La oposición rechaza la ley contra la corrupción del PP por “propaganda”

El PP se quedó ayer solo en el Parlamento de Galicia en el inicio de la tramitación de la ley con la que quiere reformar el Consello de Contas para que asuma competencias contra la corrupción. Lo que para el portavoz parlamentario popular, Pedro Puy, es un texto con el que se pretende “recuperar la confianza” de la ciudadanía, que considera la corrupción uno de los principales problemas, para la oposición es simple propaganda preelectoral de un partido que está en el foco de numerosas investigaciones judiciales.

La reforma del Consello de Contas estaba llamada a ser la medida estrella de las cinco leyes prometidas por el presidente Feijóo para luchar contra la corrupción y contribuir a la regeneración democrática. Las otras cuatro, cuya tramitación ya se ha iniciado, requieren nuevos compromisos por parte de los políticos (leyes de transparencia, de regulación de la asistencia jurídica a los cargos públicos y de financiación de partidos) o promueven la participación de los ciudadanos. Pero es la reforma de Contas la que fija el foco en un ente fiscalizador y coercitivo externo.

Puy comenzó admitiendo el “vergonzoso e ilícito comportamiento de algunos” cargos públicos del PP. “Precisamente porque algunas de esas personas actuaron ilícita y vergonzosamente desde nuestra formación política es por lo que nosotros estamos especialmente comprometidos”, dijo. Y contrapuso esa actuación “de algunos” con su iniciativa para reformar Contas. “Estamos hablando de que un grupo que está limpio ofrece a los demás grupos, desde el máximo respeto institucional, la posibilidad de, en esta Cámara, establecer mecanismos que refuercen las instituciones de autogobierno y contribuyan a prevenir la corrupción”, dijo.

La oposición, sin embargo, considera que la reforma propuesta por el PP apenas introduce novedades en el funcionamiento de Contas, centrado en fiscalizar la gestión económico-financiera del sector público gallego. “Con el texto que usted pone aquí sobre la mesa no se podría haber detectado ninguno de los escándalos recientes” en materia de financiación en negro, urbanismo o enchufes, citó como ejemplos el portavoz socialista, José Luis Méndez Romeu, quien recordó que la propuesta popular no permitirá que Contas investigue declaraciones tributarias de cargos públicos sino solo la evolución del patrimonio que estos comuniquen voluntariamente.

Desde AGE, su diputado Ramón Vázquez lamentó la “tibieza” de las sanciones que prevé la reforma para quien no colabore con Contas, de un máximo de 6.000 euros, “cuando estamos hablando de delitos de millones de euros”. Por ello insistió en que sea la Fiscalía, a través de la creación en Galicia de una unidad especializada, la que persiga la corrupción y en que la Xunta facilite a los jueces los recursos necesarios para su trabajo. Por su parte, el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, pidió al PP que antes de reformar el Consello de Contas garantice su independencia. En esa línea, pidió más recursos para el ente y recordó que actualmente está presidido por Xesús Palmou, secretario general del PP gallego en la época que está siendo investigada en el caso Gürtel. Puy replicó a la oposición que la reforma acaba de iniciar su tramitación y ofreció negociarla.