Duran se ausenta de una campaña de CiU marcada por el soberanismo
El líder democristiano se limita a hacer campaña a través de las redes sociales
Convergència Democràtica y Unió, su socio de federación en CiU, se han conjurado para evitar durante la campaña electoral sus habituales encontronazos a cuenta del proceso soberanista. Los partidos de Artur Mas y de Josep Antoni Duran Lleida dejan la inevitable batalla para concretar el programa independentista para después de los comicios del 24-M. Solo una cosa hace evidente en esta campaña que algo no funciona en CiU: Duran se ha borrado del mapa y no está celebrando ningún acto ni junto a Mas ni al lado de los otros dirigentes de CDC. El democristiano se ha limitado a hacer campaña a través de las redes sociales.
Ramon Espadaler, mano derecha de Duran y secretario general de CiU, hace lo que está en su mano para suplir el vacío de Duran en esta campaña. Lo hace siguiendo a rajatabla los postulados de Duran: eso es evitando referencias al proceso soberanista más allá de defender sin concreciones el "derecho a decidir".
¿Dónde está Duran? Oficialmente el líder de Unió está atendiendo sus compromisos como diputado en el Congreso y como presidente de la Comisión de Exteriores. El pasado martes participó en la Asamblea Parlamentaria de la Unión por el Mediterráneo.
Donde no hay ni rastro del líder democristiano es en los mítines de CiU. En Convergència Democràtica sus dirigentes han optado por ignorar la figura de Duran y no comentar sus sonoras ausencias. “Está en un proceso de reflexión y lo respetamos”, se limitan a decir los principales dirigentes de CDC. Se refieren así a la paulatina retirada que está haciendo el dirigente democristiano después de que el año pasado abandonara la secretaría general de CiU tras múltiples choques por el alcance del proceso soberanista. Duran lo ha dejado claro: no es independentista.
Las únicas irrupciones que ha hecho Duran en la actual campaña han sido a través de las redes sociales. Y lo ha hecho precisamente para atacar a Esquerra Republicana de Catalunya, que en teoría es el socio preferido de CiU para pactos poselectorales y, sobretodo, para mantener el gobierno de la Generalitat a partir de septiembre. Duran, siempre implacable con los republicanos, refuerza la idea de que estos no son ni socios de fiar ni tampoco capaces de gobernar los municipios.
Unió está representada en la campaña de CiU básicamente por Ramon Espadaler, que en actos como el de ayer en Vic, rehuyó la cuestión soberanista y se centra en defender la consecución de mayorías sólidas que permitan gobernar sin grandes ataduras. A su lado, Mas también insistió en esa idea, además de deslizar su petición de formar consistorios soberanistas que “apoyen lo que queremos hacer después de estas elecciones”. Esta es la fórmula que Mas utiliza en sus actos con Espadaler para evitar referirse a la independencia. De esta forma, los dos socios pueden seguir haciendo campaña sin grandes sobresaltos.
En Convergència, sus dirigentes han optado por ignorar la figura de Duran y no comentar sus sonoras ausencias
Fuera de los grandes mítines Duran prevé hacer algún acto puntual de apoyo a algún candidato de CiU la semana que viene. Ya lo hizo el pasado viernes, cuando visitó Lleida. Con todo, en esa ciudad, no protagonizó ningún acto electoral junto al candidato actual, el convergente Toni Postius. Sí coincidieron en un acto institucional de las fiestas locales.
Todo ello hace crecer las dudas de qué hará Duran tras las elecciones municipales. Unió decide el 14 de junio en una consulta a su militancia si eleva el tono soberanista y se suma claramente al independentismo. Por si acaso, Duran ya ha avisado de que solo se mantendrá en el partido si este mantiene sus “especificidades”.
Espadaler está trabajando para evitar que la situación en Unió llegue a un callejón sin salida para Duran y para los dirigentes que no son independentistas. Lo hace redactando el documento que se votará el 14 de junio y que tendrá que ser suficientemente claro como para despejar la hoja de ruta de Unió pero al mismo tiempo suficientemente ambiguo para evitar desautorizar a Duran. Lo que está claro es que lo que votarán los militantes de Unió no será una simple pregunta de sí o no a la independencia.
Esto está siendo utilizando, y mucho, por Esquerra Republicana, que incide día sí día también en la falta de un posicionamiento global de la federación CiU respecto a la independencia de Cataluña. Si en Barcelona el candidato republicano Alfred Bosch está explotando esta fórmula para recabar apoyos independentistas, en el resto de la geografía catalana ERC se presenta dando por hecho que es la única formación nítidamente independentista.
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