La experiencia teatral y vital ante la crisis y el dinero
Barcelona acoge cuatro obras sobre los trastornos que provoca la economía
"Poderoso caballero es don dinero", escribió Francisco de Quevedo en el Siglo de Oro. En un mundo sumido en una profunda crisis económica, este verso sigue más vigente que nunca. La falta de capacidad financiera frustra ilusiones, constituye un quebradero de cabeza para millones de personas y hace que se pregunten hasta dónde estarían dispuestos a llegar para engrosar sus cuentas bancarias. El dinero preocupa a los ciudadanos y el teatro no les gira la espalda. Esta primavera cuatro obras versarán en Barcelona sobre todos estos asuntos.
Por un lado, el Teatre Lliure ha programado el ciclo Tot pels diners (Todo por el dinero) y, por otro, el Teatre Tantarantana estrena hoy un montaje con un título muy claro; Sobre el fenòmen de les feines de merda (Sobre el fenómeno de los trabajos de mierda). Esta última obra, ideada por la compañía La Calòrica, aborda una serie de trabajos que el autor del montaje, Joan Yago, considera inútiles y prescindibles. El dramaturgo se inspiró en la experiencia de una amiga suya que con 27 años, “dos carreras universitarias y un máster, no ha sido capaz de encontrar un empleo relacionado con su campo” de estudios, afirma Yago, de manera que trabaja para una institución pública. Allí, según Yago, se aburre y emplea gran parte del tiempo a actualizar sus perfiles personales en Internet. En la obra cinco actores dirigidos por Israel Solà interpretarán historias breves, hilvanadas por el humor y basadas en sus propias experiencias personales.
Las ansias de dinero y la consiguiente codicia, en cambio, centran los argumentos del ciclo Tot pels diners, con el que la compañía La Brutal desembarcará en el Espai Lliure del Teatre Lliure mediante una trilogía. En ella, además de la economía, un personaje bautizado como Dylan Bravo (encarnado por el actor Manel Sans) será el hilo conductor de los tres montajes. El primero, Mammón, creado y dirigido por Nao Albert y Marcel Borràs, se estrena la próxima semana. La obra ubica la acción en la antigua Khalpe (la actual Alepo siria), un paraje en donde “los habitantes viven en un valle y no conocen el odio ni las envidias”, explican. “El lugar está plagado de cuevas con piedras preciosas y oro”, añaden. Pero todo se tuerce cuando les visita un personaje misterioso animándoles a comprar armamento. Después, llega el afán de los más jóvenes por comprar telas lujosas, coquetear con la prostitución... Hasta que el anhelo de supremacía invade las familias. La “tragedia”, narran Albert y Borràs, conllevará que todo el pasado de esta civilización termine bañado de “sangre” y “barro”.
La segunda obra del ciclo, Cleòpatra, se estrenará el 6 de mayo. En ella, después de vivir en una Babilonia corrupta, Dylan regresa a Barcelona para desintoxicarse de sus adicciones. En el montaje, creado por Iván Morales, el protagonista se relaciona con una trabajadora sexual (Anna Azcona) vinculada al 15M, que “intenta cambiar el mundo” cuando recibe la visita de su hija (Clàudia Benito), a la que “no pudo cuidar nunca”, detalla Morales.
Por último, L’onzena plaga, (La undécima plaga), escrita por Victoria Szpunberg y dirigida por David Selvas, se estrenará el 4 de junio y aborda la realidad de una pareja que no puede separarse por cuestiones económicas. Todo estalla cuando una plaga aparece en su vivienda. “La escribí a partir de mi fobia a las ratas”, detalla Szpunberg. En el marco de este ciclo el Teatre Lliure cobijará también actividades paralelas, como una partida simultánea de Monopoly. Además, Tot pels diners se llevará a cabo mientras en la sala grande del teatro se presentará Frank V, un texto musical “terrible sobre la banca”, recordó este martes el director del Lliure, Lluís Pasqual.
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