“La regeneración no es patrimonio de ningún partido político”
El candidato autonómico del PSOE valora que Madrid entre en una etapa sin mayorías absolutas, en la que todo habrá que consensuarlo. Se muestra partidario de llegar a acuerdos incluso con Cifuentes "siempre que sean para hacer cosas"
Ángel Gabilondo (San Sebastián, 1949), candidato autonómico del PSOE, está convencido de que la Comunidad de Madrid, tras el resultado electoral, entra en otra etapa. No hay mayorías absolutas y todo habrá que consensuarlo. Se muestra partidario de llegar a acuerdos, incluso, con PP y Ciudadanos. “Vamos a luchar por hacer valer nuestras buenas razones con buenos argumentos”, dice.
Pregunta. ¿Comparte la impresión de que el acuerdo entre PP y Ciudadanos está cerrado desde hace días?
Respuesta. Cerrado no, pero sí comparto es que, desde la noche electoral, donde todos los ciudadanos sumaban para ver si había un diputado más o menos en unas u otras alianzas, ya hubo una cierta visualización de que podría darse la suma que se está concretando. No es una percepción de última hora, estaba desde el principio. La tendencia es a entender que en Madrid lo que está haciendo es una vuelta a casa.
P. ¿Le sorprende que Ciudadanos se incline hacia el PP?
R. Nadie se sorprende, otra cosa es que parezca mejor o peor, oportuno, conveniente o no. Pero aquí no ha habido mucha sorpresa en la orientación hacia la que tienden.
“Hay que acostumbrarse a vivir con decisiones compartidas”
P. ¿Lo percibe como un juego de equilibrios por parte de Ciudadanos, que en Andalucía apoya al PSOE y en Madrid al PP?
R. Yo tengo la tendencia a escuchar lo que dicen los demás y a creerles de entrada. Yo lo que he oído al señor [Albert] Rivera y al señor [Ignacio] Aguado es que este era un asunto que resolvían los líderes regionales. Otra cosa es cuando uno ve a los analistas haciendo una valoración territorial de la gobernabilidad.
P. ¿Descarta llegar a un acuerdo con Ciudadanos?
R. No descarto nada y además no debo hacerlo. Es mi obligación. Tengo que velar por cada uno de los 800.000 votos que el PSOE recibió en las autonómicas. Me produce emoción pensar en las personas que han elegido una opción determinada, y yo tengo la obligación de hacer valer estos votos no solo hasta el final de las negociaciones, sino en toda la legislatura. Voy a hacer valer las razones que les indujeron a darnos su voto. Por eso no descarto nada ahora ni lo descarto en ninguno de los días de los próximos cuatro años. Vamos a luchar por hacer valer nuestras buenas razones con buenos argumentos en el seno de la Asamblea de Madrid.
P. Parece que Cristina Cifuentes está cerca de cerrar un acuerdo con Ciudadanos y de ser presidenta de Madrid. ¿Cree que su Gobierno llegará a final de legislatura?
R. Ahora hay mucha incertidumbre, todos queremos estabilidad. Lo que pasa es que la estabilidad se construye sobre contenidos, sobre situaciones que no son como la actual. Habrá elecciones en Cataluña, después hay elecciones generales… Todo eso condiciona también las posiciones. Posiblemente se reorienten incluso el tipo de las alianzas, su alcance. A eso hay que añadir la incertidumbre respecto a si puede haber novedades en temas de regeneración democrática. Hay algún ruido al menos, hay que ver cómo es la evolución. Pero la mayor estabilidad es la estabilidad en políticas que tienen que ver con el empleo, con la educación y con la sanidad. Y sobre eso he oído hablar poco hasta ahora. He oído hablar de distribución técnica de puestos, que me suena más bien a la política de siempre. Y luego he oído hablar del tema de la regeneración, pero con un alcance que para mi gusto, al menos hasta ahora, es poco ambicioso. Vinimos aquí a una regeneración de más alcance que esa.
