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Seat reduce sus pérdidas a la mitad gracias a los créditos fiscales

La compañía pierde 65,7 millones el mismo año que el León supera al Ibiza en ventas

Dani Cordero
Operarios trabajan en la cadena de montaje de la fábrica de Seat en Martorell, Barcelona.
Operarios trabajan en la cadena de montaje de la fábrica de Seat en Martorell, Barcelona. Albert Garcia

La memoria anual de Seat contiene grandes cambios en 2014. Certifica que la marca española del Grupo Volkswagen marcó su récord histórico de facturación, tras dispararse un 15,8% y situarse en los 7.497 millones de euros. También muestra cómo el León ha desbancado al Ibiza como coche más vendido (150.133 frente a 145.753) de la enseña. Incluso la producción de Martorell (Barcelona) rozó sus máximos al ensamblar 442.677 vehículos (un 13,5% más), su mejor cifra en 12 años. Pero a la espera de que el próximo año llegue el SUV con el que el fabricante espera llegar a la “rentabilidad de una forma sostenible”, la cuenta de resultados del pasado año sigue arrojando pérdidas, de 65,7 millones. Eso sí, reducidas en un 53%, aunque gracias al impacto positivo de créditos fiscales por un importe de 73 millones de euros.

Con todos esos hitos en la cabeza, el presidente del comité ejecutivo de Seat, Jürgen Stackmann, afirmó que “Seat va por el buen camino”. Le avala el hecho de que la entrada con fuerza del León ha permitido elevar en 450 euros el importe que ingresa por vehículo, que se han reducido las reclamaciones y, sobre todo, que el mercado europeo va a buen ritmo. Y también indicó que tienen “un plan”. Ese plan de futuro pasa por la apertura este año de 104 concesionarios para elevar la capacidad de venta y el lanzamiento del SUV en 2016, que será el primero de una familia formada por tres miembros (le seguirán uno pequeño y previsiblemente otro de mayores dimensiones) para cubrir un mercado de 1,5 millones de unidades en Europa. Y dentro del plan también figura la contratación de cien ingenieros anunciada ayer, que tendrán su base en el centro técnico de Martorell para trabajar no solo para Seat, también para otras marcas de Volkswagen.

Para el regreso a los beneficios, Stackmann no tuvo palabras. No concretó el año en el que podría alcanzarse la esperada rentabilidad, y preguntado por un periodista, se limitó a responder: “Ese día llegará y se lo diré cuando pase”. De momento, y derivado de los resultados de la compañía (el Ebitda mejora un 36%, hasta los 300 millones), el presidente del comité ejecutivo de Seat anunció la intención de mejorar el salario por encima de la inflación de los 12.600 empleados de la compañía, coincidiendo con la renegociación del convenio colectivo. La remuneración de los ocho miembros del comité ejecutivo creció un 8,7% el año pasado, hasta los 11,2 millones, justamente por la mejora de los resultados.

Mientras llegan más cambios, Seat seguirá concentrado en el Viejo Continente. El plan de negocio para desembarcar en China sigue congelado hasta que acabe consolidándose el marco europeo. Y Rusia es otro país a olvidar, por las importantes barreras arancelarias.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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