Once años de cárcel por estrangular a su novia con un cable de teléfono
El tribunal señala que el acusado vivía a costa de las mujeres que conquistaba
La Audiencia de Tarragona ha condenado a once años de cárcel a José Romera, acusado de estrangular con un cable de teléfono a su novia, de 57 años, en un descampado de Vila-seca. El tribunal ha validado las argumentaciones del jurado popular, que catalogó los hechos como constitutivos de un delito de asesinato, pero suaviza los 20 años de pena solicitados por el fiscal, al considerar que el proceso se ha alargado injustificadamente en el tiempo y es un factor atenuante en el cálculo de la condena.
El suceso se remonta a la noche del 13 de mayo de 2007. El acusado estacionó el vehículo que conducía en una zona apartada de las afueras de Vila-seca y atacó violentamente a la que entonces era su pareja sentimental, una enfermera del hospital Sant Joan de Reus.
La pareja se había conocido un tiempo atrás a través de un chat, pero la relación se estaba deteriorando por las constantes peticiones de dinero que él hacía y que ella había satisfecho. Según las hijas de la víctima, el acusado se enriqueció con hasta 120.000 euros a costa de su madre. También la presionó hasta que le compró un coche. El jurado popular que juzgó el caso ya dejó constancia de que Romera se había especializado en vivir a costa de las novias que se iba echando.
Aquella noche de mayo algo se torció. Romera reaccionó con furia. Golpeó a la mujer y la estranguló hasta que la creyó muerta. Después se autolesionó en una pierna y corrió hasta un bar cercano clamando ayuda y anunciando que cuatro sudamericanos les habían asaltado. Clientes del bar testificaron durante el juicio que la actitud de Romera fue siempre sospechosa, porque parecía estar "tranquilo". Mientras la mujer esta completamente ensangrentada y agonizaba, a consecuencia de la violencia con qué se habrían ensañado los presuntos asaltantes, él solamente presentaba lesiones en una pierna.
La víctima resistió cuatro meses en coma antes de fallecer. La sentencia señala que, además de la cárcel, el condenado debe indemnizar con 110.000 euros en total a las hijas y los hermanos de la mujer a la que asesinó.
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