P. ¿El resultado de las elecciones generales puede marcar un cambio de rumbo en Madrid?
R. Sí. Lo creemos todos. Algunos van a tener que adoptar cierta posición cuando lleguen las elecciones generales. Aquí hemos aparecido todos como independientes, novedosos, distintos, pero claro, cuando en los primeros gestos no se aprecia tanta novedad ni tanta independencia, igual cuando lleguen las generales tendrán que hacer un nuevo gesto para recuperar la posición. Por ahora, la impresión es que van perdiendo esa posición. A mí lo que me inquieta es que todo esto nos distraiga, de aquí a las generales, de la atención a los ciudadanos. No podemos posponer las medidas que exige la ciudadanía. No podemos poner un cartel en la puerta de la Asamblea de cerrado por reflexión, estamos de elecciones, o cerrado por negociaciones, estamos pactando acuerdos. Ya que son acuerdos, que sean sobre los problemas de los madrileños. Los ciudadanos nos están esperando.
P. Usted dice haber detectado tics de la vieja política en las negociaciones entre PP y Ciudadanos.
R. Es verdad. Cuando uno va a la constitución de la Asamblea y ve qué tipo de votaciones se hacen, en hasta cuatro votaciones seguidas, [con Ciudadanos] votando en una alianza conjunta [con el PP], además sin necesidad en las dos últimas… Serán nuevos partidos, pero se adoptan con mucha facilidad los viejos estilos. No digo que sean malos esos tics, digo que no son nuevos esos estilos. No veo novedad en el estilo por ningún lado. Por ahora. Espero que con el tiempo lo acabemos viendo. Me refiero en concreto a Ciudadanos, lo que ha hecho es lo que suele hacer alguien que quiere alcanzar un puesto en una mesa. Ha hecho las alianzas para alcanzar ese puesto. No lo descalifico, pero no veo mucha novedad en el procedimiento ni en el comportamiento.
P. ¿La vicepresidencia primera de la Asamblea de Madrid tiene tanta importancia? ¿Cómo se explica a un ciudadano que un pacto dependa de un puesto así?
“Los políticos no tenemos que tener privilegios ante la justicia”
R. La Mesa tiene una serie de competencias para decidir sobre qué asuntos van a ser tratados. No solo en su caso para dirigir los debates en ausencia de la presidenta [Paloma Adrados], que también lo haría él [Juan Trinidad], sino también para abrir, para ser una suerte de llave de qué temas pueden considerarse o no, de dar prioridad a unos asuntos respecto de otros, de aceptar o no iniciativas… Es la puerta de entrada, y además quien vela por la puerta de entrada. La Mesa tiene una enorme importancia política, y por eso nosotros no queríamos que hubiera mayorías absolutas y que nadie quedara fuera [Ciudadanos no tenía asegurado un puesto por su resultado electoral]. Los cuatro grupos decidimos que nadie quedara fuera. Ahora, tanto como vicepresidente… Eso es otra cosa. Y a un partido que de entrada no tenía representación… Parece que es ya un pacto de otro alcance. Yo entendí, aunque se dijo una y otra vez que era un acuerdo técnico, que tenía un alcance político. Y mucho.
P. Ciudadanos les planteó a ustedes y al PP su interés en la presidencia de la Asamblea.
R. Si a alguien le interesa la presidencia de la Asamblea entonces tenemos que hablar de un acuerdo en el marco de la gobernabilidad. Que les intereses, lo comprendo, pero si uno quiere tener esa aspiración lo que sí debe hacer es hablar de gobernabilidad en un sentido general, y además hablar en un sentido general de la Asamblea y de sus competencias. Nosotros queremos que la Asamblea sea el centro de la vida política en Madrid. Que sea un espacio de debate social y político, y esto no se resume a la distribución técnica de puestos, debería ir unido a medidas para que ocupe un papel central. La política no es una distribución de sillas, sino ver cuál es el papel de la Asamblea en la regeneración. Eso pasa también por una vinculación mayor con los ciudadanos, con las propuestas que tengan una dimensión popular, o si por ejemplo se va a elegir con mayorías cualificadas al director o directora de le televisión pública madrileña. Pongo solo estos ejemplos para reflejar el papel importante que la Asamblea tiene en la democratización y regeneración de la sociedad madrileña. Y aquí la participación de la sociedad es fundamental. Que no sea aparte de los ciudadanos, a unas horas razonables y transparencia. Ahora bien, a mí me hubiera gustado que si nos ponemos a hablar de quien ocupa tal o cual puesto, en vez de convertirlo en un asunto que han llamado solo técnico, hubiera sido un debate político.
