Esculturas cargadas de historia

El astrolabio es un instrumento que permite determinar la posición de las estrellas en la bóveda celeste. Utilizado desde la antigüedad para observar el movimiento de los astros, determinar la hora y principal elemento de navegación hasta el siglo XVIII, fue utilizado por astrónomos y matemáticos como Hipatia de Alejandría para mejorar sus cálculos, pese a que el ejemplar más antiguo conservado en el Museo de Kuwait es del siglo X. El más reciente, o una interpretación de estos artilugios misteriosos y, aparentemente complicados que nos han legado nuestros antepasados, puede verse en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) desde ayer.

Se trata de una de las cinco obras de Iman Issa (El Cairo, 1979), ganadora del I Premio de Arte Contemporáneo Fundación Han Nefkens (50.000 euros) que forma parte de la serie Heritage Studies (Estudios sobre Patrimonio), en la que la joven artista explora la relación entre historia, memoria, lenguaje y objetos a través de sus esculturas. “Observo cómo los objetos históricos resuenan en el presente y los reinterpreto con formas nuevas”. Por eso, su astrolabio está compuesto por una fina lámina de cobre (la mitad alterada por cloruros) que unen dos esferas en las que se representan sendas espirales. “Mis obras no son para nada réplicas, solo tienen unos puntos de referencia iniciales”, asegura Issa.

Marí reaparece

"Estoy aquí solo para que el programa de 2015 del Macba se desarrolle con normalidad dentro de lo posible. No tengo comentarios a hacer sobre otras cuestiones que no sean la exposición de Issa. Ya lo haré en su momento", se limitó a responder Bartomeu Marí, el director del Macba que dimitió tras la polémica suscitada por la exposición La bestia y el soberanoy que desde hace dos meses no había hecho declaración alguna.

Y es que, a pesar de que las obras de la joven premiada son modernas en su forma y materiales, las cartelas que pueden leerse en la sala, remiten a piezas que pueden ser objetos encontrados en una excavación o antigüedades de cualquier colección. Como la escalera que conduce al mirador de un templo del siglo XV a.C., el púlpito religioso que acabó siendo un minbar musulmán del siglo VII; el águila con cabeza de león que perteneció a una dinastía de hace 23 siglos o el hexágono inscrito en un círculo encontrado en Afganistán, del siglo XII. Unas cartelas que obligan al visitante a indagar en el plan oculto que se esconde detrás de una aparente forma más banal y que “exacerba la tensión entre los objetos, las palabras, los nombres y adjetivos que los describen”, asegura.

En 2012 se anunció que la artista expondría la obra que realizaría con el premio en un espacio público de la ciudad en 2013. Ayer, Nefkens, con la bonhomía que le caracteriza aseguró que así era en origen, pero que luego la autora ha tenido que tomarse más tiempo y ha preferido exponer sus obras en el Macba, un museo que a las dos obras que posee de la autora sumará a su colección precisamente el astrolabio

Ayer Nefkens anuncio también el nombre del ganador del II premio de su fundación, creado, aseguró “con el objetivo de consolidar Barcelona como capital internacional del arte contemporáneo y mostrar la obra de artistas que normalmente aquí no se exponen”. Los ganadores son el colectivo iraní formado por Ramin & Rokni Haerizadeh y Hesam Rahmanian, que trabajan en Dubai.