Madrid instalará paneles para alertar de la contaminación en los parques
El Ayuntamiento también estudia incluir mensajes de alerta en los soportes publicitarios
El Ayuntamiento de Madrid instalará paneles informativos en los accesos a los parques y en otros lugares con gran afluencia de público para alertar a los ciudadanos en tiempo real de las situaciones de elevada contaminación atmosférica, como la ocurrida la semana pasada, cuando la capital vivió el peor episodio de polución por ozono desde 2013. El Consistorio estudia también introducir mensajes sobre calidad del aire en soportes de publicidad callejera, aprovechando el próximo contrato, y vincular las noticias sobre el estado del tráfico en la radio con los episodios de contaminación que estén previstos ese día.
Mientras se ponen en marcha las “medidas valientes” e “impopulares” contra la contaminación que anunció la semana pasada el nuevo equipo de Gobierno —que incluirán restricciones de tráfico y limitación de la velocidad durante los episodios de alta polución—, la concejalía de Medio Ambiente y Movilidad quiere mejorar la información que reciben los ciudadanos. “Vamos a modificar el protocolo para poder avisar a la población antes, cuando haya una previsión de que empeore la calidad del aire. Se trata de crear conciencia de la situación”, explica Inés Sabanés, concejal de Medio Ambiente y Movilidad.
La capital, y otros municipios de la Comunidad de Madrid, vivieron la semana pasada lo que se conoce como ozonazo, un episodio prolongado de elevada contaminación por ozono, un gas tóxico que se genera a partir de las emisiones del tráfico. Se trata de un contaminante secundario que se forma cuando otros gases tóxicos (óxidos de nitrógeno pero también compuestos orgánicos volátiles) reaccionan con la radiación solar. Es en los parques urbanos (Retiro, Casa de Campo, Juan Carlos I...) donde se han registrado las mediciones más elevadas.
Al intenso tráfico habitual de la capital se sumaron los efectos de la ola de calor, que agravaron el episodio, explica Xavier Querol, investigador en calidad del aire del CSIC. El lunes 11 se produjo una situación inédita: las 14 estaciones de la red que miden las concentraciones de ozono registraron superaciones del umbral máximo permitido, el que obliga a informar a la población para evitar que se haga deporte al aire libre o que los niños o las personas mayores se expongan al aire contaminado. La Unión Europea ha establecido el límite de 180 microgramos por metro cúbico en una hora. El mayor ozonazo en Madrid hasta la fecha se produjo un día de julio de 2013: 13 de las 14 estaciones superaron el límite, asegura Juan García Vicente, de Ecologistas en Acción.
Este año se ha superado el récord, e incluso se han rozado los 240 microgramos de ozono por metro cúbico, el umbral de alerta que obligaría al Ayuntamiento, según el protocolo actual, a tomar medidas para reducir la contaminación. El día 15, en El Pardo, se registraron 236. Este umbral nunca se ha alcanzado en la Comunidad de Madrid, pero García Vicente alerta de que las concentraciones de ozono van en aumento año tras año.
Restringir el tráfico, asignatura pendiente
Restringir el tráfico en la capital es la asignatura pendiente de la última década. Es una medida anunciada muchas veces —Gallardón prometió en 2006 limitar el acceso a los coches más contaminantes—, pero nunca llevada a cabo. La anterior alcaldesa, Ana Botella, anunció en junio de 2014 un nuevo protocolo que incluía por primera vez restricciones (prohibir circular dentro de la M-30 a las matrículas pares o impares) en caso de alerta. Aún no se ha aplicado: los primeros meses porque pese a que se daban las condiciones, el protocolo no estaba aprobado oficialmente, y después porque no se ha llegado a los máximos previstos.
El problema no es exclusivo de la capital: en 12 puntos de la región los ciudadanos también respiraron aire sucio por ozono: Leganés, Alcobendas, Fuenlabrada, Móstoles, Alcorcón, Coslada, Colmenar Viejo, Majadahonda, Guadalix, Algete, El Atazar y Villa Prado. En dos estaciones (Alcorcón y Colmenar Viejo) el episodio de contaminación duró siete horas seguidas el día 15. En otras cuatro (Leganés, Alcobendas, Coslada y Majadahonda), seis horas.
Reunión con la Comunidad
La concejal de Medio Ambiente tiene previsto reunirse este miércoles con la Comunidad de Madrid para hablar de posibles estrategias comunes. “Tenemos que actuar coordinadamente”, dice Sabanés. De momento, y a la espera de que se pongan en marcha las nuevas medidas de información, durante la semana pasada los paneles informativos de la M-30 estuvieron mostrando a los conductores este mensaje: “Alta contaminación por ozono. Evite ejercicio al aire libre. Utilice el transporte público”. También hubo avisos en las marquesinas de la EMT.
El concejal socialista portavoz de medio ambiente, José María Dávila, asegura que su formación pidió días antes de las superaciones la puesta en marcha de un plan en previsión de las altas temperaturas que se iban a alcanzar. “No se hizo pese a nuestra insistencia y de la gravedad de la situación, lo cual supone una grave inhibición por parte del gobierno municipal”, asegura. “Es necesario, no solo dar consejos a la población de no realizar ejercicio físico, usar el transporte público y no repostar en las horas de insolación, sino hay que poner en marcha otras medidas que impidan llegar al nivel de alerta”.
Londres y París estudian los efectos de la polución
A diferencia de España, donde la Administración nunca ha encargado estudios que evalúen el coste —económico, en vidas, en gasto sanitario— de la contaminación, otros países europeos intentan conocer las consecuencias de la mala calidad del aire.
Una comisión del Senado francés acaba de finalizar un informe —Contaminación atmosférica: el coste de la inacción— que detalla cómo la polución causa la muerte prematura de 42.000 personas al año en Francia y tiene un coste económico de cerca de 100.000 millones de euros. Las muertes prematuras suponen 48.000 millones de euros. Entre 1.000 y 2.000 se deben a gastos médicos del tratamiento de enfermedades como el asma, algunos cánceres o problemas cardiovasculares.
Este informe ha coincidido con otro encargado por la autoridad del transporte de Londres a investigadores del King's College. Los autores aseguran que cerca de 9.500 personas mueren cada año en la capital británica debido a la exposición continuada a la contaminación del aire, más del doble de lo estimado anteriormente. Los peores contaminantes son las partículas PM 2,5 y el dióxido de nitrógeno.
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