“Ser socialista indignado hoy tiene mucho que ver con Podemos”

El profesor José Antonio González Casanova, XIV Premio Gaziel de Biografías y Memorias por su autobiografía Memoria de un socialista indignado, elogió ayer a la formación que lidera Pablo Iglesias, en cuya actitud reivindicativa ve destellos de las izquierdas previas a la Transición: "Ser un socialista indignado hoy día tiene mucho que ver con Podemos", mantuvo el catedrático. González Casanova disertó en la ceremonia posterior a la entrega del galardón sobre la Transición, la reforma de la Constitución, la sentencia del Estatuto (emitida por el Tribunal Constitucional en 2010), del soberanismo y sobre de la necesidad de nuevas formaciones políticas que ayudan a la regeneración de los partidos.

 En el coloquio, que tuvo lugar en la sede de RBA, participaron también el expolítico y abogado, Miquel Roca y el Síndic de Greuges, Rafael Ribó. González Casanova, que fue unos de los fundadores del Front Obrer de Catalunya, mantuvo que la Transición no supuso "un cambio radical" para la democracia, ya que no consiguió erradicar en caciquismo y la oligarquía en España. En palabras del profesor, la Transición significó que los partidos de izquierda aceptaran las condiciones impuestas por los partidos de derecha, un ejemplo que se puede encontrar actualmente en Andalucía, según el catedrático.

 Con respecto al proceso que vive Cataluña actualmente, González Casanova aseguró que la raíz del problema recae sobre la sentencia que dictó el Tribunal Constitucional en 2010, en el que se impugnaron 114 artículos y 12 disposiciones del Estatut de Catalunya de 2006. " Esta sentencia, que anulaba competencias a Cataluña y la actitud del Gobierno del PP han sido los que han llevado a cerrar las puertas del diálogo entre el Estado español y Cataluña". Miquel Roca, aseguró que el problema que vive Cataluña hoy "no es un problema jurídico, sino político, que solo puede resolverse con diálogo".

En su autobiografía Memoria de un socialista indignado, González Casanova narra su progresiva toma de conciencia de la situación política de la dictadura, que le llevó a integrarse en grupos clandestinos de extrema izquierda. La narración comienza en la adolescencia del autor y finaliza con una descripción indignada de la denominada crisis en Europa y en España.