Unió Democràtica no consultará a la militancia sobre la secesión
La dirección aprueba un documento que evita el término 'independencia'
Unió Democràtica de Catalunya celebrará el próximo día 14 una consulta interna entre sus militantes para posicionarse en el debate independentista de Cataluña. La dirección del partido aprobó ayer el documento que someterá a votación y que, a diferencia de lo que pedía el sector más soberanista, no pregunta directamente sobre la independencia y descarta una declaración unilateral. Eso sí, aboga por “no poner límites a la aspiración de la plena soberanía para Cataluña”.
La pregunta de la dirección
Esta es la pregunta aprobada hoy por el comité de Gobierno de Unió: "¿Queréis que Unió Democràtica de Catalunya continúe su compromiso con el proceso desde el catalanismo integrador y y de acuerdo con los siguientes criterios?
SOBERANÍA: sin renunciar ni poner límites a la aspiración de plena soberanía para Catalunya.
DEMOCRACIA: Tomando todas y cada una de las decisiones de forma netamente democrática de manera que cada un de ellas disfrute de la mayoría de votos de la ciudadanía.
DIÁLOGO: gestionando el proceso desde el diálogo entre el Gobierno de Cataluña y el del Estado. Un diálogo sin renuncias previas y con voluntad de persistencia como mejor garantía de ganar complicidades en el seno de la Unión Europea.
SEGURIDAD JURÍDICA: Garantizando en todo momento la seguridad jurídica, excluyendo tanto una eventual Declaración Unilateral de Independencia como la abertura de un proceso constituyente al margen de la legalidad.
EUROPA: Descartando cualquier escenario que pueda situar Cataluña fuera de la Unión Europea.
COHESIÓN: Velando, en todo momento, por la cohesión social y territorial de nuestra nación.
La propuesta de los críticos: "¿Quiere que Unió se comprometa por una Cataluña independiente en el marco de la Unión Europea? ¿Sí o no?".
Unió ha ido posponiendo los últimos dos años su posicionamiento sobre la independencia, lo que le ha motivado constantes encontronazos con sus socios de Convergència Democràtica hasta el punto de que frecuentemente ha surgido el debate de la ruptura de la federación que hoy gobierna en Cataluña. Ante las elecciones del 27 de septiembre, que Artur Mas pretende convertir en un plebiscito sobre la independencia, el partido de Josep Antoni Duran Lleida ha optado por hacer una pregunta múltiple que evita posicionarse claramente.
La pregunta se basa en los valores fundacionales del partido, eso es, defender el derecho a decidir de los catalanes y a la “plena soberanía” de Cataluña. También se apuesta por “garantizar en todo momento la seguridad jurídica excluyendo tanto una declaración unilateral de independencia como la apertura de un proceso constituyente al margen de la legalidad”.
La pregunta no logró la unanimidad de los miembros del comité de gobierno: 17 votaron a favor, 9 en contra y 1 abstención, lo que acercó a Unió el fantasma de una escisión interna. La elaboración del documento se ha llevado a cabo con la máxima discreción por parte de la cúpula de Unió, que quería evitar el debate público. El secretismo solo se rompió cuando el sector independentista del partido hizo público la semana pasada un documento avalado por un millar de militantes y que pedía un posicionamiento claro sobre la independencia.
Duran ha ejercido un férreo control del partido a lo largo de más de dos décadas pero los últimos dos años el sector independentista, en principio minoritario, ha ganado protagonismo. Forman parte de este sector dirigentes históricos como el expresidente del Parlamento catalán Joan Rigol o la actual presidenta, Núria de Gispert. También han abrazado posiciones nítidamente independentistas buena parte de los cuadros locales del partido así como muchos de los presidentes comarcales.
La tensión se ha ido apoderando de los órganos de dirección del partido a medida que el proceso soberanista ha subido de tono y las bases han empujado para que la formación se posicionara sobre la independencia. Unió ha estado siempre al lado del “derecho a decidir”, pero no de la secesión. En la consulta no oficial sobre el asunto impulsada por la Generalitat el pasado 9 de noviembre el partido solo se posicionó con la primera pregunta, la que preguntaba si Cataluña debía tener un Estado. En cambio no se posicionaron sobre la segunda, que cuestionaba si este estado tenía que ser independiente. A pesar de ello muchos dirigentes no ocultaron que votaron sí a las dos preguntas. Fue el caso de la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega y de buena parte de los diputados de Unió en el Parlamento catalán.
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