Condenado por prevaricación un alcalde del PP que arrasó en las urnas
La sentencia dictamina ocho años de inhabilitación para el regidor, fichado por Baltar cuando era del BNG, por contratar obras y trabajadores a dedo
Xaquín Rodríguez Ambrosio, alcalde de Rairiz de Veiga por el PP, al que accedió captado por el exbarón popular José Luis Baltar cuando llevaba ya años al frente de la alcaldía por el BNG, ha sido condenado a ocho años y seis meses de inhabilitación por prevaricación continuada en la adjudicación de contratos administrativos y por enchufismo.
La sentencia, contra la que cabe recurso, destaca que el regidor "incumplió flagrantemente el procedimiento administrativo para dictar resoluciones" relativo a contratación de obras y de trabajadores públicos además de a subvenciones, "incumpliendo los principios constitucionales y legales que garantizan la igualdad, mérito, capacidad y publicidad a la hora de contratar". Además destaca que durante el juicio quedó claro, a través de las declaraciones de testigos pero también del acusado, que el regidor tenía "conocimiento del carácter arbitrario e injusto de sus resoluciones".
Rodríguez Ambrosio fue denunciado en 2007 por un concejal del PSOE y la causa fue archivada en dos ocasiones por el juzgado de Xinzo de Limia y reabierta otras tantas por la Audiencia Provincial de Ourense. La última, en 2013. La acusación ha insistido desde entonces en que el alcalde había estado dictando desde 2007 resoluciones de la alcaldía "con conocimiento de su ilegalidad". El juicio se demoró siete años.
El regidor reconoció ante el titular del Juzgado de lo Penal 2 de Ourense los incumplimientos legales de los métodos de contratación que se le imputaban y que supusieron más de 200 reparos de la secretaria-interventora, 80 en solo un año. Pero Rodríguez Ambrosio precisó que de no haber realizado de esta forma las contrataciones, el Ayuntamiento no dispondría de los servicios municipales actuales que, según detalló, superan con creces a los de los demás ayuntamientos de la comarca de A Limia. Su defensa insistió en que, aunque no se adaptaran a la normativa legal, las decisiones del alcalde no fueron injustas ni perjudicaron a nadie por lo que, ante la "ausencia de la componente subjetiva que exige la prevaricación", no existiría el delito.
Frente a ello, el abogado de la acusación, José Arcos -el mismo que ejerció la acusación en el juicio contra José Luis Baltar que supuso la condena de inhabilitación al extodopoderoso y ya jubilado dirigente del PP- advirtió de que el procedimiento del regidor popular era el mismo que el de su exjefe de filas, con la salvedad de que en el caso del entonces ya condenado Baltar "ni siquiera había notas de reparo al haber funcionado un pacto entre caballeros con sus técnicos".
La fiscalía, que se empleó en el juicio del exbarón no acusó en este caso. En opinión del ministerio público, intentar beneficiar a los vecinos del Ayuntamiento -que en la vista quedó claro que son los mismos que después votan- "soslayando los trámites administrativos, pero sin que conste ningún perjuicio al Ayuntamiento ni a terceros", no pasa de la infracción de normas administrativas.
Rodríguez Ambrosio, que accedió a la corporación local de Rairiz en 1995 y ostentó la alcaldía los últimos 15 años (hasta 2009 en representación del BNG) consiguió revalidar con holgura su mayoría absoluta el pasado 24-M. Mientras esperaba la sentencia judicial que determinaría si podría continuar o no al frente de la alcaldía, el alcalde procesado fue aclamado por sus vecinos en las urnas: obtuvo siete ediles frente a dos del PSOE.
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