Caos en urgencias de A Coruña diez meses después de ampliar el recinto

El servicio de urgencias del Hospital Universitario de A Coruña cumple diez meses en la nueva ala, cinco veces más grande que la anterior, con un nuevo colapso. Los enfermos en camillas volvieron ayer y el miércoles a invadir los pasillos a la espera de lograr plaza en planta. De los 153 pacientes ingresados a las 10.30 de ayer, 65 llevaban horas pendientes de cama. Y de ellos unos 40 tuvieron que ser atendidos en una zona acotada del pasillo, delante de unos ascensores, que fue habilitada específicamente.

 Un nuevo episodio de saturación, el primero desde la inauguración del nuevo espacio, que nada tiene que ver “con una nueva epidemia de gripe”, denuncian los sindicatos, sino con el déficit de personal y el cierre de camas en los distintos hospitales públicos coruñeses, que atienden un área de 400.000 habitantes. Nada menos que 40 camas fueron suprimidas en Ginecología del Materno.

Hay “una mala gestión de las camas”, corrobora Marina Tallón, médico de urgencias y portavoz del sindicato O’mega. Critica que tuviera que volver a atender pacientes en camillas aparcadas en los pasillos cuando “estas dependencias abiertas con tanto bombo y platillo iban a ser la solución”. La ampliación del espacio de urgencias solo facilita que se pueda “almacenar más enfermos”, denuncia la junta de personal, porque, al faltar camas en planta, no tienen vía de salida. Y cuando se producen picos de entrada, como ocurre ahora, según admite la propia dirección, se satura el servicio. La gerencia del Sergas de A Coruña niega déficit de personal y camas. Asegura que se han reforzado los medios en las urgencias durante el invierno y que el colapso se produce por una afluencia de pacientes imprevista.