Núñez sigue en semilibertad pese a que le fue revocada hace tres meses

Un juez echó por tierra hace tres meses el régimen de semilibertad que la Generalitat había concedido al constructor y expresidente del FC Barcelona Josep Lluís Núñez y a su hijo. Pese a la resolución judicial, los Núñez siguen disfrutando del tercer grado penitenciario y solo acuden al centro abierto de la Trinitat, en Barcelona, para dormir de lunes a jueves, confirmaron a EL PAÍS fuentes penitenciarias. Tras un recurso de la defensa, el juez dejó en suspenso su decisión a la espera de que la Audiencia de Barcelona resuelva sobre el asunto.

Núñez fue condenado a dos años y dos meses de cárcel por sobornar a inspectores de la Agencia Tributaria para que hicieran la vista gorda con las empresas de su grupo. El caso Hacienda fue uno de los mayores escándalos de corrupción en la Cataluña de los años 90. Tras agotar sin éxito todas las vías a su alcance para eludir la prisión —incluida una petición de indulto que no prosperó— el expresidente del Barça ingresó en una celda de Quatre Camins, junto a su hijo Josep Lluís Núñez Navarro, en noviembre de 2014.

Apenas 38 días después, coincidiendo con las fiestas navideñas, el Departamento de Justicia le concedió el tercer grado penitenciario, lo que significa que solo debía acudir a prisión ocho horas al día, para dormir. La junta de tratamiento de Quatre Camins valoró que el riesgo de que reincida es nulo; que su situación familiar es estable y dispone de medios económicos; que ha pagado las multas impuestas (1,5 millones) y que tiene 83 años.

La fiscalía se opuso y el juez le dio la razón. En un auto demoledor, el magistrado recordó que el tercer grado “no puede ser un automatismo”, que Núñez obtuvo “un lucro desmedido” con el caso Hacienda y que no se ha “arrepentido” ni es “consciente del daño causado” a la sociedad: poco antes de ingresar en prisión, emitió un comunicado en el que “se presentó como víctima de una injusticia ante la opinión pública”, afirmó el juez. Para corregir esas “deficiencias” y recibir tratamiento, razonó, lo mejor era que Núñez siguiera en segundo grado, como un preso más. El régimen de semilibertad, agregó, solo puede darse en “circunstancias muy excepcionales”.

Los abogados del constructor y de su hijo —también condenado por participar en la trama— presentaron un recurso ante la Audiencia de Barcelona. Y solicitaron que, mientras el tribunal decide, los Núñez sigan disfrutando del tercer grado. Eso es precisamente lo que acordó el mismo juzgado de vigilancia penitenciaria, que ha dejado en suspenso la revocación hasta que ésta sea firme. “El criterio aplicado en este caso es minoritario”, explican fuentes penitenciarias.

Si la Audiencia confirma que se le revoca el tercer grado, Núñez volverá a pasar todo el día en prisión. Pero, para entonces, puede que ya no tenga efecto alguno: la administración penitenciaria debe revisar el grado de cada preso cada seis meses. El expresidente azulgrana, además, cumplió en marzo ya una cuarta parte de su condena, por lo que Justicia podría volverle a conceder el tercer grado sin temor a una nueva revocación.