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Cuatro partidos se disputan la victoria tras una reñida campaña

Las encuestas dan escasas diferencias porcentuales en intención de voto entre las principales formaciones que se presentan a Ayuntamiento y Comunidad de Madrid

Vicente G. Olaya
Raquel López (IU), Antonio Miguel Carmona (PSOE), Esperanza Aguirre (PP), Manuela Carmena (Ahora Madrid), Begoña Villacís (Ciudadanos) y David Ortega (UPyD), candidatos a la alcaldía de Madrid.
Raquel López (IU), Antonio Miguel Carmona (PSOE), Esperanza Aguirre (PP), Manuela Carmena (Ahora Madrid), Begoña Villacís (Ciudadanos) y David Ortega (UPyD), candidatos a la alcaldía de Madrid.Gorka Lejarcegi

Las últimas encuestas electorales conocidas coinciden solo en dos cosas. La primera es que el espacio político de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid se ha fracturado, por primera vez, en cuatro formaciones con escasas diferencias porcentuales de voto: PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos (Ahora Madrid, en el caso del Ayuntamiento), además de IU. La segunda es que derechas e izquierdas se reparten casi al 50% las papeletas. Esta situación hace prácticamente imposible vaticinar quién ganará los comicios dadas las múltiples combinaciones y pactos que se podrían establecer en virtud de los resultados.

En las elecciones que se celebrarán mañana, dos partidos resultarán fundamentales para determinar quién gobernará tanto el Ayuntamiento como la Comunidad: Ciudadanos e Izquierda Unida. Sin la formación de Albert Rivera, el PP no podrá formar gobierno en ninguna de ambas instituciones, según los sondeos. Metroscopia, en su estudio del pasado día 14, concede 19 concejales al PP y 10 a Ciudadanos, mientras que Ahora Madrid obtendría 17 y el PSOE, 11. Es decir, entre ambos bloques solo habría un edil diferencia (29 frente a 28), siempre y cuando Ciudadanos decidiese apoyar a la candidata popular Esperanza Aguirre en primera vueltaa. En los Ayuntamientos, si nadie logra mayoría absoluta en una primera votación, se proclama alcalde al número uno de la lista más votada en la siguiente, aunque haya más ediles en contra.

La dura batalla la corona metropolitana

En Madrid viven seis millones de personas, de las cuales la mitad reside fuera de los límites de la capital. En las últimas elecciones municipales, el Partido Popular fue la fuerza más votada en 147 de los 179 municipios de la Comunidad. Arrasó en sus feudos tradicionales (el noroeste de la región) y rompió por primera vez de una manera clara el llamado cinturón rojo: los grandes municipios del sur. Entre ellos, bastiones clásicos de la izquierda como Getafe, Alcorcón o Leganés. El PSOE mantuvo el gobierno, en área metropolitana, en Fuenlabrada, y estuvo a punto de hacerse con el bastón de mando de Alcalá de Henares. Problemas internos y desencuentros con IU permitieron que el PP siguiese al frente del Consistorio alcalaíno.

El desgaste sufrido por el PP en los últimos años ha puesto nerviosos a los alcaldes del noroeste madrileño. Ciudades que llevan décadas bajo el mandato de los populares podrían sufrir un vuelco electoral, no tanto porque el PP no gane con cierta holgura, sino porque necesitaría el apoyo de Ciudadanos para alzarse con la mayoría absoluta.

En el sur, los populares son incluso más pesimistas, ya que actualmente gobiernan en minoría (Getafe o Leganés, por ejemplo) y desconocen en qué porcentaje sufrirán el desgaste. En Rivas-Vaciamadrid, la gran ciudad gobernada por IU desde hace años, la división de la coalición en maremágnum de siglas hace muy difícil saber por cuáles se decantarán los votantes. El PP puede ser el gran beneficiado.

Pero no solo decide Ciudadanos. La lista de IU que encabeza Raquel López también será determinante. La ley electoral regional pone una barrera del 5% de las papeletas obtenidas para entrar tanto en el pleno municipal como en la Asamblea de Madrid. IU obtiene, siempre según los sondeos, entre el 4,2% y el 4,3% de los respaldos. Esto significa que un incremento en la intención de voto de poco más de medio punto para IU cambiaría por completo el panorama municipal: obtendría entre tres y cinco concejales, que tendrían que ser restados de los logrados por el resto de partidos. ¿A qué formaciones se los quitaría? Depende de Ley D´Hont y de los restos que cada una logre.

López, consciente de la importancia de su formación, declaró ayer: “Si no está IU, no habrá políticas de izquierdas en Madrid. Es la campaña más dura y difícil de nuestra historia. Hay mucho interés, sobre todo por parte del PP, en que desaparezca IU porque es el único dique de contención para que no gobierne Aguirre”.

La candidata del PP tiene en cuenta las palabras López. Aguirre declaró el jueves a EL PAÍS: “La campaña son todos contra mí”. Por eso, dividió los debates en Telemadrid, no en dos o tres bloques como suele ser habitual, sino en 21. Cara a cara con cada uno de ellos y todos contra todos, con lo que podría recuperarse o replicar en debates posteriores si resultaba derrotada en alguno de ellos. Una táctica que le dio resultado después de ser vencida por el candidato del PSOE, Antonio Miguel Carmona. Se desquitó con Manuela Carmena, de Ahora Madrid, a la que atacó con dureza a cuenta de su historial como jueza. Carmena, a su vez, usó el resto de los debates, no tanto para confrontar con sus adversarios, sino para replicar a Aguirre.

En el caso de la Asamblea, la situación es parecida. Metroscopia daba el pasado 1 de mayo lo siguientes resultados: 36 para el PP, 29 para el PSOE, 29 para Ciudadanos, 28 para Podemos y 7 para IU. Una posible coalición PP y Ciudadanos obtendría 65 diputados, uno más de la mayoría absoluta. Si IU no entrase en el Parlamento o aumentase sus votos (el sondeo le daba un 5,5% de papeletas, medio punto más del requerido para tener asiento), todo cambiaría. Si no consiguiese representación, sus hipotéticos siete diputados se tendrían que repartir entre el resto de formaciones, incluido el PP. Si subiese del 5,5%, lograría 2 o 3 diputados más y se lo quitaría a cualquiera, incluida la candidatura de la popular Cristina Cifuentes.

El socialista Antonio Miguel Carmona es el único que públicamente describe la situación. “Hay encuestas para todos los gustos. Nadie sabe lo que va a pasar. En unas somos tercera fuerza, en otras segunda y en otras, primera. Así que solo respondo a los periodistas cuando me son favorables”. Y sonríe.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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