La cocaína es la droga más consumida por los usuarios de Proyecto Hombre
La entidad atendió en 2014 a cerca de 1.000 personas, un 10,5% más que el año anterior El perfil de usuario está cambiando y cada vez son personas más jóvenes y más mayores
La fundación Proyecto Hombre Valencia atendió en 2014 a 1.034 personas, un 10,47% más que el año anterior, según los datos de su informe anual presentado este lunes. Las sustancias más consumidas, según la entidad, siguen siendo la cocaína (49,5%), el alcohol (24,7%) y el cánnabis (13,3%) y la Comunidad Valenciana ostenta el triste liderazgo en consumo de cocaína y cannabis a nivel estatal, según sus datos. La organización, cuyo funcionamiento depende en un 81% de fondos públicos, ha advertido de que el perfil del usuario de sus instalaciones está cambiando y “rompe los estereotipos” ya que cada vez acuden personas más jóvenes y más mayores que “no viven de actividades ilegales ni se inyectan la sustancia”.
Aunque el perfil habitual del adicto al que atienden es un hombre soltero, español, de unos 37 años, con estudios, al menos, primarios, en paro, consumidor de cocaína y alcohol y que todavía tiene apoyo familiar, la organización ha detectado un cambio de tendencia y ha abierto una unidad específica para poder asistir a los adictos más jóvenes.
El 9,2% de los usuarios es menor de 25 años. “Hemos tenido que adaptar los tratamientos porque cada vez atendemos más casos desde los 12 o 13 años y hasta los 55 a 65 años. En estos últimos encontramos un problema de cronificación de la adicción unido a los problemas de salud que son propios de la edad”, ha explicado Juan Manuel Ferrer, director terapéutico de Proyecto Hombre.
Para dar una atención temprana a los menores de edad, que representan el 3,5% de los usuarios, el pasado mes de febrero la entidad estableció el programa de “Prevención Selectiva e indicada” al que han acudido 47 jóvenes y sus familias. “El 84% de los casos atendidos son adictos al cannabis y sus derivados. Este es un dato escalofriante porque además tienen una baja percepción del riesgo o incluso piensan que el consumo de cannabis es más sano o más ecológico que el consumo de tabaco. Esto es absolutamente incierto y perverso”, ha alertado el director terapéutico de la entidad. Proyecto Hombre explica que el alcohol ha dejado de ser una adicción aislada y aparece de manera transversal unido a otras adicciones y que los jóvenes “no consideran problemático el botellón”.
Juan Manuel Ferrer ha precisado que son las familias quienes “llevan de la oreja” al centro a los usuarios jóvenes que no tienen intención de acudir y que es necesario formar a todos los agentes sociales porque, al contrario que con los adultos, “no hay organismos que deriven a los adolescentes adictos a los centros” y atenderles resulta más complejo.
Los teléfonos móviles, videojuegos, las nuevas tecnologías, los juegos online o la ludopatía son algunos de los problemas que afectan a los jóvenes y la atención a estas “adicciones comportamentales” en Proyecto Hombre se ha incrementado un 2,2% en 2014. “Este dato es muy inferior a la incidencia real de este problema en la sociedad. Habiendo percepción del problema, no sabemos si no piden ayuda porque piensan que atendemos solamente a las otras adicciones”, se ha preguntado el director terapéutico Juan Manuel Ferrer.
El 70,3% de los usuarios
En su informe de 2014 Proyecto Hombre ha hecho hincapié en la situación de la mujer ya que el número de atendidas se ha reducido un 2% respecto a 2013 y presentan problemas de acceso y permanencia en los tratamientos. Aunque el 18,6% de las personas atendidas es mujer y este dato es superior al de la media nacional de la organización, “las mujeres cargan con el peso familiar y si un miembro de la pareja abandona el tratamiento, son ellas”, según la experiencia de la organización. “Cuando ya están en tratamiento, se encuentran en espacios mixtos, ocupados casi al 100% por hombres, en un ambiente de hombres y con paradigmas masculinos, situación que no está indicada para tratar a las mujeres”, según la entidad. Para dar una atención más personalizada la organización ha abierto un centro específico en el que son atendidas 17 usuarias al que acuden tres niños.
Los estudios más recientes, según Proyecto Hombre, constatan que el 70,3% de sus usuarios tiene enfermedades mentales asociadas a su adicción. Estos casos de “patología dual” diagnosticada suelen ser el trastorno bipolar, la agorafobia, la ansiedad, el estrés postraumático o los trastornos de personalidad. La organización se ha mostrado preocupada por este dato y ha reclamado “recursos asistenciales adecuados” para este tipo de usuarios que, según explica, “presentan un peor pronóstico” por un “mayor riesgo de suicidio y situación laboral más precaria”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.