El brillo de los neones diurnos

1. Libros Melior. Es un sitio agradable para sentarse a leer y visitar a Javier Vicedo, que es un encanto. Aunque sean libros de segunda mano, la selección es muy buena con rarezas muy baratas. Aquí encontré una biografía de Shakespeare ilustrada para niños que tengo expuesta en mi casa. Además, lo que se recauda es para una fundación benéfica. (Puebla, 14).

2. Gau&Café. Está en la terraza de la UNED de Lavapiés, en las Escuelas Pías. Es un sitio muy agradable para ir a tomar café. Al lado, la biblioteca que solía visitar cuando estudié Filología Inglesa a distancia, construida en una iglesia en ruinas reformada. (Tribulete, 14, planta 4ª).

3. La Realidad. Es el sitio de referencia para ir a tomar algo después de las presentaciones en la librería Tipos Infames (San Joaquín, 3). Sirven gin-tonics con todas sus pijadas: fresitas, frambuesas, pepino. Soy fan del salmorejo y del pincho de tortilla. Va mucho mi editor de Salto de Página, Pablo Mazo, que me contagió el vicio por este lugar. (Corredera Baja de San Pablo, 51).

4. Bulevart terraza Madrid. Es un sitio de reguetón muy cutre, con unos neones que brillan incluso a plena luz del día. Ponen chupitos de tequila a un euro. Antes de vivir en Madrid, venía a actos literarios y para calmar los nervios por hablar en público, utilizaba dos o tres de estos chupitos. (Cuesta de San Vicente, 30).

5. El Tercer Tiempo. Las bilbaínas somos mucho de jugar al futbolín, así que este bar me encanta porque, además, las partidas son gratis. Abre a diario hasta tarde y al camarero, muy majo, le interesa la literatura. (Quiñones, 19).

6. Orio. Es lamentable ser vasca, haber comido pintxos toda la vida y venir a Madrid a comer más. Pero la nostalgia apremia. Voy a menudo a tomar una ostra, sidra o txacolí. Ponen música tradicional en euskera de la que escuchaba en mi adolescencia. (Fuencarral, 49).

7. Cervecería Cervantes.No tiene nada de particular salvo que vas a ponerte hasta arriba de cerveza y en las servilletas está la efigie de Cervantes, con la que te puedes limpiar la salsa de las patatas bravas. Una blasfemia maravillosa, sobre todo ahora que sus huesos son sagrados. (Plaza de Jesús, 7).

8. Hospital veterinario Retiro. Si tu gata se cae desde un quinto piso y se hace un neumotórax, como me ocurrió, hay que venir aquí, donde me trataron de maravilla. La gata acabó bien, pero ahora, hasta que se recupere, necesita cuidados; es como vivir con un bebé o con una abuelita. (Av. Menéndez Pelayo, 23).

9. J&J Books and coffee. Es un bar librería que regentan unos ingleses con los que imposto mi acento británico para pedir cerveza, porque soy muy anglófila. Suelo ir a jugar al Scrabble en inglés. Como mi novio (el escritor Juan Gómez Bárcena) siempre me gana a todo y no se defiende muy bien en inglés, aquí puedo ganarle yo. (Espíritu Santo, 47).

10. Print Huellas. En esta tienda de impresión he decorado mi casa a base pósters de cine, como el de Vértigo, de Hitchcock, que preside el salón, o el de 2001: Una odisea en el espacio, de Kubrick. También imprimen camisetas de cine o de bandas de rock. (San Andrés, 30).