P. Lo que está claro es que el PP ha perdido, por primera vez en 20 años, la mayoría absoluta de la Mesa de la Asamblea y del hemiciclo.
R. Esto lo cambia todo. Hay que acostumbrarse a vivir sin mayorías absolutas, en un espacio de decisiones compartidas, de búsqueda de acuerdos, de establecimiento de consensos. Esto significa toda una actitud, porque esto no se improvisa. Estábamos acostumbrados a que un partido propusiera una cosa, el otro otra, se discutiera y debatiese y se resolviese porque el que lo proponía tenía mayoría absoluta. Eso se ha acabado. Ahora hay que construir la mayoría. Y ni siquiera el que tengas un apoyo para gobernar te garantiza en cada discusión, en cada debate, la mayoría. Tendremos que empezar a argumentar, a convencer, dialogar, acordar. A hacer política. Esto convertirá a la Asamblea en un verdadero Parlamento.
P. Lo mismo sucede con Telemadrid, y sus contenidos. El PP dejará de tener la mayoría absoluta en el Consejo de Administración.
R. Hay que trabajar por una televisión pública madrileña que sea plural. Que sea una televisión de calidad vinculada a los grandes profesionales que tiene. ¡Y con una viabilidad económica! Defendemos que el director general sea elegido por mayoría cualificada [tres quintos] en la Asamblea, para que la televisión no esté politizada, en manos de un Gobierno, el que fuera. Y además, para que los profesionales puedan ejercer su trabajo sin ser interferidos por ninguna decisión política. Nos parece algo determinante. Si estamos hablando de acercar las decisiones y los debates a la ciudadanía, necesitamos una televisión pública con objetividad. Tenemos que crear todas estas condiciones, para que sea un medio independiente.
P. ¿Qué puede conseguir Ciudadanos del PP que no pueda aportar el PSOE?
“La historia está entre lo mejor y lo peor, no entre lo nuevo y lo viejo”
R. Nosotros creemos en un modelo económico y productivo que necesita algunas modificaciones. Puede ocurrir una cosa terrorífica, la que más me inquieta: que se apueste todo a la recuperación económica, pero conforme haya más recuperación haya más desigualdad. Sería descorazonador, pero eso ocurrirá si no hay una redistribución de la riqueza. Si no hay un buen sistema impositivo. Si no hay buenas políticas públicas, ni empleos dignos y de calidad. Si no es así, nos puede pasar una cosa horrorosa, al no afrontar la desigualdad, uno de los asuntos más radicales de Madrid, que es una comunidad rica donde hay pobreza y con situaciones de emergencia social. Con 600.000 personas sin trabajo. O con un trabajo mal remunerado y malas condiciones laborales. Hay trabajadores pobres. Esto para mí, no es lateral. Claro que quiero la reactivación económica, cómo no, con un sistema que haga de Madrid lo que puede ser. Un motor económico, con una reindustrialización, pero teniendo la consideración de que la recuperación no puede ser para unos y no para otros. Es uno de los dramas no solo de Madrid, sino de Occidente, con sistemas productivos que generan bienestar pero no redistribuyen ese bienestar y no producen más equidad. Antes de las elecciones todos hablábamos de la renta mínima, de los comedores escolares, las becas de libros de texto… ¿Qué sucede ahora? A ver si reaparecen. Como el aforamiento. Espero que los representantes de los ciudadanos seamos tratados también por la justicia de la misma forma que los demás. Es decir, hay que desaforar a todos los diputados. No tenemos que tener privilegios ante la justicia.
