Comín dice que Junts pel Sí no es “un cheque en blanco” a Mas
Las políticas sociales crean fricciones dentro de la lista de Junts pel Sí
Toni Comín, el número 11 de la lista de Junts pel Sí en las elecciones del 27-S, reconoció ayer en la Universidad Catalana de Verano de Prada que la candidatura de Artur Mas tiene fricciones internas en las políticas sociales que se deben llevar a cabo. “Muchos miembros de nuestra lista no están de acuerdo con muchas de las políticas que hizo y hace el señor Mas”, reconoció. Según Comín ningún candidato de Junts pel Sí ha dado un “cheque en blanco a Mas”, sino un “contrato” que tiene que cumplir y que “se puede romper en cualquier momento”.
El exsocialista repitió en varias ocasiones que si existen fricciones en la candidatura respecto a algunas políticas, como la línea social que debe tomar la “república catalana”, es porque la lista por la independencia es una “amalgama” en la que el punto de unión es la “lucha por la independencia”. También explicó que en la estrategia que se ha marcado Junts pel Sí para lograr la “desconexión con España” se recogen 12 puntos básicos en materia social que Mas deberá llevar a cabo en los 18 meses que prevén llevará el proceso de secesión.
Sin embargo, el resto de partidos participantes en la mesa redonda que debatía qué pasará con Cataluña tras el 27-S, no estaban tan seguros de que un gobierno presidido por Artur Mas pudiera hacer políticas sociales. El cabeza de lista de Catalunya Sí que es Pot, Lluís Rabell se mostró receloso y aseguró, haciendo referencia al carácter liberal de la formación, que “está en la naturaleza de Convergència hacer políticas marcadas por sus propios vínculos con las empresas”.
Catalunya Sí que es Pot no es la única formación que recela del tinte social de las medidas que pueda aplicar el president después del 27-S. Roger Montanyola, representante de Uniò Democràtica en la mesa redonda de Prada, aseguró que su formación no “compra” la idea de que Mas vaya a aplicar “las políticas del tripartito que lo apartaron del poder”.
El cabeza de lista de la CUP, Antonio Baños, también favorable a la independencia, pidió a Comín, como representante de Junts pel Sí, que si quieren cambiar Cataluña por un estado más social deben empezar a aplicarse desde ya medidas a favor de los ciudadanos, como frenar los desahucios o favorecer la escuela catalana.
Otro de los temas protagonistas en el primer debate preelectoral, a 35 días de los comicios, fue cómo se materializará a la declaración de independencia y cómo se ha llegado a este punto.
El único camino
El representante de Junts pel Sí, Toni Comín, tiene muy claro que “la declaración de independencia es el único camino que nos han dejado a los catalanistas”, un camino en el que, aseguró, tiene que ponerse “la máxima unilateralidad posible”. Desde Junts pel Sí han descartado la posibilidad de hacer un referéndum que sea reconocido por el Gobierno español porque para ello sería necesario modificar la Constitución, “algo que el PP nunca permitirá”. “¿Vamos a hacer esperar a que el PP no tenga un tercio de las cámaras y rezar para que en ese momento el PSOE quiera modificar la Constitución?”, preguntó Comín a sus compañeros de debate. También reconoció la necesidad de apoyar la declaración de independencia en una amplia mayoría social, y aseguró que lo que le falta a Junts Pel Sí para lograr una mayoría suficiente es Catalunya Sí que es Pot. “¡Veniros ya!” repitió en dos ocasiones Comín.
Baños coincidió con el exsocialista en el carácter unilateral que debe de tener la futura secesión de Cataluña. Para el representante de la CUP la estrategia operativa tiene que ser la “desobediencia civil, porque esta es la única manera de que un pueblo se levante contra un tirano”.
Sin embargo, para el portavoz de Unió, el proceso de secesión debería parecerse más al escocés. “Unió sí que está a favor del derecho a decidir, pero en un referéndum reconocido. Una cosa es querer la independencia y otra es que la acepten”, puntualizó. En esta misma línea se pronunció el cabeza de lista de Catalunya Sí que es Pot, Lluís Rabell, quien también está a favor del ejercer el derecho a decidir a la escocesa. “No depende solo de la voluntad de ruptura, sino de la capacidad de ruptura”, aseguró.
El último de los temas tratados en la mesa redonda fue si la futura república catalana incluiría a las islas Baleares y la Comunidad Valenciana, un tema en el que solo se pronunció la CUP, que siempre ha reconocido y defendido la existencia de los Països Catalans.
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