El burdel Paradise tenía ‘cajeros’ propios para defraudar a Hacienda
El dueño del macroprostíbulo está en prisión condenado por inmigración ilegal
El dueño de uno de los burdeles más grandes de Europa, el Paradise, ubicado en La Jonquera (Alt Empordà) ha ingresado en prisión por orden del juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu. El magistrado le acusa de fraude fiscal y blanqueo de capitales por no declarar el 6 % de comisión que cobraba a los clientes de sus clubes que no llevaban efectivo. Dentro del club, José Moreno no aceptaba tarjetas de crédito y ofrecía usar máquinas expendedoras de dinero que cobraban este sobreprecio a los clientes, según fuentes de la investigación.
Moreno ha sido un objetivo recurrente de la policía, que le ha investigado incansablemente para descubrir qué pasaba dentro de sus burdeles en Girona. Procesado en diversas ocasiones, y siempre exonerado del delito de explotación sexual, finalmente, le ha pasado como a Al Capone: ha sido una cuestión fiscal la que le ha llevado a ingresar en prisión de forma preventiva.
El juez Andreu le acusa de formar parte de un entramado, con tentáculos en toda España, que se dedicaba a evitar a Hacienda y a blanquear dinero a través de los clubes de alterne. Inicialmente, todos los locales implicados —la policía detuvo el martes a 61 personas en Madrid, Valencia, País Vasco, Navarra y Murcia— trabajaban con la empresa Larratruk, con sede en Rentería. La compañía facilitaba los dispensadores a los dueños de los prostíbulos. De esa forma, cuando se hacía el cargo final en la cuenta bancaria de los clientes no constaba el nombre del club, sino de la compañía, según fuentes de la investigación. Además, se cobraba una comisión.
Seis cajeros
Pero Moreno decidió hace dos años independizarse, y buscar otra empresa con la que poder hacer el mismo tipo de operación. En total, en el Paradise había seis cajeros expendedores de dinero para los clientes, según fuentes de la investigación. También en el Eclipse, otro local más pequeño que posee en Mont-ras (Baix Empordà), tenía uno de esos terminales. Todos fueron vaciados por los agentes de la Agencia Tributaria que intervinieron en la operación y se llevaron los chips, según esas mismas fuentes policiales. En los registros en la casa y los locales de Moreno, los policías encontraron más de medio millón de euros en efectivo.
En el macroperativo que llevó a cabo el Cuerpo Nacional de Policía fue detenida también la sobrina de Moreno, que regentaba la peluquería del burdel Paradise, lo que hace sospechar a los agentes que usaba el mismo método de pago con clientas que acudían a peinarse. Todas las mujeres que declararon con los agentes corrobaron que en el local no se podía pagar con tarjeta.
El caso está bajo secreto de sumario, recuerda el abogado de Moreno, Carles Herrera, del despacho Frigola Advocats. Herrera añade que en todo caso que Moreno nunca ha sido acusado de traficar con mujeres. El juez ha encarcelado a Moreno esgrimiendo riesgo de fuga y la posibilidad de que oculte o destruya pruebas si queda en libertad. Otras cinco personas han ingresado en prisión, todos dueños de los locales de alterne que usaban presuntamente este método para eludir los pagos al fisco.
La batalla de Moreno con las instituciones viene de lejos. Hace una semana, la Audiencia Provincial de Girona instó su ingreso en prisión, por una condena de tres años de cárcel por favorecer la inmigración ilegal. Pero el caso más sonado lo protagonizó en 2010, cuando finalmente, después de litigar con el Ayuntamiento de La Jonquera, consiguió abrir el macroburdel Paradise, con capacidad para 150 mujeres. Dos años después, el 23 de diciembre de 2012, sufrió un grave atentado. Varios hombres dejaron un coche cargado con TNT y bombonas de butano. Pero finalmente, no estalló. Los Mossos detuvieron a siete personas, acusadas de ser las autoras materiales del atentado. Pero nunca se supo quién encargó hacer saltar por los aires el club más famoso de la frontera.
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