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Instantes en la playa

El Museo Carmen Thyssen presenta ‘Días de verano’, con más de 60 obras de Sorolla, Fortuny, Picasso, Monet, Zuloaga o Hopper

'El Martha Mckeen de Wellfleet', de Hopper, que puede verse en Málaga.
'El Martha Mckeen de Wellfleet', de Hopper, que puede verse en Málaga.

En medio del carrusel de inauguraciones museísticas que vive Málaga esta semana, el Museo Carmen Thyssen ofrece un remanso de paz. Cuando celebra su cuarto aniversario, años en los que ha recibido a más de 600.000 visitantes, la pinacoteca malagueña se adelanta al verano y ofrece como reclamo a los miles de turistas que se esperan esta Semana Santa un anticipo de los días de sol y playa.

Y lo hace de la mano de una treintena de artistas nacionales e internacionales que pronto se interesaron por esa moda que instauró la burguesía europea a mediados del siglo XIX de disfrutar de los encantos y beneficios saludables que brinda el mar.

Sorolla, Fortuny, Cecilio Pla, Ignacio Pinazo, Darío de Regoyos y Picasso comparten sala y temática con Monet, Boudin, Khun o Hopper en Días de verano. De Sorolla a Hopper, muestra que reúne más de 60 obras y que se puede visitar hasta el próximo 6 de septiembre.

“La exposición permite recorrer, a través de un amplio arco cronológico, el nacimiento y la evolución del ocio junto al mar. Además de los aspectos sociológicos del asunto tratado por los pintores, hay también una evolución en lo formal”, explica la comisaria de la muestra, Lourdes Moreno sobre artistas preciosistas y posimpresionistas que, como Pla, Sorolla o Pinazo siguieron la estela de los impresionistas franceses quienes como Monet o Boudin incorporaron a sus obras nuevos paisajes, soleados días de verano, donde el mar, la playa, el sol, el desnudo o las reuniones familiares en la arena donde jugaban los niños son los protagonistas.

'Bajo la sombrilla', de Lluís Masriera.
'Bajo la sombrilla', de Lluís Masriera.

Entre las obras más destacadas, se encuentran Al agua (1908), de Sorolla; El Martha Mckeen de Wellfleet (1944), de Hopper; Los pichones (1957), de Picasso; La cabaña en Trouville. Marea baja (1881), de Monet; Figuras en la playa de Trouville (1869), de Boudin; Bajo la sombrilla (1926), de Masriera, y La esposa del pintor, (1914-1930), de Pla.

“Trae un retazo de lo que fue ese cambio de costumbres sociales, con momentos de ocio junto al mar”, añade Moreno, organizadora de la muestra desde el Museo Carmen Thyseen y que cuenta con los préstamos del Museo del Prado, el Thyssen-Bornemisza, los museos de Bellas Artes de Bilbao, Santander, Asturias y Álava; además de la Fundación Bancaja, el Museo Sorolla y varios coleccionistas particulares.

Además de las obras expuestas, la exposición se completa con una selección de fotografías antiguas, en la Sala Noble del museo, que sirve para contextualizar el veraneo a finales del siglo XIX y principios del XX. El objetivo es mostrar, con un interesante y curioso material fotográfico, el veraneo de las distintas clases sociales, tanto en playas españolas como en el resto de Europa.

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