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Casi 800 peticiones de asilo esperan respuesta en Cataluña

Colau creará un registro de familias que quieran ayudar a los refugiados

Camilo S. Baquero
Refugiados llegando a Macedonia
Refugiados llegando a MacedoniaVALDRIN XHEMAJ (EFE)

783 personas, venidas de países como Ucrania, Siria o Eritrea, solicitaron el año pasado asilo en Cataluña y la gran mayoría sigue a la espera de una respuesta. Se trata de un trámite que se alarga en el tiempo y durante el cual los afectados no pueden recibir ayudas sociales y su único apoyo, en muchos casos, son las entidades o las ONG que trabajan con este colectivo y que aseguran estar desbordadas. Este es el contexto en el que ayer el Ayuntamiento de Barcelona anunció ayer la puesta en marcha de un registro de familias que quieran ayudar a las personas refugiadas, bien sea con alojamiento o con contribuciones materiales. El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, pidió al Estado que “haga llegar más recursos a las ciudad” para la emergencia.

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“No se trata de caridad, el asilo es un derecho humano que está contemplado en convenciones internacionales y también en la Carta de Barcelona”, recordó el primer teniente de alcalde. Pisarello no detalló cuál podría ser la capacidad de acogida de la ciudad y puso el acento en la necesidad de trabajar en red con otras ciudades.

Madrid ayer cogió el guante lanzado hace unos días por la acaldesa Ada Colau y aseguró en un comunicado que en los próximos días “propondrá medidas y recursos para “afrontar solidariamente" esta situación. Sant Feliu de Llobregat y Sabadell también mostraron su interés en ingresar en la red de ciudades refugio. En Mallorca, los consistorios de Calvià, Andratx e Inca, gobernado por MES Mallorca, harán lo propio.

La idea de crear el registro de familias, aún bastante embrionaria, permitirá canalizar mejor los esfuerzos de, según Pisarello, una sociedad civil movilizada respecto al tema de los refugiados. De entrada, el tema del alojamiento es el más delicado por falta de recursos. La Generalitat sólo posee 28 plazas para que los solicitantes de asilo, con un tiempo de estada máxima de medio año.

Retrasos de tres años

El trámite, que comienza con la petición de una cita en la subdelegación del Gobierno, en el papel dura seis meses. Tanto el Colegio de la Abogacía de Barcelona como el de Procuradores de los Tribunales denunciaron ayer “la situación infrahumana en que se encuentran los refugiados”, que en algunos casos tienen que soportar hasta tres años para la resolución de sus expedientes.

El Ayuntamiento descarta por lo pronto la instalación de un gran albergue en su término municipal, aunque cree que se podría estudiar, si fuera necesario, un equipamiento temporal de este tipo en el área metropolitana. “Este no es un problema coyuntural. Hay que buscar soluciones inmediata, pero también de largo plazo”, dijo Pisarello.

“Es positivo que las Administraciones públicas se impliquen en este asunto. En este momento tenemos un colapso en los servicios de acompañamiento que prestamos, hay 783 personas a la espera del asilo en Barcelona que se encuentran en una situación precaria”, denunció Pascale Coissard, portavoz de la Red en Defensa del Derecho al Asilo en Cataluña.

Las entidades recuerdan que el número de refugiados asentados en tierras catalanas no para de crecer desde 2013, debido al aumento de intensidad de los conflictos en países del medio oriente o de Europa continental. En 2013 hubo 484 peticiones. “Los recursos destinados a la acogida y al acompañamiento son insuficientes para un proceso que tenga garantías de éxito”, añadió Coissad.

El Ayuntamiento por lo pronto ha destinado 100.000 euros extras (200.000 euros en total) para el servicio de alojamiento temporal de emergencia del Servicio de Atención a los Inmigrantes, Extranjeros y Refugiados (SAIER). La primer atención incluye, por ejemplo, asistencia jurídica, intérpretes y mediadores sociales. En 2012, el presupuesto de este servicio era de un millón de euros. El cambio del flujo migratorio en Barcelona hizo que el 2013 el servicio se replanteara incluso para asesorar a las personas que deseaban emigrar. En 2014, 426 personas acudieron a la primera atención del SAIER. En el primer semestre de 2015, fueron 527.

El PP: "Barcelona no puede resolver sola los problemas del mundo"

Pisarello también pidió al Estado claridad sobre el destino de los fondos provenientes de la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de la UE (Frontex) y que se dediquen también para la emergencia humanitaria. “Son las ciudades las que estamos en mejores condiciones de dar respuesta a este reto”, dijo el edil. España recibirá el próximo sexenio 527 millones de euros de la agencia.

Barcelona también pedirá al Gobierno central que aumente la cuota de refugiados. La Comisión Europea asignó a España 4.288 personas, pero el Ejecutivo que preside Mariano Rajoy rebaja este número a 1.300. España, además, es el tercer país de la UE en otorgar menos permiso de asilo.

Los grupos del Partido Popular y Ciutadans en el Consistorio fueron los más críticos con la propuesta del Ayuntamiento que preside Colau, al que le piden mayor diálogo con el Gobierno central. “Barcelona no puede resolver sola los problemas del mundo, sino que lo tiene que hacer de forma coordinada y de acuerdo con sus competencias”, criticó Alberto Fernández Díaz, líder del PP de Barcelona. El portavoz de C’s, Paco Sierra, considera que la propuesta es individualista y tiene que estar coordinada por la Unión Europea.

Los socialistas creen que la propuesta es buena pero piden que no se quede “en un anuncio”, aseguró Jaume Collboni. Desde ERC, la portavoz Montse Benedí recordó la tradición de acogida de Barcelona. Algo que Pisarello también destacó, aunque aclaró que no se hará de la misma manera como se ayudó a los refugiados de Sarajevo en la guerra de Bosnia en los años 90. “la situación es muy diferente”, aseguró.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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