La fuerza creativa del aburrimiento

Dice José Antonio Suárez Londoño (Medellín, 1955) que su ideal en la vida sería estar en la cama, sin hacer nada, mirando al techo, pero como se aburre se ve obligado a dibujar el mundo, la única cosa que le entretiene. Entregado al color y el detalle, Londoño dibuja en papelitos, cuadernos, tarjetas, con extraordinaria minuciosidad y afán clasificatorio, y escribe diminutos textos que recuerdan a los microgramas de Robert Walser. Y experimenta: en la serie 365 hace un dibujo cada día del año, lo que sirvió de precedente a sus cuadernos anuales, que dedica a libros de autores como Brian Eno, Arthur Rimbaud, W.G. Sebald o Rainer Maria Rilke. En sus calendarios dibuja a partir de las azarosas citas del almanaque y recoge sus periplos por el mundo en sus cuadernos de viaje. Sellitos es su particular gliptoteca, que en vez de piedras grabadas, consiste en gomas de borrar.

Londoño es como un curioso entomólogo de la realidad y sus instantes. Todo ello se puede ver en los últimos días de la exposición antológica Muestrario, con textos de Yara Sonseca Mas y Emiliano Valdés, hasta el 5 de abril en La Casa Encendida (Ronda de Valencia, 2). Todo fruto del puro aburrimiento que, como se ve, puede resultar muy productivo. Hay que aburrirse más, aunque hoy en día nos lo pongan difícil.

Sobre su propio mundo, un mundo con cierto aire fantástico y circense, impregnado de coloridos aires de otro tiempo, dibuja Sergio Mora (Barcelona, 1975), también conocido como Mágicomora.

Considerado el máximo exponente del surrealismo pop patrio, Mora ha expuesto a nivel internacional, publica en revistas y diseña publicidad o libros (como la portada de Micropoemas 4, de Ajo). Su exposición ¡¡Kaboooom!! puede verse en La Fiambrera Art Gallery (Pez, 7), hasta el 3 de mayo. Mora propone acabar con los males de esta sociedad a base de bombas, pero no teman, son bombas de energía positiva, luz, color y creatividad que sus personajes, en esta serie tienen por cabeza. Un pensamiento explosivo. Este tampoco se aburre.