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El incendio de Òdena, en fase de control tras arrasar 1.235 hectáreas

Los 200 evacuados de la urbanización Ca l'Esteve regresan a sus domicilios

Un bombero da la espalda al incendioVídeo: Bomberos de Cataluña
Alfonso L. Congostrina

El consejero de Interior, Jordi Jané, ha anunciado a las 20.30 de este lunes que el incendio que se originó la tarde de domingo en Òdena (Anoia) está estabilizado y en fase de control. Los bomberos han luchado contra las llamas durante más de 30 horas y ahora seguirán remojando la zona hasta darlo totalmente por extinguido. Los superficie afectada por el fuego es de 1.235 hectáreas entre las comarcas de la Anoia y el Bages.

Media hora antes de que Jané anunciara que el incendio está estabilizado, los servicios de emergencia permitieron regresar a sus viviendas a los 200 vecinos de la urbanización Ca l’Esteve del municipio de Sant Salvador de Guardiola los únicos que permanecían evacuados en el pabellón del pueblo. Las llamas arrasaron dos parcelas de la citada urbanización.

El origen del incendio de Òdena "ha sido accidental y se ha originado durante la manipulación de una picadora de paja". Esta es las conclusión a la que han llegado los Agentes Rurales y los Mossos d'Escuadra después de investigar la zona del fuego. Los agentes han interrogado al presunto causante del fuego, un hombre de 59 años, pero sus primeras declaraciones de ayer presentaban ciertas contradicciones en los indicios. Esta mañana el hombre se ha presentado voluntariamente en dependencias policiales, ha cambiado su versión de los hechos y ha reconocido que estaba manipulando la màquina. El presunto autor ha quedado imputado en por un delito de incendio forestal. 

El incendio forestal que ayer se declaró en el municipio de Òdena y que se ha extendido por la comarca del Anoia y el Bages, ha quemado ya unas 1.235 hectáreas, según ha informado el Cuerpo de Agentes Rurales de la Generalitat. Los bomberos de la Generalitat, que han conseguido que el frente de fuego no avance, trabajaron todo el día para estabilizar el perímetro del fuego aprovechando que hoy la humedad es alta y el viento procedente del mar es flojo, aunque encontraban dificultades en el flanco izquierdo del incendio.

Por la mañana estaban trabajando en la extinción del incendio, el mayor de este año en Cataluña, 130 dotaciones terrestres de los bomberos y 11 medios aéreos: dos helicópteros bombarderos, cinco helicópteros bombarderos y cuatro aviones de vigilancia y ataque. Según han informado los Bomberos, el trabajo esta mañana se centra en el flanco izquierdo, en una zona paralela a la carretera C-37, entre los kilómetros 77 y 80, donde aún se ven llamas.

En el resto de la superficie del incendio quedaban muchos puntos calientes, por lo que los bomberos temían que con la llegada del mediodía, algunas fumarolas y brasas pudieran rebrotar, aunque estaban remojándolas. Según datos del Cuerpo de Agentes Rurales, el incendio ha afectado a una superficie total de 1.235,52 hectáreas, y la mayor parte de la superficie quemada, unas 890 hectáreas, son zonas arboladas. Las otras zonas afectadas son: 186 hectáreas de cultivos, 127 de matorrales, 19 de pastos, 10,4 de terreno urbano y 2,7 de terrenos improductivos.

El municipio más afectado por el incendio es El Bruc, con 628 hectáreas; seguido del de Castellfollit del Boix, con 434; Sant Salvador de Guardiola, con 128; Òdena, con 38 hectáreas, y Castellolí, con algo más de 7 hectáreas.

El pabellón el Vell Congost de Manresa se convirtió durante la madrugada en un refugio improvisado para los 72 niños y 23 monitores de dos centros diferentes que fueron desalojados ayer de la casa de colonias Can Puig. “La noche ha sido para todos los niños una aventura más”, aseguraba esta mañana Albert Guillaunes, responsable del esplai Els Xulius de Sant Pere de Ribes. Guillaunes dirige a los 24 monitores que supervisan a 59 de los menores que llegaron ayer a la casa de colonias. “Era el primer día para los niños de 7 a 15 años, cuando vimos el humo fuimos nosotros los que pedimos que nos evacuaran”.

Dos viviendas calcinadas

Alfonso L. Congostrina

Los vecinos de la urbanización Ca l’Esteve de Sant Salvador de Guardiola (Barcelona) han estado toda la noche sufriendo por sus viviendas. “Hay cerca de 200 casas desperdigadas en la urbanización, cada una de ellas ocupa una hectárea y la mayoría tenemos animales”, comenta Sergio, uno de los vecinos. Lleva varios años viviendo en la zona y asegura que antes de la crisis casi toda la urbanización era de segundas residencias. “Ahora el 70% de los vecinos vivimos allí todo el año”, explica. Los vecinos no han recibido informaciones muy halagüeñas. “Nos han dicho que se han quemado dos parcelas, y una tercera ha quedado afectada, una de las calcinadas es muy característica porque tiene instaladas unas tiendas de campaña como si fuera un fuerte indio”, lamenta Sergio.

La evacuación durante la tarde de este domingo no fue fácil. “Nos gritaban con los megáfonos, pero la urbanización es muy grande y los Mossos empezaron a echarnos de malas maneras”, lamenta una vecina. Para Juan Rodríguez la evacuación fue un auténtico problema: “Estaba pintando y me tuve que ir con lo puesto, no pude coger la insulina y no me dejaron volver a casa”. Por la noche tuvo que desplazarse hasta Manresa para recoger su medicación y controlar así su enfermedad.

Sólo 23 personas necesitaron dormir el polideportivo de Sant Salvador de Guardiola, el resto —en total 200 personas— fueron a domicilios de familiares. Durante toda la mañana decenas de camillas de Cruz Roja siguieron plantadas en el suelo de Sant Salvador de Guardiola preparadas para aquel vecino que necesitara descansar. Las noticias seguían cayendo con cuentagotas en el polideportivo desde el que no se puede apreciar el humo.

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