P. A Ciudadanos le inquieta los gestos del PSOE asuman el programa de Podemos, su banca pública, el banco del agua...
R. Nunca se pensó en un Gobierno de participación conjunta, si no hubiéramos hecho coaliciones de gobierno antes de las elecciones. Quienes vayan a trabajar juntos, que vayan en coalición, pienso yo. Y así sabemos a qué atenernos. Pero nosotros no hemos hecho coaliciones y no tenemos idea de hacer coaliciones postelectorales, el PSOE se ha presentado de forma individual. Otra cosa es que en objetivos concretos se pueda coincidir. No tenemos miedo a coincidir, y es probable que coincidamos más en asuntos de dimensión social, de compromiso público, más con Podemos que con el PP. Lo es. Pero si hay una cosa que nos parece bien y al PP también, nosotros no vamos a excluir a nadie porque sea de un partido u otro. Lo que queremos son propuestas concretas. Ahora, nosotros tenemos un modelo de regeneración vinculado a la igualdad de oportunidades y a las políticas públicas. No vamos a pedir a nadie un pedigrí especial para votar conjuntamente. Todos los que estamos en el Parlamento estamos legítimamente elegidos por los ciudadanos. Y tenemos la misma legitimidad, no unos más que otros. ¿O que ahora vamos a decir que hay apoyos nobles y otros innobles? Por eso yo no cuestiono la legitimidad de que el PP y Ciudadanos estén hablando, solo faltaba. Simplemente digo que sirve para ver quiénes hablan con quiénes, qué acuerdan, quién es cada uno y qué consecuencias tienen los acuerdos. Yo no estoy en contra de los acuerdos; lo que sí digo es que los acuerdos tienen consecuencias. Los ciudadanos visualizarán y verán con toda claridad dónde está cada uno.
P. El candidato autonómico de Podemos, José Manuel López, ha ironizado con que la regeneración democrática es para ahora, no para dentro de otros cuatro años, como sucede con la dedicación exclusiva, etc…
R. Hay que intervenir ya. La regeneración es una tarea permanente y no es una tarea que se pueda dilatar. Si se pueden adoptar medidas, se deben adoptar inmediatamente. Ciudadanos está expresando una propuesta de su concepto de regeneración que coincide en muchos puntos con la del PSOE, pero es que nosotros teníamos más ambición. Un acuerdo no es una adhesión, es participar en el proceso de la adopción de la decisión. Hay algunos en políticas que tienen la idea de los acuerdos como adhesión. Ellos adoptan el acuerdo y tú te adhieres. No. Si se quiere un acuerdo, participamos activamente en su la gestación del acuerdo. He visto a muchos que hacen una ley y luego te dicen que te adhieras. O incluso que hagas algunas modificaciones, como si un acuerdo fuera un comentario de texto. No. Un acuerdo es otra cosa. Y la regeneración no es solo con que se hagan o no primarias, o cuantas legislaturas puede estar uno en el Gobierno. Todo eso es importante, pero hay que ir más allá: cómo se hace la concesión de ciertos servicios, con qué transparencia, cuáles son las rentas y patrimonio de los diputados al entrar y salir de la Asamblea, qué se persiga al corrupto y devuelva lo que se ha llevado, pero también al que ha corrompido, y no se vuelva a contratar con él… Podemos y debemos ir en más direcciones. Se puede hacer una visión corta de la regeneración, pero yo creo que hay que ir más allá. Además, la regeneración no es patrimonio de un partido. No se puede hacer como un acuerdo entre uno y otro, sino buscando un consenso en la Asamblea. Si se hace pensando que los demás tenemos que adherirnos… Eso son técnicas antiguas, que espero que no caigamos en una cosa tan burda. Nosotros no hemos estado todavía en ningún espacio de negociación política, consistente, para expresar lo que pensamos. Espero y escucho con atención, como los ciudadanos, cuál es el modelo de educación, sanidad y empleo de quienes están haciendo un acuerdo de regeneración. La regeneración también viene por ahí.
P. ¿Cómo combatiría la corrupción?
"No descarto pactos con Cifuentes, siempre que sean para hacer cosas”
R. Hay que ir a las estructuras y a las causas, además de apartar a las personas implicadas en casos de corrupción. Al que se le pilla, se le quita, bien, ¿pero qué estructuras han fomentado esto? Porque al principio estaba vinculado a la burbuja inmobiliaria, a la cesión de suelo… Luego a la concesión de servicios públicos… Hay que buscar las causas de la corrupción, si hay partidos que no han puesto obstáculos a esto, pues debería haber una sanción política. El PP ha perdido 24 diputados, pero si ratificamos esas políticas eliminando a los que se pilla… Así no estamos haciendo una verdadera regeneración. Tiene que ser mucho más de fondo. Y hay que ver las consecuencias, de ver si esto es un goteo de casos. Si es así, no estamos ante unas pocas personas, sino ante una estructura que propició un mal comportamiento. No sabemos exactamente en qué quedará esto.
