarques y las esperas.

Si entran al parque por la Cascada y ven la cola del avión, más la Cúpula Full Dome —continente esférico donde se proyectan cuatro propuestas locales, de Canadá y Buenos Aires— no se asusten. Se han ubicado aquí los espectáculos de este formato para gestionar el flujo de gente, que otros años ha colapsado el espacio, explica un técnico. También la cúpula vale mucho la pena, y además te echas un rato para ver las proyecciones, que se agradece.

Hay otras cuatro zonas de espectáculo. Una, la zona de museos, donde se recuerda al público que falta poco para que reabra el Museo Etnológico. Dos, el escenario Bueno Aires - Barcelona, en el paseo central que concentra la oferta de compañías porteñas o todo lo vinculado al tango —incluso un espectáculo aéreo— que llega de la ciudad invitada. Tres, el espacio Parlament, delante del ídem, con clásicos como la compañía Antigua i Barbuda.

Pero el que ayer a mediodía congregaba más gente fue el Escenario Urbano, también en el paseo. Los Brodas Bros calentaron al público con su hip-hop, esta vez acompañados por una banda con el enorme guitarrista Lalo López —que habitualmente toca con la Fundación Tony Manero o Los Fulanos— en un nuevo registro.