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LOS LUGARES DE PABLO HERNANDO

Urbanización para solitarios

El cineasta se fija en rotondas, museos o un bar donde disfruta de las patatas revolconas

El director de cine Pablo Hernando.
El director de cine Pablo Hernando.SANTI BURGOS

1. Fábrica de churros y patatas fritas. Lo de las tiendas que hacen sus propias patatas fritas sólo lo he visto en Madrid y es algo que debería extenderse. En esta fábrica las hacen muy bien (Cervantes, 9).

Una visión estimulante

En breve Pablo Hernando (Vitoria, 1986) lanzará un crowdfunding para terminar y mandar a festivales su segundo largo, Berserker (www.berserker.com.es). Aunque su cine convoca a una minoría, sus trabajos tienen eco.

2. Parque del Oeste. Es mi parque preferido. Lo bueno es que se nota que todos los esfuerzos por hacerlo bonito han fracasado. Me imagino que los pijos de Argüelles querían copiar el Retiro a los pijos de Recoletos, pero les salió mal: las estatuas son un desastre, el riachuelo está medio podrido, en vez de abuelos haciendo cruising hay violadores y hasta hay un teleférico. Lo único que salió bien es la vegetación, que es por lo que uno va a un parque, y los búnkeres de la Guerra Civil.

3. Té y Mi Gordy. Aunque ya no vivo cerca del mercado de La Cebada, sigo yendo a este puesto a comprar té. “Mi Gordy” es por el perro de la dueña, que lleva el pelo teñido de azul eléctrico (ella, no el perro). El perro sale en los calendarios que hacen para regalar (Plaza de la Cebada s/n).

4. Plaza del Doctor Laguna. Es una zona con varios edificios cubiertos de azulejos, muchas columnas de hormigón y palmeras. Parece una urbanización para gente que quiere estar sola, un lugar aislado.

5. Casa Zoilo. Es un bar normal en el que te tratan bien, sacan tapas ricas, el vermut está bueno y tiene uno de los letreros más bonitos de la capital. Las revolconas las hacen muy buenas. (Huerta del Bayo, 4)

6. Museo Naval. El edificio tiene un diseño explícitamente hostil y la entrada parece la de una oficina de Hacienda, así que siempre está medio vacío. Dentro tienen un montón de maquetas de madera increíbles, algunas son enormes. Hay una de un barco prácticamente esférico que si existió de verdad debió de ser el hazmerreír de los siete mares. (Paseo del Prado, 5)

7. Ensanche de Vallecas. Es uno de esos barrios de la periferia que no se terminó de construir por la crisis y en el que faltan casi todos los edificios. Eriales de estos hay en todas las grandes ciudades de España. Es un sitio desolador e inquietante con edificios muy extraños. Aquí rodamos la primera escena de Berserker.

8. Mercado de Maravillas. Me gustan muchos los mercados y este tiene el mejor nombre posible. Suelo ir más a pasear y a ver los puestos más que a comprar. (Bravo Murillo, 122)

9. Rotonda en el cruce entre Avenida de Nazaret y calle de Jesús Aprendiz. En el cruce entre estas dos calles hay una rotonda pequeña con una roca en el centro. Es un sitio que me transmite una sensación muy extraña de vulnerabilidad. De alguna forma la roca parece estar pidiendo auxilio. Algún día excavarán y verán que debajo hay un cementerio indio o algo así.

10. Ermita de San Antonio de la Florida. La historia de estas ermitas gemelas es ridícula. Churriguera hizo la primera en 1720. Carlos III ordenó tirarla y le encargó otra a Sabatini. Esta segunda fue derribada por Carlos IV y volvieron a hacer otra. En la tercera capilla, Goya pintó unos frescos; en el dibujo de la cúpula sale un zombie. Años más tarde, convirtieron la capilla en parroquia. Como el humo de los cirios estropeaba los frescos, decidieron construir una réplica idéntica de la ermita justo al lado para hacer las misas. En 1919 trasladaron los restos de Goya a la primera capilla. Le visito de vez en cuando.

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