P. ¿Las primarias no están idealizadas? ¿Entran dentro de las preocupaciones del ciudadano corriente? Al PSOE se le han atragantado en Madrid, a IU...
R. Yo soy partidario de primarias, y además de primarias abiertas, con la participación de ciudadanos independientes, que no son exactamente del partido. No es fácil de hacer, pero soy partidario de eso. Cuando los ciudadanos hablan de regenerar la política, que hay que dignificarla, no estaban diciendo ‘que haya primarias’. No es que sea un tema interesante, pero no creo que si los políticos salen en una lista tan atrás [las encuestas del CIS] sea porque no hay primarias. Eso no se lo cree nadie. Hay que limarlas, hacerlas mejor, pensar si las listas son abiertas o no, cómo hacerlo, pero es por otras cosas. Hay procesos que exigen seriedad, pero la dignificación de la política que reclaman los ciudadanos no es porque haya o no primarias.
P. ¿En qué se diferencian Cifuentes y Aguirre?
R. Seguro que hay diferencias, pero conviven dentro del Partido Popular que preside Aguirre. Y Cifuentes lleva años en el partido y la Asamblea de Madrid. Con todas las diferencias que pueda haber personales, han podido convivir políticamente al menos hasta ahora. Están en un proyecto general común que durante 20 años ha gobernado la Comunidad de Madrid. Otra cosa es que una te pueda parecer más simpática que la otra. Eso son asuntos de otro calado.
P. ¿Descarta pactos con Cifuentes?
R. No los descarto con nadie, siempre que sean pactos para hacer cosas. Para proponer cosas. Pero lo que he oído en la campaña electoral sobre educación y sanidad parece que el PP está m uy contento de cómo van las cosas en la Comunidad de Madrid, incluso presumía. Yo sin embargo, no sé si es que me muevo en ambientes muy distintos pero hay muchas personas descontentas. En general, sin tener que ir las mareas.
P. El PSOE ha ganado con usted casi 20.000 votos más, superando los 800.000, y ha subido un escaño.
R. Y con dos partidos más. El PSOE es un partido que ha cometido errores pero que ha hecho autocrítica y lleva 136 años defendiendo los derechos de los ciudadanos. Y se ha abierto a la sociedad, con un candidato que no es del partido, lo que es muy valiente, muy generoso y muy novedoso. Eso ha generado confianza. Expresa que el PSOE entiende que hay una nueva realidad. Una nueva política. Los ciudadanos han visto estos gestos de apertura, autocrítica y nuevo modo de entender la política con muy buenos ojos. Y lo dije el primer día y lo mantengo: el acuerdo intergeneracional ha sido decisivo. Nadie por su edad ha sido excluido del proyecto, ni la juventud ya emergida y extraordinaria ni quienes han luchado tantos años y conformado este país, y ahí hablo de la Constitución. Ha sido atractivo para los ciuadadanos. Eso no va de jóvenes y de viejos, de los que llegan y los que se van. Hay cosas que son nuevas y estupendas, pero solo son estupendas porque son mejores. Y hay cosas que son viejas y no están bien, pero no por ser viejas, sino porque son peores. La historia está entre lo mejor y lo peor, no entre lo nuevo y lo viejo.
P. El PSOE ha recuperado mucho poder municipal al volver a gobernar Móstoles, Alcalá... Así hasta 45 ayuntamientos.
R. Nos permite aplicar nuestras políticas. No ganaremos credibilidad sino a través de una política eficiente. La clave está en lograr que la defensa de las políticas públicas haga que la educación o sanidad sean muy eficientes. Esto significa transparencia, rendición de cuentas, deber cívico. No podemos hacer una declaración abstracta de las ventajas de lo público. Tenemos que mostrar que lo público es más rentable socialmente y también económicamente. Y más eficiente. Es así como se defiende de verdad lo público.
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