Las reformas conquistan el jurado de los premios FAD
Los galardones recaen en proyectos de rehabilitación que abogan por un desarrollo sostenible
Como si se tratara de un enunciado ético o una declaración de intenciones los Premios FAD de Arquitectura, Interiorismo y Ciudad y Paisaje 2015 han distinguido proyectos de reforma y rehabilitación. Aunque la crisis ya no arrecia como hace unos años es evidente que la época de los proyectos faraónicos ha pasado y no volverá. La necesidad de apostar por obras sostenibles y aprovechar lo que tenemos se hace evidente desde diversas instancias, desde las declaraciones de la flamante alcaldesa Ada Colau, denunciando el enfoque sobredimensionado de las gestiones anteriores, hasta la valoración del jurado de la 57ª edición de los prestigiosos Premios FAD, que en total recibieron 458 candidaturas, que se quedaron en los 16 finalistas, cuyas obras se exhiben en el Disseny Hub Barcelona.
De los 175 candidatos que se presentaron al de Arquitectura, el jurado resolvió conceder el galardón ex aequo a la Casa Bastida de Begur del estudio Bosch Capdeferro y al Hotel Ozadi Tavira en el Algarve portugués. En ambos casos se valoró la sensibilidad de la reformulación del edificio preexistente, resaltando sus valores originales y favoreciendo su integración en un entorno privilegiado. También se destacó la complejidad e innovación de los proyectos, que no busca el protagonismo sino crear espacios acogedores, en los cuales “la arquitectura acompaña y se trasforma”. La segunda edición del FAD Internacional, reservado a proyectos realizados fuera de la Península Ibérica, ha premiado 253 Viviendas de Ivry-sur-Seine (Francia) por Miquel Lacasta y Marc Chalamanch, la reurbanización de una zona en la periferia de París, con una dimensión social acentuada y una visión a largo plazo de su desarrollo.
El FAD de Interiorismo ha sido para la Biblioteca de Sao Paulo en Apelaçao (Portugal), obra de Site Specific Arquitectura de Patricia Marques y J. Paulo Costa. También en este caso se trata de la renovación de un edificio de los años 60, llevada a cabo además con recursos muy limitados. El Premio de Ciudad y Paisaje ha distinguido la mejora de la accesibilidad al centro histórico de Vitoria-Gasteiz realizada por el estudio Tabuenca & Leache y el ingeniero Arturo Pérez. Su mérito ha sido conseguir solucionar los problemas generados por la estructura medieval de la zona, especialmente en los alrededores del Seminario Viejo.
Incluso el Premio de Intervenciones Efímeras ha distinguido una acción sobre un edificio histórico, la Casa Padellàs de Barcelona, obra de un grupo de estudiantes de la Escuela de Arquitectura de la UPC. Se trata de Las lagrimas de Santa Eulalia, una obra que utiliza esferas de luz y agua que con la armónica cadencia de su goteo evocan el martirio de la santa y el paso del tiempo y a la vez marcan el ritmo de la destrucción de la propia instalación. “Un emocionante resultado luminoso y acústico de alcance poético”, la define el jurado, que decidió otorgar también otro premio ex aequo, el de Pensamiento y Crítica a dos publicaciones periódicas: Desierto y Quaderns d'Arquitectura i Urbanisme.
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